El reto de reintroducir la sidra en la gastronomía y en los bares de Cantabria

Gonzalo Garrido y Juan José Hierro, de '45 amigos', defienden la sidra «porque marida muy bien tanto con carnes como con pescados. Es una bebida muy versátil, ideal para el aperitivo. Además, es muy digestiva, no tiene gluten y es de baja graduación. Se presenta en muchas ocasiones como una alternativa a la cerveza porque es muy refrescante. También marida muy bien con otros productos emblemáticos de Cantabria como las anchoas y los quesos».

Cuando se pregunta a los responsables de '45 Amigos' qué es necesario hacer para introducir más la sidra en la hostelería, apuntan a la existencia de dos hándicaps. «En primer lugar, está el prejuicio del restaurador, que se mantiene que para que la sidra se pueda beber es necesario escanciarla, lo que genera suciedad en el local. Pero lo que falta es conocimientos porque no hace falta montar un espectáculo para tomar sidra. Con un tapón especial y sencillo se puede servir uno mismo», comenta Juan José.

Y Gonzalo apunta la segunda razón que representa un obstáculo para el consumo de la sidra crezca. «El consumidor no ve con buenos ojos el formato. Entienden que una botella de 70 cl para dos personas es mucho, cuando luego se puede demostrar que en absoluto es mucho. Por eso estamos trabajando con la idea de un formato más pequeño para la sidra natural».

Un argumento que refuerza esta opinión de los socios de '45 Amigos' es que la sidra no llena, puedes beberla tranquilamente sin preocupar excesivamente la graduación alcohólica (en este caso 6º).

El consumo de esta sidra, como ocurre con los vinos cosecheros, habitualmente se hace en un año o en año y medio, «pero puede durar mucho más. Nosotros tenemos botellas de 2015 y cuando abrimos una, la sidra está muy buena. Nunca ha salido una mala».