¿Cuánto sabes sobre las hamburguesas?

Voy a intentar explicaros que una hamburguesa puede ser un buen plato gastronómico y que las que nos ofrecen en algunas cadenas de 'fast-food' se alejan mucho de ese concepto.

Hay quien sostiene que tiene su origen en la ciudad alemana de Hamburgo, que los inmigrantes llevaron a América. Elaborada con carne de bistec de vacuno, que los americanos ponían entre dos trozos de pan para comerla, para ahorrar los cubiertos. Vendiéndose incluso en la exposición mundial de S. Louis.

Otra historia habla de la población de Hamburg, que es un pueblo ubicado en el condado de Eire, en el estado estadounidense de Nueva York. Donde según se dice, en un mercado anual faltaba carne de cerdo para asar e hicieron un experimento usando carne de ternera a la parrilla. Sea uno u otro el origen, podemos afirmar que es una de las pocas comidas, junto a la pizza, que pueden definir la gastronomía moderna.

Cualquiera puede elaborar en su casa una de buen nivel, acudiendo a su carnicería y solicitando carne de vaca adulta, a ser posible de espaldilla, babilla o brazuelo. Hay quien aconseja que conviene poner una parte de cerdo, por ejemplo de panceta, que aportará una buena proporción de grasa, que al fundirse en la parrilla, se logre que resulte menos apretada y más jugosa. Se puede añadir miga de pan o pan rallado para que se monten mejor. Luego se pueden agregar especies y otros productos, pero en mi opinión es salirse del concepto clásico, de lo que es una hamburguesa.

Lo ideal es cortar la carne a cuchillo aunque resulta algo trabajoso, pero en todo caso, no manosear la carne. Luego solo nos queda dar la forma y hacer al punto de cada uno.

En cuanto a las hamburguesas denominadas 'fast food', suelen ser elaboradas y servidas (es un decir) en establecimientos de grandes cadenas multinacionales. Se trata de locales con un gran colorido y de fácil acceso, que junto a otros detalles, son muy del agrado de la gente joven.

Aunque sus responsables lo nieguen, muchas opiniones sostienen que a su carne, supuestamente, se ha añadido conservantes, pues hay experimentos que demuestran que tras dejar una de sus hamburguesas al aire libre, ésta conservará el mismo aspecto durante varios meses.

Su contenido porta muchas grasas saturadas y hasta hay quien opina que los posibles conservantes también tienen cierto poder adictivo. No solo la carne en sí es poco recomendable, pues sus acompañantes como patatas fritas, bebidas edulcoradas e incluso los productos que en muchas ocasiones se les añade, como pueden ser ciertos tipos de quesos o salsa de tomate, contribuyen a un gran aporte de calorías no convenientes.

Este tipo de comida es adictiva, por lo que los niños, en especial, cuando la prueban no quieren probar vegetales ni otro tipo de alimentos. En el caso de los adultos, el hecho de ser algo rápido y no tener que preparársela por si mismo es lo que les lleva a pedir esta comida rápida.

Podemos afirmar que hay tanta diferencia entre una hamburguesa casera y una de cadena de comida rápida, como entre un jamón ibérico y un embutido de bajo precio.

Tenemos como opción, si no queremos elaborar nosotros este plato, las hamburguesas gourmet, elaboradas con carne certificada e ingredientes más costosos, y hasta en muchos casos servida en una mesa.

En el filete ruso, a diferencia de la hamburguesa, a la carne picada se le añade cebolla y ajo rehogados, con miga de pan y leche. También es habitual incorporar huevo, perejil picado y rebozarlo. Frecuentemente se presenta sobre una base de salsa de tomate y no es habitual el consumirlo entre pan.

Reseñaros que las hamburguesas de pescado están ganando mercado. Se pueden utilizar diferentes ingredientes, especias y hierbas aromáticas para variar los sabores, buscando los más apropiados para cada tipo de pescado. Frecuentes son las de merluza, pero se pueden hacer con otros pescados blancos, y también con pescados semigrasos o azules, como el bonito, salmón, etc.

Las llamadas veganas, elaboradas con las legumbres como ingrediente principal y acompañado de otros vegetales, tofu, soja, etc. consiguen, tanto en su presentación como en su sabor, un nivel muy apreciable. Los puristas claman diciendo, que estas últimas, no deben llamarse hamburguesas.

Que cada uno que las llame como quiera, el caso es disfrutarlas. Y si no os apetece elaborarlas en vuestra casa, os aconsejo acudir a vuestro «local de confianza».