El sector cárnico en Cantabria, en buen momento pero con la amenaza del lobo

Coincide con esta opinión Lorenzo González, presidente de la Federación de Asociaciones de Criadores de Razas Bovinas de Aptitud Cárnica de Cantabria:«Ahora mismo el sector está bien siempre que no bajen los precios de la carne y se mantenga el consumo. Pero creo que se puede avanzar y para ello son imprescindibles las ayudas y que se solucione el problema del lobo. Con este tema cada vez vamos a peor y al final los ganaderos vamos a tener que salir a la calle. Yo no quiero tener ganado para que me lo paguen porque me lo ha matado un lobo. Este debe tener su sitio, pero se le está dejando crecer de forma desproporcionada».

Abunda en el tema Raúl Guillarón, secretario general de la organización profesional agraria Asaja en Cantabria: «El futuro del sector cárnico desafortunadamente no depende de los propios ganadero. Depende de las decisiones políticas. Está claro que tiene que evolucionar y seguir por la senda de una profesionalización mayor, pero en nuestro caso, al tratarse de una ganadería en extensivo, que aprovecha los recursos naturales, pastos y montes comunales, no podemos estar a expensas de un problema tan grave como es el del lobo. Hasta que no se tomen medidas y salga del Lespre, el lobo es la principal amenaza para la ganadería de aptitud cárnica en la región porque no vale que nos pregunten por el coste que tienen los animales matados por el lobo con el fin de intentar calmar la situación».

Jacobo Alonso, director general de AgroCantabria, la principal cooperativa de la región en cuya actividad es fundamental la producción de carne IGP de Cantabria, rubrica con su opinión que «el sector está en un buen momento porque llevamos tiempo en el que la carne vale dinero. No obstante, todavía lo que más se producen en Cantabria son terneros pasteros, que salen fuera perdiéndose aquí el valor añadido. En nuestro caso y en el de Afteca, que somos los principales operadores de la IGPCarne de Cantabria, lo que tratamos de dar valor añadido al ganado de aquí y cerrar el círculo, para que ese beneficio extra se quede en la región y para que las explotaciones que ceban terneros sean rentables. Crecer en esta línea es el objetivo y debemos estar satisfechos de que el año pasado cebamos más que el ejercicio anterior. Para impulsar el sector creo que también es necesario, en nuestro caso, seguir trabajando con nuevos cortes y con nuevos formatos para dar un servicio más completo. Finalmente, se está avanzando defendiendo loscortes menos nobles y vistosos gracias a las hamburguesas, con las que se crece más de un 300% y con las que se conquista a un público más joven».

Luis Pérez Portilla, secretario general de la organización profesional agraria UGAM-COAG, coincide que el sector cárnico está en auge. Cada vez tiene más notoriedad y hay más ganaderos de carne. A estos se suma que los precios que se manejan ahora mismo no están mal. Pero se necesita que los precios de los piensos se moderen y que la campaña de forrajes sea abundante en producción y a unos precios asequibles. En definitiva, la clave pasa porque los costes de producción sean menores y las explotaciones sean viables». Va más allá este ganadero de ovino y también quesero diciendo que para el presente y el futuro de la ganadería extensiva de Cantabria, «fundamental por su valor económico, social y medioambiental es necesario que haya voluntad política por parte del Ministerio de Transición ecológica y de la ministra Teresa Ribera de sacar al lobo del Lespre».

Julio González, presidente del gremio de carniceros de Cantabria (Grecar) y con 42 años en el sector cárnio opina que «la actividad ganadera va a menos y así lo demuestra el número actual de explotaciones. Pero la carga administrativa que nos imponen no se reduce, va a más. La tendencia es esa, por todo lo que tenemos alrededor, los lobby anticarne… Nos están haciendo daño a todos. Si hablamos de un alimento de primera necesidad que es imprescindible en la dieta, ¿por qué no se nos reconoce? Desde la federación nacional seguimos reclamando el IVA superreducido para la carne como tienen otros productos frescos». Y abundan en sus explicaciones afirmando que «nosotros somos los carniceros de confianza para nuestros clientes y por lo tanto la calidad no se negocia. En este sentido nos mostramos muy comprometidos con el consumo de proximidad y la gran mayoría de la carne fresca que trabajamos es vacuno criado, alimentado y sacrificado en la región. Tenemos buenas razas, buenos pastos y buen clima, ¿dónde vamos a encontrar algo mejor?».