Sopa de coliflor y queso

La coliflor puede prepararse al vapor, asada, frita, estofada, hervida o gratinada, comerse sola, como protagonista única del plato, servir de guarnición de carnes y pescados o aparecer como ingrediente de algunas recetas. Pero su peculiar sabor divide al mundo entre quienes la adoran y quienes la aborrecen así que muchas veces nos preguntamos de qué manera podemos 'disfrazar' la coliflor para que los niños la coman, ya que no suele ser su verdura favorita. De ésta manera veréis que rápido os piden repetir, y es que acompañada de un queso, el típico trozo que se te queda en el fondo de la nevera y que ya no sabes que hacer con él, es una auténtica delicia.

Comenzamos preparando todos los ingredientes, utilizaremos, un par de zanahorias, una rama de apio, una cebolla, una coliflor, la cuña de queso y un buen caldo de verduras que tengamos.

Pelamos y picamos las zanahorias, hacemos lo mismo con el apio, la cebolla y la coliflor, en trozos no muy grandes, lo ponemos todo en una cazuela grande con un par de cucharadas de aceite de oliva y rehogamos durante unos diez minutos. No queremos que se doren, con lo cual el fuego lo pondremos medio. Salpimentamos, y si tenemos tapa pues con la tapa pero sin ajustar del todo, lo que queremos es que se nos vayan ablandando todas las verduras y se vayan mezclando todos los sabores. Cuando veamos que las zanahorias se han ablandado y la cebolla esté transparente añadimos el caldo de verduras, removemos bien y dejamos que empiece a hervir.

Una vez lo consigamos bajamos el fuego al mínimo y lo dejamos unos 12 minutos, tapado completamente.

Mientras vamos a rallar el queso y también vamos a preparar unos trozos de pan en el horno, para acompañar esta crema; se pueden hacer fritos pero en el horno quedan genial. Cortamos unos bastones, los ponemos en una bandeja y los untamos con aceite de oliva. Les ponemos un poco del queso que teníamos rallado por encima y un poco de pimienta negra. Los metemos al horno unos 180º hasta que estén bien dorados.

Volvemos con la sopa. Vamos a añadir el queso rallado y lo trituramos con la túrmix hasta que nos quede bien fina. Volvemos a ponerla al fuego y la dejamos hervir un par de minutos.

Servimos bien caliente en un bol con los bastones de pan por encima y un chorrito de aceite de oliva virgen extra.

Como veréis es una sopa básica y sencilla que como siempre os digo podéis interpretar a vuestra manera.