Tortilla de patata con queso de nata

Como dice el dicho, cada maestrillo tiene su librillo, y yo no pretendo en ningún momento deciros cómo hacer una tortilla de patata porque estoy seguro que sabéis hacerla de sobra. Lo que sí quiero es aportar un toque distinto con un ingrediente que también está presente, como la tortilla, en casi todos los picoteos de las casas de España cuando hay partidos, celebraciones, etc: el queso. Un alimento siempre presente en nuestras dietas, y que si no es así, debería.

Posiblemente los puristas de las tortillas cuando lean esto no estén de acuerdo, pero lo que intento es dar un toque diferente a una receta tradicional, nada más. Ya hay debates suficientes entre los que estamos a favor de la cebolla, o los que están en contra, y no quisiera abrir otro por la utilización del queso.

-Pues bien, nos ponemos manos a la obra. Para ello necesitaremos unas patatas, preferiblemente viejas, porque tienen menos almidón, unos buenos huevos de corral, cebolleta fresca, un poco de sal y un buen aceite para freír las patatas.

-Pelamos y cortamos las patatas en trozos regulares, ni muy grandes ni muy pequeños, mucha gente lo hace en laminas de medio centímetro de grosor para que se haga primero, la cebolleta en tiras finas para que se haga siempre a la vez, lo ponemos todo en una sartén y partimos siempre de aceite frío, todo bien cubierto.

-Lo ponemos al fuego y le damos tiempo para que arranque la fritura, cuando lleguemos a ese punto bajamos el fuego para que no se quemen. Queremos una patata blandita, no puede quedar dura.

-Los huevos tienen que ser lógicamente frescos, cuanto mejor sean, mejor será la tortilla. Es preferible no escatimar en este sentido. Los batimos y añadimos la sal, hay que tener en cuenta que a las patatas no le hemos puesto. No recomiendan batirlos mucho, mas bien solo mezclarlos.

-Seguidamente incorporamos las patatas bien escurridas en el huevo batido y mezclamos bien, rápido para que el calor de las mismas no nos cuaje el huevo, pero que se impregnen todas de esa maravilla, ponemos la sartén al fuego con un poco de aceite y vertemos la mitad de la mezcla, aquí es donde entra en liza el queso.

-Un queso de nata de Cantabria que previamente hemos sacado de la nevera para que esté atemperado, y colocamos por encima de la mezcla unos trozos repartidos aleatoriamente.

-Si queréis añadirle jamón, por ejemplo, lo hacéis sobre el queso. Rápidamente volcamos el resto de la mezcla dejando el queso atrapado para que se funda, es algo que tenemos que hacer rápido para que la tortilla nos salga hecha por igual.

-El resto ya lo sabéis, le damos la vuelta con un plato, si lo mojamos un poco con unas gotas de agua, el huevo resbala mejor. Ponemos la tortilla en la sartén por el lado que no está hecho, le damos forma y listo. No es recomendable dejarla mucho, pero ya sabéis que esto es para gustos, como el ponerle o no la cebolla.

-La sacamos, cortamos un pincho y veremos cómo el queso se ha fundido integrándose con la patata y el huevo, saldrán los típicos hilos de queso fundido que son sinónimos de placer, el placer de degustar una buena tortilla con queso de nata de Cantabria.