Secciones
Servicios
Destacamos
Tres años…, 36 meses…, 1093 días. ¡Qué difícil resulta a veces medir el tiempo! Nacho Basurto (+11 de diciembre de 2020) siempre tuvo los pies en el suelo aunque su cabeza viajase de forma continua por las estrellas; su espíritu de deportista le obligaba ... a una lucha permanente de mejora. Su trato afable y complaciente le servía en ocasiones como coraza protectora antes los embates del día a día.
Noticia relacionada
José Luis Pérez
Nacho siempre miraba a los ojos, a veces fugazmente, pero nunca con indiferencia; siempre le dedicaba más tiempo a escuchar que a hablar. No sólo te oía, más bien te escuchaba y su afán por aprender era un pozo sin fondo: siempre quería saber sobre una nueva cerveza, descubrir cómo se elabora ese queso que ha probado, el tiempo de cocción de una legumbre o ese tomate de cercanías del que tanto le han hablado.
Comer en sus restaurantes era como comer en su casa; siempre que podía se ejercitaba como camarero-anfitrión y se preocupaba de tu bienestar y de todos los que lo visitaban; era capaz de personalizar al instante varios menús con tal de satisfacer a todos y cada uno de los componentes de la mesa.
Nacho escribía con letra minúscula, no le gustaban las mayúsculas ni las palabras fuera de tono; con su tenue tono de voz le bastaba para ser escuchado en cualquier foro o debate. Sus conclusiones y trabajos sobre la 'Cocina al Vacío' sirvieron, y sirven hoy aún, a algún cocinero triestrellado y a esa legión de amigos-cocineros que hablan y lloran con él con una más que ferviente devoción.
Nacho nunca buscó premios ni distinciones, tampoco palabras edulcoradas ni palmaditas en la espalda; siempre buscó la amistad y el respeto…, amistad con sus compañeros de trabajo, con los clientes, con sus proveedores.
Nacho siempre era generoso con lo más valioso que tenemos en la vida: el tiempo. Siempre había cinco minutos para una breve conversación o una tarde entera para hablarte de cómo cocinar la carne de vaca tudanca. Su tiempo era tiempo de Gastronomía, de disfrute, de emoción, en ocasiones compartida con otra de sus pasiones, la caza. Hay una frase un tanto grandilocuente que dice: «Uno no muere mientras se le recuerde». Tú, querido gastrolector, ¿cuántas veces te has acordado de Nacho en los últimos mil días?
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.