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mada martínez
Miércoles, 13 de julio 2016, 07:16
El Brexit, la salida de Gran Bretaña de la UE aprobada en referendo por un 51,9% de los votantes, preocupa entre los españoles que trabajan allí. Tres profesionales de la enfermería de origen cántabro, exponen sus puntos de vista sobre su situación laboral en ... los meses venideros.
"Si nos vamos los españoles, lo van a notar mucho"
Marta Pérez González vive desde mediados de mayo en Eastbourne, una ciudad de 100.000 habitantes situada en la costa sur de Inglaterra. Le gusta que tenga mar. Trabaja en un hospital del NHS, en el servicio de Urgencias. Se desenvuelve bien en el trabajo, conoce todos los casos clínicos a los que se está enfrentando. Su inglés mejora día a día. Su horario se llama long day: turnos de doce horas y media con algún descanso en medio. Invierte la mayor parte de su tiempo libre en estudiar para matrona porque quiere presentarse en España al examen de la especialidad. Esa fue su primera opción al terminar el grado, pero no salió bien (unas 20.000 personas se presenta cada año al examen). Mandó algunos currículos y no hubo suerte, así que decidió marcharse a Inglaterra. Allí se ha encontrado con más enfermeras españolas, son la nacionalidad más numerosa en el hospital. ¿Por qué tantas? Marta resume: «Es una gran oportunidad, estamos bien vistas aquí (formación y cualificación por encima de la inglesa), y es difícil trabajar en el sistema público español», sobre todo en Andalucía, de donde proceden sus compañeras.
El Brexit le ha roto un poco los esquemas. Al día siguiente del referendo sobre la salida de la UE, sus compañeros british del hospital confesaban que no era su opción para nada. «No ocurrirá hasta dentro de dos años. Será un proceso lento. Ha habido manifestaciones para que vuelva a repetirse Si nos vamos lo van a notar y mucho».
Desde Inglaterra, por Italia y Francia hasta Santander
Desde hace un par de años, Alfonso Torre Valle trabaja en el centro de salud de Puertochico, en Santander, pero en su currículo hay tres sellos europeos, durante unos años fue un currículo en movimiento. En 2004, se fue a Ipswich, al este de Inglaterra. Situada a una hora de Londres, es una ciudad de tamaño medio, tranquila. Allí trabajó como enfermero de planta en un hospital del NHS, y se enfrentó a una situación totalmente distinta a la escena española en cuanto a desarrollo de competencias, a cultura de trabajo, aunque positiva. Cuenta que en un año vio coincidir en planta hasta sesenta enfermeros españoles. Entiende que si le hubiera pillado el Brexit, los puntos para futuras baremaciones en España no hubiera sido igual. «Ahora no va a contar como antes», opina.
Cumplidos los dos años y medio de estancia en Inglaterra, y con un puesto fijo, decidió trasladarse a Italia, a un hospital neurológico y público de Milán. Los protocolos de trabajo eran «opuestos» a los ingleses, las competencias similares a las desarrolladas en España, y encontró un trato más cercano. Al año y medio de haber comenzado la experiencia italiana, decidió un nuevo cambio: tras unos meses estudiando francés en España, y tras moverse y mandar currículos aquí y allá, se mudó a París para trabajar como enfermero en un hospital público de la capital francesa. Allí permaneció otros dos años y medio. Ahora está de vuelta en casa, con una experiencia multicultural.
"No pueden echarnos a todos, pero me gustaría volver"
Lucía Zubelzu viajó a Edimburgo por su cuenta, sin ofertas o reclamos previos. Le atraía vivir y trabajar en la capital de Escocia antes ya había trabajado como enfermera en Finlandia durante un año y medio, junto con otros sesenta compañeros, y en septiembre cumple ya dos años de estancia. Empezó trabajando en atención domiciliaria y, poco después, consiguió una plaza en una residencia geriátrica privada. Allí es la enfermera responsable del turno: organiza el trabajo de los auxiliares, coordinada todo el asunto de la medicación, acompaña al médico en sus visitas Está contenta, tiene trabajo y suma otra experiencia vital.
El resultado del referendo británico para la salida de la Unión Europea le genera incertidumbre, cómo no, aunque Escocia votara por quedarse. Recuerda que la ministra principal escocesa, Nicola Sturgeon, afirmó «que los extranjeros, los ciudadanos de la UE, éramos bien recibidos. Fue lo primero que dijo». Zubelzu entiende que la presencia española en el sistema sanitario británico tiene tanto peso «que no pueden echarnos a todos».
Tiene espíritu viajero y, a corto plazo no ha decidido qué hacer, aunque admite que el Brexit pueda motivar un nuevo cambio. «A España me gustaría volver», reconoce.
Diplomada en Enfermería en 2010, Lucía Zubelzu también ha estudiado Antropología. A finales de agosto espera viajar a Cantabria.
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