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Actividades deportivas con impacto para el medio natural.
Las solicitudes para circular por monte protegido se doblan en un año

Las solicitudes para circular por monte protegido se doblan en un año

Grupos de rescate, ecologistas y técnicos alertan de que "el 'dominguero' tiene un perfil muy agresivo con mucho impacto en el medio natural"

María de las Cuevas

Lunes, 1 de agosto 2016, 07:46

El verano es un momento crítico para el medio natural debido al aumento de aficionados a salir a disfrutar de la montaña. Lo que en principio es algo positivo e inofensivo, puede constituir un serio impacto sobre la naturaleza al no respetarse los principios básicos de convivencia con el medio.

La circulación a motor fuera de pista, conduciendo por propiedad privada y campo a través, es una de las conductas negligentes que se producen con mayor frecuencia en el monte. En julio y agosto se concentra el 17% de la solicitud de permisos anuales para circular por parques naturales, un dato que no incluye los permisos para ganaderos ni propietarios, solo particulares.

En lo que va de año se han solicitado 528 permisos para circular por pistas de espacios protegidos, 196 más respecto al pasado ejercicio y todavía «queda los más gordo», dicene desde la Consejería del Medio Rural, ya que no se han contabilizado las solicitudes de los meses estivales y la época de la berrea, en septiembre y octubre, que concentra el 50% de los permisos para espacios protegidos.

En 2013 se concedieron entre julio y agosto 453 permisos de circulación; en 2014 la cifra fue de 422; y en 2013 el número ascendía a 623 autorizaciones. En la actualidad únicamente se conceden 10 permisos de circulación por cada zona de tránsito.

Según apunta Ángel Serdio, jefe de servicio de Conservación de la Naturaleza de la Consejería del Medio Rural del Gobierno de Cantabria, «muy pocas personas que circulan por el monte conocen bien las normas, o si las conocen no las respetan. Superan la velocidad máxima van fuera de pista o llevan la música a todo volumen... El problema no es tanto el número de vehículos que transita por el monte, sino cómo se circula; la gente se cree que está de romería».

Respecto a las multas que se pusieron en esos mismo años, desde 300 euros a 3000, fueron 21 en 2015; las mismas en 2014; y 14 en 2013. Lo que a ojos del jefe de servicio, fueron «muy pocas».

Regulación incipiente

Cantabria «está atrasada» en cuanto a la regulación de las normas de convivencia en el monte, considera Serdio: «Estamos empezando ahora a regular. No se trata de prohibir, sino de restringir el uso para compatibilizar el medio natural con las prácticas deportivas».

Por último, el técnico de la Consejería destaca que «el transporte en el campo debe ser discreto y el esquema deportivo, que es la última tendencia, es surrealista e implica prácticas temerarias que obligan a efectuar rescates».

Por supuesto, no todo el mundo infringe las normas, existe una mayoría de personas sensibilizadas con la naturaleza que conocen los códigos de conducta. Sin embargo, hay colectivos en auge, entre los que están los domingueros, algunos deportistas poco concienciados y los pescadores deportivos. Todos ellos «se dan carta blanca» a la hora de disfrutar del aire libre, según denuncian desde el grupo ecologista SEO-Birdlife Cantabria.

Las principales actividades que causan un impacto negativo sobre el medio natural, según esta organización, son la práctica masiva de montainbike, parapente, barranquismo, motocross y las carreras verticales, el senderismo y la pesca, actividades que a priori pueden parecer que no afectan y, sin embargo, «causan un fuerte deterioro y erosión en el medio natural».

«El aumento de gente practicando estos deportes está desbordando a los técnicos y guardias para hacer cumplir las ordenanzas que regulan el uso adecuado del monte y existe un déficit de medios», según señala Javier López Orruela, del grupo Local SEO-Castro.

Durante los meses de verano, a pesar del aumento de presencia en el monte, la dotación de los técnicos responsables de la vigilancia no se incrementa. Por lo tanto, el mismo equipo de 90 personas que trabaja durante el año, se ocupa de realizar una intensa vigilancia preventiva y poner multas.

López Orruela critica el perfil del dominguero, al que califica de «muy agresivo» y de generar un foco de vertido importante: «No mide si su disfrute es compatible con los riesgos y se creen que su libertad personal está por encima de todo».

Además, Javier señala a otro colectivo, al de los pescadores deportivos, como altamente perjudicial por sus prácticas: «Generan muchos residuos. Salen a pescar, comen, beben y dejan todo tipo de residuos. En las campañas que hemos realizado de limpieza nos han dado arcadas con las montañas de vertidos que dejan trás de sí».

Por otro lado, las carreras verticales de montaña están tan de moda y tienen tanta afluencia de participantes que se programan cada fin de semana de forma multitudinaria. A estas carreras se refiere Felipe González, presidente de SEO-Birdlife en Cantabria: «Nos alegramos del auge de personas disfrutando de la naturaleza, pero siempre que se sigan los códigos de buenas prácticas. Nos encontramos con cantidad de envoltorios de sobres de bebidas y galletas energéticas de estos deportistas. Los corredores deben concienciarse de que son un número muy elevado de personas participando en la montaña y que, si no se cuida, la Administración tendrá que poner límites a estas prácticas».

En el caso de la actividad de barranquismo, el Gobierno regional ha limitado su práctica a once ríos y arroyos de la región. También se limita la frecuencia, para que no se produzcan aglomeraciones y la erosión del entorno. El permiso a las empresas de turismo activo está en los siguientes ríos: en el arroyo de Aján; río Yera; río Navedo; río Cicera; riega de Celis; río Sebrando; río Torina, portillo de Juniedre; arroyo Virujales, Lamasón; río Viaña (Vega de Pas); arroyo Quieva (Liérganes); río Calera (Ramales de la Victoria).

Los Grupos de Rescate e Intervención en Montaña, Greim, que cubren la zona de Picos de Europa aseguran que el 85% de los servicios que hacen «se podría evitar si hubiera un mayor conocimiento de los códigos de comportamiento en el monte. Los accidentes son consecuencia de ir poco preparados y no conocer el itinerario».

Desde el 15 de junio el grupo de alta montaña ha efectuado tres rescates y cuatro intervenciones para dar servicio de auxilio. «Es verídico que nos encontramos con personas por el monte andando con tacones o ropa inadecuada, que padecen deshidratación por no llevar agua o que cuando los niños se cansan, o ellos mismos, o se hace de noche, piden auxilio al Greim, y hay que recordar que un equipo de rescate no está para cumplir un servicio de transporte, para eso hay taxistas», indican miembros del grupo de Potes.

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