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consuelo de la peña
Domingo, 13 de noviembre 2016, 07:54
A veces ocurre que los contrarios se tocan sin que ello denote una atracción especial. El enfrentamiento público entre los dos partidos del Gobierno, PRC y PSOE, en la fase final de los presupuestos del próximo año, sirvió al PP y Podemos para coincidir en ... la crítica: que Cantabria «vuelve a tener dos gobiernos en uno».
La tensión generada en el seno del Gobierno al cierre del texto presupuesto ha abierto la espoleta para que ambas formaciones políticas se echen encima del bipartito: el PP para defender la contención de las cuentas regionales, como quiere el PSOE, y alertar de las pretensiones regionalistas de volver a un presupuesto expansivo y a los «malos hábitos» de la legislatura de 2007-2011, cuando el bipartito «fue capaz» de generar un déficit por encima del 4% durante dos años sucesivos, de más de 500 millones cada año.
La formación morada lo hizo para todo lo contrario, para apoyar la idea regionalista de unos presupuestos más inversores y, de paso, recordar que el presidente de Sodercán, Salvador Blanco, sigue siendo una línea roja para prestar su apoyo al documento. Pero ambos, populares y podemitas, se sirvieron de las diferencias de los socios de Gobierno sobre el presupuesto, que salieron este viernes a la luz, para ahondar en la idea de que hay «dos gobiernos» paralelos en la sede de Peña Herbosa.
Ese día, el consejero de Presidencia y hombre fuerte del presidente, Rafael de la Sierra, lanzó un comunicado público para exigir a sus coaligados más financiación para realizar nuevas inversiones, especialmente en los departamos en manos regionalistas (Obras Públicas, Ganadería e Industria), los que más sacrificio hicieron este año. Y lo hizo después de que la vicepresidenta, la socialista Eva Díaz Tezanos, avanzara que las próximas cuentas regionales tendrán unas cifras «muy semejantes» a los 2.464 millones de este ejercicio. Consciente o no del maremoto que iba a producir esa declaración en la escena política, De la Sierra quitó hierro ayer a lo acontecido y amarró en corto. «No hay dos gobiernos. Hay un Gobierno que en un 99% de los casos toma las decisiones sin problemas. No hay enfrentamiento entre los socios, sólo cuestiones puntuales, matices», explicó a este periódico.
El consejero cree que «se ha malinterpretado» la declaración regionalista y alejó el fantasma de la confrontación en el Gobierno. «Ni confrontación ni enfrentamiento», zanjó tras señalar que hay margen para un presupuesto expansivo que fomente la actividad económica y avanzar que «en días, muy pronto» el documento estará aprobado. Socarrón, respondió que las críticas del presidente del PP, Ignacio Diego, son «el mejor respaldo» a la postura regionalista. «Es una suerte recibir el rechazo de quien ha sido el responsable del mayor descalabro económico de Cantabria en 50 años», enfatizó.
Salía al paso así de las críticas del líder popular, que horas antes había denunciado el «ridículo» del Gobierno por las disputas públicas de sus consejeros sobre el presupuesto y alertado contra unas cuentas expansivas. Irónico, Diego se preguntó «en qué plató estará el presidente regional, incapaz de poner orden entre sus consejeros», al que censuró que «siempre haga recaer los problemas en otros para no asumir sus responsabilidades».
En este pim pam pum presupuestario también atizó Podemos, que no se cree que haya unidad de acción en el Ejecutivo, aunque su secretario general, Julio Revuelta, puso únicamente al PSOE en el centro de su diana por defender la «continuidad» de las cuentas públicas, una postura que a su juicio le conduce en brazos del PP. «Los socialistas quieren seguir en Cantabria la vía de la gran coalición», acusó, no sin antes recordar su posición presupuestaria: «Expansión fiscal para apuntalar el empleo y el desarrollo industrial y el desarrollo del estado de bienestar en cuestiones como dependencia, educación, sanidad o renta básica». El diputado podemita José Ramón Blanco también puso en evidencia que los socios de Gobierno están «enciscados entre ellos» y les reprochó que no se hayan sentado a negociar el documento «con nadie».
Pero al PSOE no le amilanan las amenazas de la formación morada y no se creen que vayan a decir no a sus cuentas. Su portavoz Silvia Abascal tachó de «demagógica» la posición de la formación morada y aseguró que Podemos «se verá en la obligación de aprobar los presupuestos», porque sus reivindicaciones «coinciden» con «todas y cada una de las prioridades» que el Gobierno regional bipartito ha fijado para su elaboración.
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