Cantabria rozó el lleno en un puente convertido en "una mini Semana Santa"

Los hoteles llenaron el 95% de sus habitaciones durante el sábado y el domingo y un 60% el lunes. Datos para estar "muy satisfechos", según el presidente de la Asociación de Hostelería de Cantabria, Ángel Cuevas. "Ha sido un mes de abril maravilloso, hemos rozado el lleno en casi toda la región, sin apenas diferencia entre la costa y el interior", destacó.

De hecho, los alojamientos rurales llegaron a estar al 90% el sábado, después de temblar el jueves y el viernes con una cadena de anulaciones por las previsiones meteorológicas. Pero el tiempo aguantó. "Parecía que estaba revuelto al principio, pero no nos podemos quejar. Ha sido un puente francamente bueno. No podemos ponerle el cartel de completo como en Semana Santa, pero sí ha habido una ocupación muy alta", aseguró el presidente de la Asociación Turismo Rural, Jesús Blanco.

A la espera de extranjeros

Los campings, que en primavera no suelen vivir su mejor momento del año, a la espera de que los extranjeros lleguen de la mano del verano, también tocaron techo. Los bungalows, por ejemplo, coquetearon con el lleno total, según las cifras manejadas por Alonso. "Ha sido una mini Semana Santa para nosotros. Hemos notado, sobre todo, mucho movimiento de madrileños y vascos", señaló. Y como suele ser habitual cuando se encadenan varios festivos, el Parque de Cabárceno volvió a ser un imán de turistas. Las tradicionales caravanas a la entrada del recinto colapsaron las carreteras de la zona y las taquillas tuvieron que cerrar a última hora de la mañana.

Pero si ha habido un lugar especialmente beneficiado en este puente ha sido Liébana. La confluencia del Año Jubilar, el concierto de Jean-Michel Jarre que congregó a 6.000 personas en el aparcamiento del Monasterio y los días festivos llenaron las calles de Potes de foráneos.

Mientras el Gobierno regional espera llegar al millón de peregrinos cuando finalice el Año Santo, la comarca y su sector hostelero ya están notando los primeros coletazos de esa inyección turística. "Han estado al 100% este fin de semana. Ha coincidido todo allí y podemos estar muy contentos", dijo Cuevas. El presidente de los hosteleros quiso, sin embargo, aclarar que, pese a los buenos índices de ocupación, "no todo está lleno hasta junio. Basta con buscar habitaciones en internet y comprobar que hay disponibles". Eso sí, explicó que las sensaciones "son muy buenas y estamos creciendo".

Todos coinciden en que se batirán los récords del año pasado si los próximos meses siguen en la misma línea. Hay que recordar que Cantabria tuvo en 2016 un incremento de turistas cercano al 10%, con un repunte de viajeros internacionales, del 15% y un aumento del 20% en las estancias en los hoteles. Una recuperación que permite respirar a un sector que, entre 2007 y 2013, bajó un 45% sus ingresos.

"Vamos a superar esas cifras. Mi previsión personal es que creceremos en torno al 7% siempre que el tiempo lo permita", vaticinó Alonso. También Cuevas cree que Cantabria "va por buen camino para superar el gran año que fue el 2016". "Estoy convencido de que vamos a mejorar. La clave es el buen tiempo, pero creo que va a ser un gran 2017", espera Blanco.

Los turistas que se decantaron por Cantabria este puente se beneficiaron de la coincidencia de un buen número de festividades y celebraciones, más allá del ejercicio de misticismo musical de Jarre en Liébana. En Santoña, por ejemplo, se celebró el Gran Cabildo de la Cofradía de la Anchoa, con la participación del actor Antonio Resines, la campeona olímpica Ruth Beitia y las miles de personas que se acercaron para degustar el producto. Además, San Vicente de la Barquera rememoró la llegada de su patrona a la villa en La Folía y Camargo celebró los actos del Dos de Mayo. En resumidas cuentas, un puente "muy bueno", según Blanco, que sostendrá al sector hasta que llegue el verano.