Secciones
Servicios
Destacamos
Mariña Álvarez
Jueves, 25 de mayo 2017, 07:19
José Antonio San Miguel ya no está solo en su cruzada. El 18 de mayo denunció que unos desconocidos le habían arrojado piedras cuando circulaba por la autovía S-10 en Maliaño, a la altura del puente que une el centro comercial Valle Real con ... el aeropuerto. Era de noche, estaba lloviendo y alguien le lanzó un objeto; se llevó "un susto de muerte", una ventanilla le estalló, los cristales le pasaron por delante de la cara... Pero pudo contarlo y denunciarlo. Tanto la agrupación de Tráfico como la Policía Local de Camargo dijeron entonces que había sido un "caso aislado", que no les constaban otras denuncias por hechos semejantes en ese punto de la red viaria. Pero a raíz de contar su historia en este periódico, han aflorado otros lanzamientos de piedras, sorprendentemente en el mismo punto y con un resultado similar: coches abollados, cristales reventados y conductores asustados e indignados. Y ya se están investigando los tres. Patrullas de la Guardia Civil recorren "la zona del puente y limítrofes" a las horas 'calientes' en prevención de que vuelva a ocurrir y para dar con los autores, según fuentes del instituto armado. Que en su día se hablara de 'hecho aislado' fue porque la denuncia no cayó en manos de Tráfico, sino directamente en las unidades de Seguridad Ciudadana, según ha explicado la Guardia Civil, que se encargan de averiguar quién -o quiénes- ha podido cometer unos hechos de tal gravedad.
ver más
Los tres casos (hay un cuarto que se quedó en intento) de los que ha tenido conocimiento este periódico son coincidentes: ocurrieron de madrugada y justo a la altura de ese puente que pasa por encima de la autovía que conecta con Bilbao. A José Antonio le pasó el 18 de mayo sobre las 02.00 horas. Y había no uno, sino dos precedentes cercanos en el tiempo: Fernando A. y Daniel S. pasaron por el mismo trance el 21 de abril. El primero, a las 05.45 horas. El segundo, solo cinco minutos después (a las 05.50). Son compañeros de trabajo en Equipos Nucleares y su jornada empezaba a las seis de la mañana. En esos cinco minutos, cuentan, a otra empleada le tiraron cascotes "pero los esquivó, no acertaron. Luego nos contó que sintió los chasquidos de la piedra debajo de su coche".
Sin embargo, la percepción sobre el punto del que procedían las piedras difiere entre las víctimas. José Antonio y Fernando creen que se las lanzaron desde el lateral derecho de la misma carretera, pero Daniel piensa que fue desde lo alto del puente. Tras el impacto en sus coches, los tres se detuvieron, comprobaron con alivio que no estaban heridos y observaron alrededor, sin poder ver a nadie.
Son bloques blancos de hormigón
Las fotos facilitadas a este periódico por los afectados muestran otra coincidencia más: las chapas de los vehículos presentan marcas blancas. Las piedras son blancas.
Uno de los afectados contó a este periódico que, días después del incidente, vio cerca del puente de Maliaño un muro de bloques de hormigón blanco "medio derruido", con escombros de la estructura amontonados en el suelo. Sospecha que las piedras lanzadas a su coche procedían de ese montón, situado demasiado cerca de la carretera como para que sea una mera casualidad. Tan blanca era la piedra que vio venir hacia él "con el rabillo del ojo" que al principio pensó que era "un gato". "Noté un gran golpe en el lateral derecho, y seguí circulando hasta el aparcamiento de la empresa. Luego ya pude comprobar que había sido un ladrillazo, en las abolladuras de la chapa me quedó el polvillo blanco", relata Fernando A.
Tras contarlo a sus compañeros, uno de ellos, Daniel S., le dijo que a él le había pasado lo mismo casi a la misma hora. Pero él sí vio que le habían tirado un bloque, parte del que se ve a trozos en la fotografía, porque en el cristal quedaron las marcas de un pedrusco mucho mayor. Gracias a que esquivó las piedras que había esparcidas en la calzada cuando pasaba bajo el puente de Maliaño, tal bloque no le dio de lleno. "De pronto me explotó el parabrisas. Me llevé un susto enorme, pensé que era el reventón de una rueda".
Paró el coche y vio que era un bloque de hormigón, que le había pegado "en un lado" de la luna delantera, "tocó un poco en el marco del parabrisas, por eso no se coló dentro del coche", aunque el habitáculo quedó lleno de cristales. Daniel quiso averiguar por sí mismo quién había podido hacer eso, "di una vuelta, subí al puente y no había nadie. Y pasé por el carril que va a la gasolinera y tampoco...".
Tanto él como los otros dos afectados descartan que las piedras procedieran de la propia estructura del puente, que pudieran ser cascotes desprendidos por mal estado. "El puente está perfecto, no está descascarillado, y hasta tiene como un rodapié con una rejilla para que no se cuele nada por la abertura".
La suerte es que ninguno de los tres sufrió un accidente, a pesar del "gran tamaño de los bloques" que desconocidos les tiraron en medio de la noche.
Una gamberrada macabra
Hay que remontarse siete años para encontrar en Cantabria un precedente a estas pedradas a coches en circulación. En abril de 2010 un vehículo que pasaba por la S-20 a la altura de la Bajada del Caleruco recibió el impacto de una piedra de treinta kilos que alguien le había lanzado, también, desde uno de los puentes que atraviesan esta vía que conduce a El Sardinero. Aquel episodio, igual que estos tres, se saldó únicamente con daños materiales. El conductor resultó ileso y pudo denunciar los hechos.
En los últimos años no constan accidentes de gravedad causados por este tipo de prácticas en Cantabria, que en otros puntos de la geografía han llegado a ocasionar víctimas mortales. Recientemente, tres menores fueron condenados por la muerte de un hombre al lanzar piedras desde el puente de una autopista en Murcia. Por aquel caso, los padres de los niños tuvieron que indemnizar a la familia del fallecido con más de 163.000 euros.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.