Muere una vecina de Navajeda de 73 años en un accidente múltiple en la S-10 en Heras

Milagros C. C., de 73 años y vecina de Navajeda (Entrambasaguas), falleció ayer en un accidente de tráfico causado por una colisión múltiple en la S-10, a la altura de Heras y en dirección a Santander. El vehículo que conducía, un Dacia Duster, quedó destrozado y la víctima, que tuvo que ser excarcelada por los bomberos de Santander, fue trasladada a la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI)del Hospital Universitario Marqués de Valdecilla, donde finalmente murió.

La Guardia Civil de Tráfico investiga las causas del siniestro pues afectó a seis vehículos. De todos ellos solo tres ocupantes tuvieron que ser atendidos por heridas leves y, tras la realización de las pruebas de consumo de sustancias, ninguno resultó positivo en alcohol.

«No sabemos todavía qué ha ocurrido, pero es extraño que este tipo de suceso ocurra en estas circunstancias en una carretera normal, que no tiene especial peligro. En una recta, sin lluvia y sin que se estuvieran realizando obras o cualquier otra actividad en la calzada», argumenta José Miguel Tolosa, responsable de la Dirección General de Tráfico (DGT)en Cantabria. «Lo que ha fallado seguro es la distancia de seguridad, quizá la velocidad y sobre todo la concentración al volante», asegura.

El choque se registró a primera hora de la mañana y provocó importantes retenciones en la zona con hasta cuatro kilómetros –del 14 al 10 en sentido decreciente– de congestión que duró al menos dos horas.

El Servicio de Emergencias 112 recibió la llamada de aviso a las ocho y veinticinco de la mañana y hasta la zona se desplazaron efectivos de la Guardia Civil, una dotación con seis bomberos de Santander, operarios del servicio de mantenimiento de carreteras y sanitarios del 061, que desplazaron a las víctimas en ambulancia hasta Valdecilla.

Se da la coincidencia de que a esa misma hora, en idéntico punto kilométrico pero en el sentido contrario, hacia Bilbao, se produjo otro accidente, también múltiple, con cinco vehículos implicados. En este segundo choque nadie resultó herido, pero la situación aparatosa también desencadenó retenciones que duraron varios minutos.

«Esto es lo que sucede cuando el conductor se despista cuando se queda mirando el siniestro que hay al otro lado de la carretera», informan fuentes de la DGT que intervinieron en el lugar. «Lo correcto en estos casos, para evitar esto, es que no se pierda la concentración, que se siga el camino, y que se respeten las indicaciones de los agentes».

Los operarios de mantenimiento de carreteras finalizaron los trabajos a las diez y media de la mañana, esparcieron el polvo de sepiolita para el secado de los líquidos derramados por el asfalto y el tráfico quedó restituido con normalidad durante el resto del día.

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