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El conflicto por el caos en el funcionamiento de los trenes de Cercanías de Cantabria que se arrastra desde hace tiempo y que se ha intensificado en las últimas semanas llegó este pasado martes al Senado. La ministra de Transportes, Raquel Sánchez, rechazó la petición del regionalista José Miguel Fernández Viadero ... de dejar sin efecto el nuevo sistema de seguridad (ASFA) que se ha implantado en la línea Santander-Cabezón de la Sal hasta que puede utilizarse sin interferir en el normal funcionamiento del servicio, como reclaman los usuarios, «hartos» de los continuos retrasos. Dijo 'no', pero afirmó que comprendía las quejas y que su departamento seguiría adelante con el plan de modernización de la red de la comunidad autónoma. Casualidad o no, sólo unas horas después el Consejo de Administración de la empresa pública Adif daba el visto bueno a la licitación del contrato de la duplicación de la vía en el tramo entre El Astillero y Orejo, dentro de la línea de la antigua FEVE -la otra rama de la red, la oriental- que comunica Santander y Bilbao.
Son unos 41 millones de euros (IVA incluido) que también servirán para proceder a la electrificación del trazado. Según destaca el Ministerio de Transportes, esta es una de las actuaciones incluidas dentro del Plan de Cercanías de Cantabria y servirá para «facilitar la explotación de este tramo, aumentando la capacidad de la línea y mejorando su fiabilidad». Una vez que Adif analice las ofertas presentadas por las constructoras y se formalice el contrato, la adjudicataria tendrá 24 meses para acometer los trabajos sobre el terreno.
El tramo que se duplica, según las estadísticas de Transportes, es uno de los que presenta mayor número de circulaciones diarias. La obra tiene como objeto aumentar la capacidad de la línea ferroviaria de ancho métrico Santander-Bilbao mediante la duplicación de la vía existente entre la estación de El Astillero, concretamente desde el apeadero de La Cantábrica, y la estación de Orejo, así como las actuaciones asociadas necesarias: ampliación de plataforma, drenaje, ampliación de estructuras existentes y electrificación, entre otras.
Se desarrollará en una longitud de 6,8 km aproximadamente, dentro de los términos municipales de El Astillero y Marina de Cudeyo, iniciándose en el apeadero de La Cantábrica, donde finaliza el tramo anterior, de vía que ya es doble, en una topera. El proyecto incluye también la modificación de los actuales apeaderos de La Cantábrica y San Salvador, así como la remodelación del paso inferior de la estación de Heras. La duplicación de vía se realiza disponiendo una nueva vía paralela a la existente (3,5 metros entre ejes), intentando mantener la vía existente en su posición actual en la medida de lo posible, aumentando la plataforma ferroviaria necesaria.
Aunque el proyecto de integración ferroviaria de Santander está paralizado a la espera de que se elabore un nuevo diseño que tenga en cuenta el proceso de participación ciudadana realizado desde la Concejalía de Urbanismo, ya se están dando los primeros pasos hacia la reordenación. Esto se produce porque hay tareas que, sea cual sea el proyecto que finalmente se desarrolle en esta zona, hay que hacerlas sí o sí. Es el caso de la renovación de las instalaciones de seguridad de la estación de ancho métrico (la antigua FEVE), que Adif ha adjudicado por 6,5 millones de euros a la empresa Alstom Transporte y que cuenta con un plazo de ejecución previsto de 30 meses.
«Esta intervención, que había que realizar sí o sí, formará parte de la configuración futura de las vías y supondrá una mejora de las infraestructuras», explican fuentes de Adif. Una de las acciones incluidas en este contrato es la sustitución de los enclavamientos, unos dispositivos que permiten controlar la circulación en las estaciones y manejar las señales, los desvíos y las semibarreras. «Se va a colocar una tecnología más moderna, ya que la infraestructura de lo que se conoce como FEVE suele estar más obsoleta que la de Renfe». También se desplazarán ya que, en el futuro, las vías de los dos anchos (métrico e ibérico) estarán en el mismo edificio.
Además de la modernización del enclavamiento, estas obras aúnan la instalación de un puesto de mando local videográfico y contadores electrónicos de ejes, nueva señalización e instalación de balizas. El objetivo es adaptar las instalaciones ferroviarias para operar en las condiciones de explotación de la nueva red que resultará de la reordenación de espacios en la estación santanderina. Aunque aún no está definido al 100% el proyecto de integración ferroviaria, incluirá el desplazamiento hacia el norte del haz de vías de ancho métrico para ubicarlas junto a las de la red convencional (ancho ibérico). También se integrarán todos los servicios de viajeros en un único edificio, liberando parte del espacio.
Esta modernización repercutirá en la mejora del servicio, que en las últimas semanas acumula numerosas quejas de los usuarios. Desde Adif recalcan que esta empresa sólo es responsable de las infraestructuras, mientras que el estado de los trenes, los cambios en los horarios y los empleados dependen de la operadora, Renfe.
El actual tramo El Astillero-Orejo, de vía única, forma parte de una línea más amplia (Santander-Orejo), que es una de las que presenta mayor número de usuarios de toda la red de ancho métrico de Cantabria. «El aumento del número de vías, y de las conexiones entre ellas, permitirá facilitar la explotación, mejorar la capacidad de la infraestructura y dotar de mayor versatilidad al tramo», defiende el Gobierno de España.
Este proyecto es uno de los que el Ejecutivo de Pedro Sánchez ha incluido dentro del Plan Next Generation, ya que encaja con los diferentes Objetivos de Desarrollo Sostenible en las áreas de Transportes y Comunicaciones Inteligentes, por lo que será financiada con cargo a los fondos europeos.
Estos trabajos comenzarán casi a la vez que los de duplicación de la vía entre Renedo y Guarnizo (esto es línea de Renfe), que también fueron licitados el pasado mes de noviembre. En este caso, la cuantía del contrato asciende a 53 millones de euros y no servirán solo para mejorar la red de Cercanías de Cantabria, sino que también es una actuación necesaria para unir Torrelavega y Santander con tren de altas prestaciones dentro del proyecto del AVE a Madrid a través de Palencia.
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