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Los administradores concursales de la constructora Emilio Bolado, que quebró en 2012 como consecuencia de la anterior crisis económica, se encuentran a la espera de recibir una llamada por parte de la empresa que se ha interesado por crear el mayor complejo turístico alrededor del deporte del golf del norte de España en Loredo ... , en unos terrenos que en su día pertenecían a este gigante del ladrillo ahora en proceso de extinción. «Por el momento, no hemos tenido contacto con esa empresa», apunta el abogado Calixto Alonso, uno de los tres profesionales designados por el Juzgado de lo Mercantil de Santander para la gestión del concurso de acreedores, en relación a Sunny Resorts, la sociedad con sede en Madrid que dirige el empresario Pelayo Cortina Koplowitz, principal impulsor del proyecto. Una iniciativa que, además del campo de golf de 18 hoyos, también contempla la creación de un hotel y un complejo turístico asociado con distintas ofertas de ocio.
Aunque los administradores concursales sí habían tenido conocimiento de las intenciones de este inversor, que ya ha puesto en marcha proyectos similares en Portugal -basados en un turismo ecológico y de 'alto standing' para público español y europeo-, no han tenido ninguna comunicación concreta. Así, esperan recibir una oferta antes de pronunciarse, aunque ven con buenos ojos avanzar en el proceso y colocar de la mejor manera posible los activos que quedaron tras la desaparición de Emilio Bolado. «Intención sí. Nosotros estamos en la obligación de liquidar el concurso. Para eso nos han nombrado», recuerda Alonso, que insiste en que, más allá de su opinión, «somos colaboradores directos del Juzgado Mercantil y será este quien tenga la última palabra».
El abogado, uno de los encargados de la liquidación de las diferentes empresas que formaban el conglomerado de Emilio Bolado, adelanta que es muy probable que el valor actual de estos terrenos sea inferior al que figuraba cuando entraron en el concurso de acreedores hace casi diez años. La cantidad fijada estaría ahora muy por encima del mercado, sobre todo después de que parte de esos suelos fueran protegidos y calificados como duna fósil. Esa parte quedaría libre, fuera del proyecto, que ocuparía una superficie de alrededor de 60 hectáreas y requeriría una inversión de alrededor de 35 millones de euros. Ahora, lo que cabría es una nueva tasación. A partir de ahí, si Sunny Resorts confirma sus intenciones, tendría que presentar la documentación, hacer una oferta económica e ir con todo el dosier al juez de lo Mercantil para que se pronuncie.
Aunque existen otras fincas afectadas, es fundamental lo que digan los concursales porque constituyen una parte muy mayoritaria del espacio y sólo con su aprobación -o la de ellos y dos o tres propietarios más-, el resto tendría que subirse al carro de forma obligatoria. Así lo recoge el PGOU de Ribamontán al Mar, que a través de la figura de un Plan Parcial reserva, previo informe ambiental, este sector del municipio a un campo de golf. Una instalación de titularidad municipal y explotación privada.
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