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En Soba son bien conocedores de la situación y el peligro que tiene la carretera que atraviesa el puerto de Lunada. Tanto es así, que ... su alcalde, Julián Fuentecilla, fue uno de los primeros en pronunciarse sobre las condiciones de la vía después de que los cuatro jóvenes procedentes del barrio madrileño de Vallecas perdieran la vida el sábado tras volcar su coche.
Este lunes, el alcalde volvió a reclamar medidas y puso dos opciones encima de la mesa para atajar el problema que supone la CA-643 en la situación actual. El primero es evidente, Fuentecilla urge a «arreglar» esta vía y que se cumpla así con una demanda histórica de los ayuntamientos y vecinos de la zona, pero si no se puede llevar a cabo en el corto plazo, propone que se acometan «cierres puntuales» cuando las condiciones supongan dificultades para la circulación.
«Es lo mejor para evitar estos riesgos graves», ha señalado Fuentecilla, para quien es «tremendo» e «indescriptible» lo que ha ocurrido, más «siendo las víctimas chavales tan jóvenes». «Yo esa noche no pude dormir: estuve dando vueltas a la cabeza y pensando cómo había podido pasar», expresaba en declaraciones a E.Press
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Por eso, Fuentecilla insistió en que esta carretera «necesita una urgente reparación», aunque admitió que es «complicado» acometer obras allí por los «neveros enormes» que se forman en invierno en los que las precipitaciones de copos de nieve se producen«con intensidad», y evidenciaba además que costaría «mucho dinero». Y es que cree que se precisarían 'viseras' o túneles para facilitar el tránsito de vehículos durante todo el año.
El alcalde de Soba, recordó que solamente se ha realizado uno de los tres tramos en Lunada y que el resto del proyecto se había comprometido para esta legislatura, siendo la peor parte y la más complicada de arreglar la más elevada, donde tuvo lugar el trágico accidente.
El siniestro tuvo lugar en un tramo elevado y «muy sinuoso», en el que las curvas se suceden una tras otra, y donde no hay barreras de protección -como quitamiedos o muros-.
Sucedió además de noche, sobre las 22.00 horas del 15 de marzo, en una jornada más propia de «días invernales», ya que «trapeaba» -«nevaba un poco», precisa Fuentecilla- y hacía «mucho frío», con lo que los copos caídos pueden convertirse en hielo y se pudo producir una pérdida de control del vehículo, apunta, aunque la Guardia Civil sigue investigando la causa del siniestro.
En cualquier caso, teniendo en cuenta las características de la vía y las condiciones meteorológicas del momento del suceso así como la ausencia de luz, la carretera constituye «un riesgo para quien no la conoce e incluso para el que sí» ha transitado previamente por ella, ha señalado el alcalde de Soba, municipio al que pertenece la localidad de Valdició, punto en el que el turismo se salió de la vía y cayó por una ladera de unos 300 metros, en tonel y dando vueltas de campana.
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