Alcaldes socialistas y regionalistas piden «un esfuerzo para reconducir el pacto»

«Lo sensato es que se calme todo y se siga trabajando como hasta ahora. Yo creo que se tiene que seguir gobernando», apunta la alcaldesa de Camargo, Esther Bolado, en referencia a la entente entre Revilla y Zuloaga. No niega que vive el momento, como muchos afiliados y el resto de cántabros, con «mucha incertidumbre». Esa es su posición, pero recuerda que «me guste más o me guste menos, siempre voy a acatar lo que decida el partido». En un sentido u en otro, porque cree que no puede interpretarse como una debilidad «rectificar si se ha hecho algo mal», una afirmación que lanza tanto a los de casa como a los regionalistas. «En Camargo no va a haber problemas con el pacto. Hay y va a haber estabilidad», apunta Bolado, que recuerda que como ocurrió en su municipio la pasada legislatura, los pactos pueden pasar por momentos complicados, pero los obstáculos se solucionan con diálogo.

Tampoco contempla quedarse en minoría el alcalde Santoña porque considera que «los pactos locales no tienen nada que ver con el regional, y mucho menos con la investidura de un presidente en Madrid». Sergio Abascal se encuentra en el sector del PSOE que ve necesario «reconducir el pacto cántabro porque la coalición es buena para la gente». ¿Cómo hacerlo? «Quitando hierro al asunto», opina. Y si la Ejecutiva de esta tarde se inclina por lo contrario, cree que debería darse la palabra a la militancia. Eso no quiere decir que reste gravedad al 'no' del PRC a un Pedro Sánchez que, como defienden los socialistas, «ha sido totalmente respetuoso» con la ley y la Constitución. Y en todo caso, cree que una solución intermedia habría sido la abstención.

Lo dice con otras palabras su compañero de Santa Cruz de Bezana. «A mí lo de Madrid me ha parecido un gran error terrible y una pequeña gran traición», añade Alberto García. Como Abascal, entiende que el apoyo a Pedro Sánchez por parte de sus socios en Cantabria estaba implícito cuando se firmó el 'papeluco'. El regidor no tiene claro cuál debe ser la respuesta a nivel regional y está a la espera de que la Ejecutiva socialista marque su posición. En función de sus decisiones «estudiaremos en qué situación nos encontramos, pero aquí no tendría que influir porque creo que hay un tripartito que funciona». Más allá de las afinidades políticas, lo que les une son los proyectos en común que tienen para la legislatura y la buena relación entre los concejales. «En el Gobierno regional es verdad que la situación es complicada porque hay una ruptura tácita del acuerdo, pero ya se verá...», concluye.

Desde Piélagos, Verónica Samperio entiende que la Ejecutiva es quien debe marcar posición, pero cree que «hay que pensar en los cántabros. Cuanto más estabilidad, mejor para todos». Esa misma postura la traslada a su municipio, donde ve muy difícil que nada haga cambiar el acuerdo local con sus socios: «Si por algo se ha caracterizado este equipo de Gobierno, y ya lo demostramos la pasada legislatura en otros asuntos, es por anteponer los intereses de los vecinos a los de nuestros partidos».

Todos esperan noticias, como el alcalde de Cartes, Agustín Molleda, interesado no tanto por su ayuntamiento -tiene mayoría absolutísima-, sino porque también es responsable de asuntos locales del PSOE de Cantabria: «Hay que escuchar a la Ejecutiva. Es el secretario general el que tiene que avanzar y comunicar cualquier cosa y quien haga de portavoz».

Si los alcaldes del PSOE están a la expectativa, mucho más los del PRC, que creen que la pelota está en el tejado de Zuloaga. Por el momento, tranquilidad y en casi todos los casos convencimiento de que nada va a cambiar, por lo menos en clave local. Desde Torrelavega, Javier López Estrada no cierra ninguna puerta: «Mantendremos los pactos en tanto y cuando no suceda algo que los eche abajo, y de momento no ha sucedido. Si el PSOE ordena romper los pactos locales habrá que tomar una decisión. Con calma. De momento el pacto sigue en pie». El segundo regidor de Cantabria recuerda que el PRC da libertad a los comités locales para conformar sus alianzas. Pasó cuando se constituyeron los ayuntamientos y también a lo largo de los próximos cuatro años y «eso conlleva una responsabilidad por el bien de la ciudad».

Teresa Noceda, alcalde de Comillas, es de las que no sale de su asombro con el órdago de Zuloaga porque «las cosas no se pueden hacer en pleno calentón». Y añade que a los alcaldes regionalistas que como ella tiene al PSOE en el equipo de Gobierno les daría mucha pena una ruptura de ese tipo porque creen que el Ejecutivo autonómico bipartito está funcionando bien. «En Cabezón hicimos un pacto y seguimos con el pacto. No sé qué hará Zuloaga, pero aquí nosotros gobernamos con el PSOE con toda normalidad», cuenta el alcalde de la localidad, Víctor Reinoso, que asegura que los socios locales están hoy igual de bien que hace una semana y desea que dentro de otra semana la situación siga en el mismo punto.

El regionalista Juan José Perojo (Medio Cudeyo) no lo desea, lo aseguraba ayer en un descanso de una reunión con su equipo, que incluye socialistas: «No sé si cambiara algo en Cantabria, pero aquí no. De momento todo lo que se oye es aire».