Cuevas dimite al frente de Hostelería tras consolidar la recuperación del sector

Se despidió después de presentar el balance de un verano exitoso, el primero totalmente libre de restricciones desde la irrupción de la pandemia, que es ya solo un mal recuerdo para el sector. Será relevado, como mandan los estatutos de la organización empresarial, por el vicepresidente primero, Francisco Agudo (Torrelavega, 1964), diplomado en Turismo, vicepresidente primero de la agrupación, actual director del Hotel Santemar y quien estuvo al frente la Dirección General de Turismo de Cantabria entre 2011 y 2013. Él será el nuevo hombre fuerte de la hostelería en la región hasta junio de 2023, cuando se celebren las próximas elecciones en el colectivo.

No hay motivaciones ocultas en la retirada de Cuevas: después de siete años al frente de la asociación, con una etapa, la del covid, de lucha y trabajo intensos, se va del cargo con la sensación de haber cumplido una tarea, dejando una hostelería ya recuperada del golpe de la pandemia. «A partir de ahora abriré una nueva etapa. Estaré más tiempo con mi núcleo cercano. Disfrutaré más de algunas aficiones. Afinaré mejor mis negocios. Y, ojo, me queda mucha agua en la ponchera. Así que también habrá nuevos proyectos», explicó después a los asociados.

Ángel Cuevas estuvo arropado en su despedida por los demás miembros del comité ejecutivo de Hostelería de España, y por su presidente, José Luis Yzuel. Hacia todos tuvo palabras de elogio, como las que dirigió al resto de miembros de su directiva en Cantabria, a los trabajadores de la asociación y también a la prensa, a la que agradeció su apoyo en los meses más duros –«nos habéis dado mucha visibilidad, y eso para nosotros en aquel momento era importantísimo».

El mandato de Cuevas, que ahora concluye, queda marcado por el estallido de la pandemia, que condicionó durante dos años largos el trabajo en la hostelería, un periodo durante el cual la asociación mantuvo un duro pulso con la Administración, y especialmente con la Consejería de Sanidad, el organismo que dictaba las medidas que limitaban su trabajo. El hasta ahora presidente de los hosteleros de Cantabria mostró entonces su faceta más reivindicativa para forzar al Gobierno regional a atender las demandas del sector.

Esa etapa de crisis parece felizmente superada, a juzgar por los resultados obtenidos por el sector durante este verano. Cuevas reconoció que «el tiempo ha ayudado a Cantabria», con olas de calor «más llevaderas» que las que ha padecido la mayor parte del país. «Ha sido un verano para recordar», admitió, aunque el incremento de visitantes se ha notado más en la franja costera, y no tanto en las localidades del interior de la región. En cualquier caso, «Cantabria se ha convertido en uno de los principales motores de atracción turística».

En su repaso, Cuevas destacó el aumento de la ocupación en los alojamientos de la región, que alcanzó el 93% durante el verano, tres puntos por encima de la registrada en 2019, con un crecimiento de la facturación del 12% y un 4% más de rentabilidad, lastrada por la inflación que, entre otros aspectos, se ha traducido en una energía un 2,7% más cara.

El balance en la restauración también resulta positivo, según Cuevas, aunque en menor medida: la facturación en los restaurantes ha crecido un 6% en tanto que la rentabilidad de estos negocios lo ha hecho «ligeramente», para afrontar la subida de precios, aunque «no ha sido suficiente».

La hostelería cántabra ha sido «prudente», en palabras de quien ha sido su presidente durante los últimos ocho veranos, pues ha aplicado una subida media de entre el 8 y 10%, cuando los costes se han encarecido cerca de un 25%. Pero «la mayoría» de los establecimientos no ha repercutido ese repunte, de ahí la menor rentabilidad.

Por su parte, el ocio nocturno ha registrado mayor afluencia de gente joven en sus negocios, ya que la edad media de los clientes ha bajado respecto a otros veranos, situándose entre los 25 y 45 años. Esta actividad tampoco ha repercutido el aumento de los costes a la clientela.

Respecto a los problemas del sector, tanto Ángel Cuevas como José Luis Yzuel destacaron dos: la falta de personal –especialmente jóvenes–, y el aumento de los costes de producción, entre los que destaca la factura energética, que se ha «triplicado» y que a su juicio tiene «difícil arreglo».

La «incertidumbre» existente, unida a «anuncios nada halagüeños», hace que los hosteleros estén «inmersos en una grave crisis de consumo», que les aboca a un otoño «complicado» ante el que se muestran «muy preocupados», expresó Cuevas.

En el capítulo de empleo, y pese a la necesidad de trabajadores, Yzuel afirmó que el sector también «ha tirado del carro», pues batió en agosto su récord, con la generación de 8.000 puestos más que en 2019. Con todo ello, y ante el «preocupante» horizonte y situación que se prevé en los próximos meses, el presidente de la Hostelería de España abogó por buscar soluciones y apoyos al sector para «pasar este trago, que va a ser muy difícil», aunque confió en «salir» de esta crisis, como ha hecho con «todas» las anteriores.

José Luis Álvarez Almeida, coordinador de la Fuerza del Norte, agrupación de las asociaciones de hostelería de la cornisa cantábrica, alabó el trabajo de Ángel Cuevas en ese ente que representa al turismo de la Costa Verde.

«Desde el primer momento, Ángel entendió la importancia de la unión de las asociaciones turísticas del norte, con intereses similares, para lograr una mayor representatividad nacional y una mejor defensa de nuestros intereses. Sin su intervención hubiera sido muy difícil poner en marcha a la Fuerza del Norte. Ese trabajo que escapa de los límites de la propia Comunidad de Cantabria merece este reconocimiento a su persona y a la asociación que ha presidido hasta ahora».

En opinión de Álvarez Almeida, la labor del hasta ahora presidente de los hosteleros cántabros «ha sido un trabajo inteligente» que ha cosechado resultados exitosos como el proyecto Peregrinos por el Norte, de hotel en hotel.