Arranca la carrera por las generales

Más allá del género, que es importante, la gran diferencia con los últimos comicios radica en que el partido de Miguel Ángel Revilla tratará de conseguir un escaño al tercer intento -en 1993 y 2011 no llegó al mínimo para obtener escaño- y en que Vox intenta hacerse un hueco importante en la derecha.

Los partidos arrancan bajo otras coordenadas. El PP, que tradicionalmente ha sido la fuerza más votada, corre el riesgo de que el PSOE, según el CIS y la encuesta de El Diario, les arrebate el podio por primera vez en más de dos décadas. Diego Movellán, el hombre de Pablo Casado en la región, y que se presenta como número uno por primera vez, ha planteado una campaña electoral frenética visitando toda la región. Los populares apelan desde hace un mes al voto útil de la 'España vaciada' e incluso pidieron a Vox que tuviese en cuenta que en circunscripciones como Cantabria su voto podía beneficiar al PSOE. También han repescado a Javier Puente, un 'provida' declarado y que el martes propuso «derogar las leyes de ideología de género y defender el derecho a la vida frente a la cultura de muerte», para tratar de frenar el auge de los de Santiago Abascal, que hace dos semanas llenaron el Palacio de Festivales con 1.600 personas y otros cientos se quedaron en la calle.

El PP, que en los pasados comicios logró dos escaños en Madrid, corre el riesgo de quedarse con uno. Los populares creen que si el voto se agrupa en la principal opción de Gobierno, por el miedo a que siga Pedro Sánchez, ellos podrían mantener sus dos puestos y tres senadores: Puente, Ana Madrazo y Rafael Gutiérrez.

«Empezamos la campaña con el puerta a puerta, una campaña muy cercana, de boca a boca y de piel con piel. Estamos explicando a los cántabros el proyecto del Partido Popular y, sobre todo, por qué tienen que volver a confiar en nosotros, que hablamos de lo que a la gente le preocupa y escuchamos cuáles son las principales preocupaciones de los cántabros. De verdad, el ambiente es muy bueno», explicó Movellán, que estará arropado mañana en Santander por Pablo Casado.

El PSOE mira con más optimismo la situación después de años batiendo el récord de anotar los peores resultados en sus anales. El histórico sindicalista Luis Santos Clemente se lanza en su primera campaña acariciando el voto de la Cantabria interior, pero sin olvidar los territorios donde se concentra la mayor densidad de población. Los socialistas se disponen a rematar la campaña con una caravana electoral proyectada para consolidar los tres escaños que, según la encuesta del CIS hecha pública este martes, están bailando.

«Tenemos un proyecto para España con mucha solvencia, que está siendo muy bien aceptado, el votante y el ciudadano se están reencontrando con el PSOE y mucha ilusión, muchas ganas y mucha confianza», destacó el candidato, que estará acompañado de Pedro Sánchez el Viernes Santo. Pese a las buenas perspectivas, el presidente del Gobierno y candidato insistirá en reclamar una gran movilización con el argumento de que la posibilidad de que gobiernen las «tres derechas» es un «riesgo real». Destacan que hay un 25% de indecisos. Por ello, reclaman «concentrar el voto en el único partido que puede sumar más que las tres derechas» y reiteró su petición de que le voten incluso los que no coinciden ideológicamente con él.

Podemos va a hacer una campaña de perfil bajo y se basará en una apuesta por la defensa de los Servicios Públicos, uno de sus pilares. Luis del Piñal, que se estrena como candidato al Congreso y repite como número uno a la Alcaldía de Bezana, afirma que «en las campañas electorales nos crecemos. Es el momento que tenemos de explicar nuestras propuestas, que creo que ademas son las propuestas que van a venir bien a la mayoría social de Cantabria». «Al final son unas propuestas que apuestan por el empleo, por mejorar las condiciones laborales de los cántabros y por defender nuestro estado del bienestar», reitera del Piñal.

Los morados son conscientes de que las encuestas soplan viento en contra. A diferencia de los comicios de 2015, en los que se hablaba de un 'sorpasso' que nunca llegó a producirse al PSOE, ahora reman con la marea en contra. Su alianza con IU ni siquiera les asegura el escaño que reeditaron en la repetición electoral de 2016. Sus proyecciones de voto internas no son tan catastróficas como indica el CIS y mantienen la esperanza de revalidar el resultado, aunque no sin esfuerzo. La prueba es que o Pablo Iglesias o Irene Montero visitarán la región el día 23. Su paso no es baladí porque han descartado hacer campaña en los territorios donde se da por perdida sacar representación.

Con las tablas que ha adquirido durante cuatro años en el Parlamento regional, Rubén Gómez tratará de mantener el sillón de Félix Álvarez. Los de Albert Rivera ultiman la campaña que consideran definitiva para que Ciudadanos se confirme como un partido de Gobierno, no como una formación bisagra. Cs se juega el día 28 confirmarse como la alternativa a Pedro Sánchez y el PSOE o estancarse detrás del PP.

Ciudadanos quiere destacar haber alcanzado su primer Gobierno, el de Andalucía, algo que parecía imposible antes de aquellas elecciones. También, la defensa, en mayúsculas, de la unidad de España. «Hemos tendido la mano al Partido Popular para echar a Sánchez de la Moncloa, que entendemos que es un asunto de emergencia nacional, y para dar una vuelta a este país y dirigirlo hacia el futuro y no seguir retrocediendo a pasos agigantados», dice Gómez, quien tiene asegurada la presencia durante la campaña de Luis Garicano, candidato a las europeas, y José Ramón Bauzá, expresidente de Baleares con el PP y fichaje estrella de los naranjas.

El PRC se lanza a por todas con la vista puesta en las autonómicas. Miguel Ángel Revilla, aunque no se presenta, hará tándem con José María Mazón, exconsejero de Obras Públicas, en toda la campaña. Se van a patear cada rincón de la región, aprovechando la presentación de sus candidatos, conscientes de que un pinchazo ahora, como indican las encuestas, puede ser un lastre en unas autonómicas en la que, por primera vez, se ven con opciones de ser la primera fuerza. Sólo tendrán «como disciplina» para su voto «el apoyo a Cantabria y la defensa de sus intereses», asegura Mazón, para quien «lo primero es defender a la región, barrer para casa, que no seamos menos que nadie y que por fin tengamos un peso en Madrid».