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A las puertas de la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales se agolpaban a primera hora de la mañana de ayer decenas de estudiantes de Bachillerato y FP a la espera de empezar la EBAU 2024. En este centro de la Universidad de Cantabria (UC) ... se examinó solo una parte de los 3.186 estudiantes matriculados en la EBAU cántabra. Allí estaban Adriana, Cristina, Odena, Laura, Alba, Sofía, Marina, Jana, Luka y (de nuevo) Adriana, en primera fila tras atravesar la multitud de estudiantes que repasaban o se abanicaban a todo trapo con los apuntes. Compañeras y amigas del IES Torres Quevedo (Santander), las diez alumnas se daban ánimos las unas a las otras –«¡somos unas luchadoras!», exclamaron antes de romper a reír–, y expresaban su predilección por 'La casa de Bernarda Alba', de Federico García Lorca, o 'Nada', de Carmen Laforet, para la prueba de Lengua y Literatura –al final cayeron las dos–. Preguntadas por sus carreras soñadas, mencionaron Arquitectura, Enfermería, Veterinaria, Farmacia o Ciencias Tecnológicas, y lo hicieron con entusiasmo pero conscientes de que lo primero era pasar por el trance de la EBAU. ¿Y lo hacían nerviosas? «Sí, pero menos que ayer [por el martes]», respondieron antes de perderse por los pasillos de la Facultad con el resto de alumnos.
Así comenzó ayer la EBAU 2024. A las 09.20 horas ya estaban en marcha los llamamientos a las puertas de las aulas EBAU en esta y en otras trece sedes, primer momento de silencio de la mañana. Una vez estuvo todo el mundo sentado, los organizadores repasaron las instrucciones: DNI sobre la mesa; solo bolígrafos azul o negro; nada de 'tipex'... y, a continuación, comenzó el examen de Lengua y Literatura, que estrenó la convocatoria al ser común a todo el alumnado.
Contentas se mostraban hora y media después Elena Edesa y Lara Gutiérrez, alumnas del IES Las Llamas (Santander). La prueba les salió bien y además les permitió sacudirse los nervios. «El primer examen te relaja», contaron. Ninguna de las dos –tampoco otros alumnos consultados– detectó error alguno en los exámenes. La vicerrectora de Estudiantes y Empleo de la UC, Marta García Lastra, también subrayó la «normalidad» con la que transcurrieron las dos primeras pruebas de la mañana, algo extensible a los exámenes vespertinos, Inglés e Historia de la Filosofía, según confirmó la institución.
Salvo algún extravío del DNI o alguna confusión con el aula asignada, las pruebas comenzaron en tiempo y forma. A la serenidad del alumnado contribuyeron los profesores que acompañaron a los estudiantes en la primera jornada EBAU. Jesús Balbás, docente de Tecnología en el IES Torres Quevedo, echó una mano a su grupo, tranquilizando a quien lo necesitó o ayudando a buscar el DNI a quien pensó que lo había perdido. No obstante, contó que los chicos y chicas de su instituto «lo tenían todo claro» y que habían actuado en todo momento con bastante resolución. De hecho, Balbás se «emocionó» un poco al ver a sus alumnos a punto de echar el vuelo. «Les he visto súper mayores», admitía mientras esperaba a que finalizara la prueba de Historia de España.
«Hacer el primer examen te ayuda a relajarte. Nos ha salido bien, no ha habido ninguna sorpresa»
«Historia de España nosha salido muy bien. La clave es tener claro qué significa cada pregunta»
«Los alumnos lo tenían todo claro. Hasta me he emocionado: les he visto súper mayores»
Historia fue la segunda prueba del día, con preguntas de lo más variadas –hay mucha optatividad, herencia del modelo de examen de la pandemia– sobre las Constituciones de 1812 y 1876; el reinado de Isabel II, la intervención de España en Marruecos entre 1904 y 1927, o la política económica del franquismo. Ya por la tarde, fue el turno de Inglés e Historia de la Filosofía. En este último examen cayeron textos de Platón, Marx y Locke.
Quizá el alumnado cántabro haya protagonizado el último examen con este modelo EBAU. Las pruebas tienen que adaptarse a la Lomloe, pero, tal y como apuntó hace días García Lastra, falta que el Ministerio desvele sus directrices «cuanto antes». Y como despedida de esta (quizá) última edición del formato, la frase de Marcos Pérez Dirube, alumno de La Salle (Santander), que realiza la EBAU con una adaptación –el Soucan ha preparado 120–. «Tengo muy buenas sensaciones con mi futuro».
A las puertas de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Cantabria (UC) se agolpaban a primera hora de la mañana decenas de estudiantes de Bachillerato y FP a la espera de que comenzara la EBAU 2024 con el examen de Lengua Castellana y Literatura II. Adriana, Cristina, Odena, Laura, Alba, Sofía, Marina, Jana, Luka y (de nuevo) Adriana eran de las primeras bachilleres en cruzar las puertas de este centro dependiente de la UC y una de las 14 sedes de las pruebas de acceso a la universidad en Cantabria, en las que hay cerca de 3.200 estudiantes matriculados. Compañeras y amigas en el IES Torres Quevedo (Santander), las estudiantes se daban ánimos antes de que empezara la prueba. «¡Somos unas luchadoras!», exclamaban no sin guasa.
Y de poder elegir, ¿qué texto querrían que cayese en la prueba? «¡'Bernarda' o 'Nada'!», clamaron las diez en relación a la obra de teatro de García Lorca y a la novela de Carmen Laforet. ¿Y qué les gustaría estudiar en la universidad? Arquitectura, Enfermería, Veterinaria, Farmacia o Ciencias Tecnológicas, fueron nombrando con entusiasmo, pero conscientes de que primero tienen que pasar por el trance de la EBAU. ¿Había nervios? «Sí, pero menos que ayer», respondían casi al unísono y antes de perderse con el resto de estudiantes por los pasillos de la Facultad.
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Mada Martínez
Sobre las 09.20 horas comenzaba el llamamiento de los alumnos a las puertas de las aulas asignadas a la EBAU en este edificio del campus de Las Llamas. En ese momento, empezaba a hacerse el silencio en los pasillos. Una vez sentados los estudiantes, los organizadores comenzaron a leer las instrucciones de la convocatoria: DNI a la vista, en la mesa; bolígrafos azul o negro; nada de 'tipex'... Pocos minutos después, empezaban las pruebas en todas las clases de la planta.
Tradicionalmente, Lengua y Literatura había sido el segundo examen de la EBAU, pero este año ha sido el encargado de estrenar la convocatoria puesto que es común a todos los estudiantes y, por lo tanto, el momento perfecto para repasar las reglas de las pruebas junto con todos los estudiantes.
El segundo sí ha sido Historia de España, una materia que., este año, el alumnado ha podido elegir frente a Historia de la Filosofía.
Entre el examen de Lengua y Literatura y el de Historia de España, ha comparecido ante los medios de comunicación la vicerrectora de Estudiantes y Empleo de la UC, Marta García Lastra. «Normalidad» ha sido la palabra que ha utilizado para definir el comienzo de las pruebas en Cantabria, tanto en las sedes que dependen de la Universidad, como en las que lo hacen de la Consejería de Educación, esto es, las Escuelas Oficiales de Idiomas y los institutos públicos. Salvo algún extravío del DNI o alguna confusión con el aula asignada, las pruebas han comenzado en tiempo y forma. Con «total normalidad», ha señalado García Lastra, que ha vuelto a destacar la implicación de la comunidad educativa en la realización de las pruebas. En la Universidad lo hace el Servicio de Gestión Académica, que manda la información a los centros de Secundaria, atiende las dudas o emite las papeletas de las notas; el personal técnico de gestión y administración de servicios o el del Soucan, que ha preparado esta edición hasta 120 adaptaciones de los exámenes. También hay 250 profesores de Secundaria ejerciendo de vocales, hay docentes que trabajan como coordinadores de materias... «La EBAU es un puzle de más de 5.000 piezas», ha dicho la vicerrectora.
García Lastra también ha resumido los contenidos del primer examen: fragmentos de obras de Machado, de Laforet y de García Lorca; así como un texto de la periodista y escritora Marta San Miguel, titulado 'Solo es un dibujo', dedicado a la inteligencia artificial, donde los estudiantes han tenido que analizar su estructura y otros elementos lingüísticos o de estilo.
A Elena Edesa y Lara Gutiérrez, ambas alumnas del IES Las Llamas, la prueba les ha salido bien. Están contentas y, sobre todo, más tranquilas, han soltado los nervios. «El primer examen te relaja», han coincidido. No han detectado error alguno en el enunciado o contenidos del examen, uno de los asuntos que más ha cuidado este año la organización con la inclusión de revisores externos de las pruebas. «No ha habido ninguna sorpresa, ha sido lo esperado», han comentado estas compañeras de Bachillerato.
A la serenidad del alumnado contribuyen los profesores que acompañan a los estudiantes en las sedes EBAU. Jesús Balbás, docente de Tecnología en el IES Torres Quevedo, está esta mañana con un grupo de estudiantes en la Facultad de Ciencias Económicas de la UC. Ha tratado de tranquilizar al que lo necesitaba y de ayudar a buscar el DNI a quien pensaba que lo había perdido, pero asegura que los chicos y chicas de su instituto «lo tenían todo claro» y han actuado con resolución. Balbás, de hecho, se ha «emocionado» un poco al ver a sus alumnos -«a algunos les he dado clase»- a punto de echar el vuelo. «Les he visto súper mayores», admite con una sonrisa mientras esperaba a que finalizara el examen de Historia de España, el segundo de la mañana, que comenzó a las 12.00 horas.
En actualización
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