La asociación de padres de niños con cáncer solicita apoyo económico a las empresas

Como explica Silván, «creamos la asociación con el fin de que el proceso fuera lo menos duro posible y porque necesitábamos un servicio imprescindible: el de psicología. Y lo conseguimos, no sin mucho esfuerzo, tanto económico como para dar con la persona adecuada». Así llegó hasta sus vidas Noelia Palacio. Con la asociación ya consolidada, ahora, su meta es encontrar el equilibrio económico. «Necesitamos tener unos ingresos estables, que se han visto mermados por la pandemia, al no poder celebrar eventos con los que recaudar fondos», explica Silván.

Así, idearon la figura de la 'Empresa amiga', iniciativa que busca firmas que se puedan comprometer con su proyecto, al menos durante tres años. «Además, desde 2919 somos entidad de utilidad pública, lo que implica que las donaciones que nos aporten podrán desgravarse», añade. Agrega Silván que «somos conscientes de que este es un mal momento para todos y no queremos poner en un compromiso a nadie, pero hay muchas maneras de colaborar».

La estabilidad económica que precisan tiene como principal fin mantener el servicio de psicooncología. La mejora para las familias, al poder contar con este apoyo, «es evidente desde el primer momento. Doy apoyo y detecto las necesidades que surgen diariamente. También soy su soporte emocional. Y de esta manera, se libera al personal de Valdecilla en esta área», señala Palacio.

En enero de 2017, Amara Cantabria y Valdecilla firmaron un acuerdo que se convirtió en un convenio de colaboración con la Consejería de Sanidad, a través del cual Amara pudo poner en marcha, en la planta de Hematología del hospital, este servicio de apoyo psicológico, que da asistencia gratuita a todos los niños y adolescentes con cáncer de Cantabria y a sus familiares directos.

«Damos un apoyo continuo, que abarca todas las fases de la enfermedad oncohematológica pediátrica: primer impacto (diagnóstico inicial), fase de tratamientos (mantenimiento o remisión del cáncer), final del tratamiento y recaída. En esas fases se pueden incluir también el trasplante y el duelo», indica Palacio.

Con satisfacción, ambas explican que actualmente cuentan con tres 'empresas amigas'. Una de ellas es Birla Carbon Spain, con cuya aportación «pudimos editar un cuento ilustrado precioso, 'Qué le pasa a Mara', en el que se explica de una manera natural a los más pequeños qué es esta enfermedad y qué implica tener cáncer». Las otras dos, Santander Teleport y Quesería Lafuente, «nos ayudan siempre que pueden». Con las aportaciones económicas, además de dar cobertura a la psicooncóloga, cubren todo aquello a lo que no llega el Servicio Cántabro de Salud.

Como ejemplo, ponen el caso de las familias que tienen que acudir al Hospital de Cruces, en Bilbao. «Esta enfermedad, como todas, no entiende de clases sociales y no todo el mundo está pasando por una buena situación económica. Pasar un día en Cruces supone unos gastos que pueden ser una carga», expresan.