La auditoría en Hostelería revela un desfase de 130.000 euros en ingresos de «dudoso cobro»

En primer lugar, el documento revela un caos importante en las cuentas, como la existencia de créditos comerciales por valor de 130.000 euros y más de un año de antigüedad de «dudosa cobrabilidad». Los consultores recomiendan que se lleve un control de los saldos con los asociados y clientes para que no ocurra lo que pasa ahora, que el resultado del ejercicio económico de la entidad está sobrevalorado por contar con unos ingresos difíciles de cumplir en este capítulo.

Además, la auditoría aflora 100.000 euros de cuotas impagadas desde antes del año 2022 que la Asociación debería haber ingresado por asesoramiento contable y fiscal. Y tampoco coinciden los pagos derivados por subcontratar estos servicios con los porcentajes pactados previamente con las empresas.

Llama la atención que los consultores dediquen un apartado propio para el dinero recibido desde Cantur. Exactamente, el informe dice que la Asociación de Hostelería «no mantiene un adecuado control» del dinero que ingresa de esta empresa pública del Gobierno de Cantabria. «No coinciden los saldos y no se reflejan adecuadamente los consumos ni el anticipo de proveedores», se puede leer en el documento al que ha tenido acceso este periódico.

Otro capítulo especial se lo llevan las cajas usadas para cobros y pagos de pequeñas cantidades en efectivo. La Asociación tiene cuatro y la sociedad patrimonial cuenta con dos en la recepción del hotel y en la cafetería. La auditoría no duda en subrayar el descontrol que existe sobre ellas, lo que puede provocar posibles «desvíos de fondos». Estas cajas, según la investigación, no se cuadran periódicamente ni se registran sus transacciones en una cuenta contable. La auditoría también desaconseja el uso de cuentas 'puente', como existen en la actualidad para traspasar importes de un millón de euros, debido a la posibilidad de «movimientos ficticios».

En segundo lugar, la auditoría detecta que las operaciones entre la Asociación y su sociedad patrimonial no guardan los protocolos que deberían. Por ejemplo, existe una diferencia de saldo de 30.669 euros entre los gastos de una y los ingresos de otra «que no ha podido ser debidamente aclarada». Este mismo problema afecta al crédito de 514.143 euros concedido entre ellas, que ni está aprobado en junta ni consta de contrato ni se pagan por él unos intereses que deberían registrarse en los ingresos. Tampoco paga la agrupación el alquiler de la sede, fijado en 36.000 euros en 2003, ni tampoco se ha incrementado el IPC, como estaba establecido.

En ese contexto de descontrol de cuentas entre una entidad y otra, la Asociación contabiliza y paga gastos correspondientes a su sociedad patrimonial, y se producen cesiones de personal y servicios sin ningún registro.

Y en tercer lugar, los consultores relatan una serie de deficiencias de gestión en el funcionamiento económico de la Asociación de Hostelería. Por ejemplo, en el uso de las firmas no autorizadas para operaciones bancarias; fallos en los ingresos por los hospedajes en el hotel; ausencia de firmas en las actas de las asambleas que invalida los acuerdos alcanzados; y descontrol y falta de actualización de los importes de las cuotas a los socios, con descuentos no acordados en la junta y cobros de manera inapropiada. También se quejan los auditores de que no se les ha facilitado acceso a las actas del Consejo anteriores a 2023.