Los bares y restaurantes podrán funcionar sin la limitación horaria que ha estado vigente durante la mayor parte de la pandemia, pero las grandes beneficiadas serán las empresas de ocio nocturno, cerradas de forma casi ininterrumpida en los últimos 15 meses. Así, las discotecas podrán recibir clientes hasta la misma hora que lo hacían antes de la irrupción del virus. Como sus compañeros, lo único que tendrán que hacer es cumplir la limitación horaria que figura en su licencia de actividad, como venían haciendo hasta marzo de 2020.
Todo ello a partir de este viernes a medianoche, según se recogerá en la resolución que se publicará este viernes en el BOC. Este jueves por la mañana, cuando el vicepresidente Pablo Zuloaga compareció en Peña Herbosa, aún había dudas del momento en que tendría efecto. Finalmente será a partir de la medianoche del 11 al 12 de junio.
Zuloaga celebra los efectos positivos del sistema en la incidencia y los ingresos y afirma que seguirá hasta que los técnicos de Salud Pública digan lo contrario
Este enésimo cambio en la regulación afecta únicamente a la limitación horaria, no al resto de restricciones relacionadas con el coronavirus sobre las que tiene competencias la comunidad autónoma. Es decir, que el bipartito ha decidido -en esto no hay imposiciones externas, aunque sí es verdad que sigue las recomendaciones del protocolo del Ministerio- con total independencia mantener la reducción de los aforos máximos de los establecimientos. Tantos los hosteleros como los comerciales, culturales o deportivos, así como los eventos al aire libre. Como hasta ahora, se seguirán rigiendo por el sistema de 'semáforo covid', que establece el riesgo de contagio que existe en cada uno de los 102 municipios cántabros en función de criterios sanitarios objetivos.
Se fija en la incidencia general y la de mayores de 65 años, principalmente, algo que no gusta a la Federación de Municipios y a los partidos de la oposición, que insisten sin éxito en que esta metodología puede ser válida en las grandes localidades, pero genera problemas en las más pequeñas: un único foco totalmente controlado puede disparar el nivel general. Que el semáforo pase de estar verde -el mínimo- a rojo -el máximo- sin pasar por los dos intermedios.
El Gobierno de Cantabria toma esta decisión condicionado por las dos instituciones con capacidad para hacerlo, en un sentido o en el contrario: el Tribunal Superior de Justicia de Cantabria (TSJC) y el Consejo Interterritorial de Salud, cuyos acuerdos el bipartito, al contrario que otras regiones, siempre ha interpretado como vinculantes.
Así, el TSJC fue el que aceptó la demanda de la Asociación de Hostelería de Cantabria y dejó sin efecto el límite horario que marcaba la Consejería de Sanidad. Lo hizo hasta en dos ocasiones, porque el Ejecutivo elevó el momento de cierre hasta el máximo que permitía el Gobierno central y posteriormente lo suprimió por completo tras la reprimenda del Tribunal, que consideró que el contexto sanitario no era lo suficientemente grave como para mantener una limitación tan amplia de los derechos.
Todo mientras el Consejo Interterritorial tiraba de la cuerda en sentido contrario, para mantener restricciones. Así, la semana pasada fijó de nuevo una norma común sobre horarios y decidió mantener cerradas las discotecas, pero los recursos de algunas comunidades autónomas obligaron a la ministra Carolina Darias a rectificar de tal forma que lo que antes era obligado, ahora es una recomendación. Por ejemplo, recomienda mantener abierto el ocio nocturno sólo hasta las dos de la madrugada, pero Cantabria esta vez ha decidido ir con el grupo de los más permisivos -el fallo del TSJC no incluía esta actividad profesional, solo la hostelería ordinaria- y no hacer uso de esta prerrogativa. 'Motu propio'.
Vocación de permanencia
Aunque en anteriores ocasiones también lo parecía -la reunión del Consejo Interterritorial de la semana pasada entre Ministerio y comunidades autónomas se hizo precisamente para eso-, ahora el escenario actual puede ser el que se mantenga a medio plazo, a lo largo del verano, si no hay cambios inesperados en la evolución de la pandemia. Que no haya límites horarios y que se mantenga el 'semáforo covid' para los aforos a pesar de que haya perdido parte de su sentido porque queda sin efecto una de sus patas: la de los horarios, precisamente.
Preguntado por esta herramienta que tiñe de colores los municipios de Cantabria en función de su nivel de riesgo y el sentido de mantenerla ahora que parte de sus 'atribuciones' han quedado fuera de juego, Zuloaga no quiso apostar ni por su mantenimiento, ni por su retirada.
«Dependerá de los técnicos», insistió el secretario general del PSOE. Cantabria deja en manos de Salud Pública cualquier modificación al respecto. Con indiferencia de que pase una cosa o la contraria, Zuloaga sí defendió los efectos positivos que ha tenido en el control de la pandemia desde su puesta en marcha: «En cualquier caso, está sirviendo para mantener una tendencia a la baja tanto en el número de personas que se contagian como en el de ingresos hospitalarios».
El límite horario de actividad de los negocios de hostelería lo marcará su tipo de licencia, como antes de la pandemia, pero el resto de restricciones sanitarias sobre este tipo de establecimientos continúan vigentes siguiendo las órdenes del 'semáforo covid'. Así, en nivel alto, se permite un aforo del 50%en interiores y seis personas por mesa, se prohibe el consumo en barra y en las terrazas no puede haber más de diez clientes por mesa. En nivel medio, por ejemplo, el aforo interior cae a un tercio y el de las terrazas al 75% y 6 personas por mesa. En los niveles alto y muy alto hay un cierre total de los interiores, entre otras medidas.
Los negocios hosteleros de ocio nocturno, después de más de un año cerrados con escasas ventanas de apertura durante el verano de 2020, volvieron a la actividad el pasado fin de semana con las 02.00 horas con tope para el cierre. Desde hoy, podrán tener la persiana levantada con su horario de licencia, como antes de la pandemia.La música podrá estar sonando hasta bien entrada la madrugada –hasta las seis de la mañana–, pero lo previsible es que la resolución de la Consejería de Sanidad mantenga el resto de recomendaciones: que no se permita el baile para evitar contactos y que se coloquen mesas con distancia de seguridad.
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