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La diputada Verónica Ordóñez se sentó sola en su escaño tras la dimisión de Blanco. Celedonio
La batalla interna se recrudece a mes y medio de elegir al candidato para 2019

La batalla interna se recrudece a mes y medio de elegir al candidato para 2019

La salida de José Ramón Blanco facilita la reedición del duelo entre Rosana Alonso y Verónica Ordóñez para ser cabeza de lista a la Presidencia de Cantabria

Martes, 9 de octubre 2018, 07:13

Sólo han pasado tres años, pero parece un siglo. Lejano y remoto queda ya el tiempo del «asalto a los cielos» que proclamó Pablo Iglesias en 2015 y que les dio tres diputados.

Podemos se ha instalado en una espiral de autodestrucción de la que no es capaz de salir. Un duelo que se remonta casi hasta su nacimiento y que representa las dos almas: la que hasta ayer lideraba José Ramón Blanco, que ahora queda en manos de la secretaria general,Rosana Alonso; y la que defiende la diputada Verónica Ordóñez. Una batalla sin cuartel que se recrudece a un mes y medio de las primarias para elegir al candidato a las autonómicas de 2019 y que ya ha dejado muchos muertos por el camino: dos secretarios generales, el propio Blanco y Julio Revuelta; un coordinador general, Alberto Gavín; dos consejos ciudadanos, el anuncio de Alberto Bolado, el tercer diputado en discordia, de que no se presentará ni siquiera en las listas... Y muchas ilusiones de militantes de base que llegaron para «luchar por el cambio» y se han ido descolgando por el camino «indignados» y «asqueados».

La líder de Podemos ganó las primarias en marzo y es el referente del oficialismo.

Rosana alonso | secretaria general

Con Blanco fuera, la fractura entre la actual dirección, encabezada por Rosana Alonso –la cuarta en tres años–, y los afines a Ordóñez es una realidad que se refleja a diario con el uso compulsivo de los dedos de la mano como armas para lanzar a las redes sociales mensajes al adversario interno: «La capacidad de autodestrucción de Podemos es ilimitada, hay dirigentes que han participado y participan en el acoso a todos los secretarios generales elegidos por los inscritos, es hora de que se aparten» o «estrategias, pactos, listas, reuniones clandestinas, grabaciones entre compañeros. Se acercan las elecciones municipales y autonómicas de 2019. Una nueva dimisión, un competidor menos para la de siempre», se pudo leer ayer.

Un pulso sin precedentes que, en ningún caso, ha terminado con la dimisión de Blanco por las denuncias internas de acoso. El próximo capítulo ya tiene fecha: las primarias que se celebrarán entre 20 y el 25 de noviembre. Fuentes de Podemos aseguraron a este periódico que se reeditará casi con toda seguridad la pugna entre Alonso –o algún estrecho colaborador– y Ordóñez que ya se vivió hace unos meses para hacerse con el liderazgo del partido y en el que la diputada nacional se impuso para sorpresa de su adversaria.

Es el referente del sector crítico y aspiró a controlar el partido durante las últimas elecciones internas.

verónica ordóñez | diputada

El divorcio entre las dos corrientes es irreconciliable. Hay una mayoría que destila la preocupación y la angustia por lo que se avecina. Nada de lo que pasa puede entenderse sin recordar la guerra abierta entre los tres diputados José Ramón Blanco, Verónica Ordóñez yAlbertoBolado hace ahora casi dos años y medio y que terminó con la destitución del primero y de todo su círculo de confianza.

Su tormentosa salida con un amago de moción de censura a escasas horas de que empezara la campaña electoral terminó con una convocatoria de primarias en las que salió elegido Julio Revuelta, que fue aupado precisamente por el entorno de Ordóñez y contra la que ahora está enfrentado. Aquella crisis, que se cerró en falso, fue el prólogo de la situación actual.

El otro diputado ha estado en las dos facciones. Aunque apoyaba a Blanco, anunció que no repetiría.

alberto bolado | diputado

Desde entonces, la balanza de fuerzas se ha reconfigurado. Alonso, además de apoyo inestimable de Blanco, cuenta con parte de la dirección de Podemos como Belén Milán, Pablo Susinos, David González, Carmen Sánchez, Daniel Hoehn y Alberto Bolado o el exlíder Julio Revuelta. A favor de Ordóñez están Luis del Piñal, Mercedes González, María García, Pablo González, Elsa Miguel, algunos de los trabajadores del grupo y, desde hace poco tiempo, la secretaria general de Santander, Lidia Alegría, un hecho que supone un cambio importante porque las bases de la capital fueron decisivas en la victoria de Alonso hace unos meses.

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