Bucarest, Málaga y Edimburgo, las rutas con mejor ocupación de plazas en julio

La tabla que acompaña este texto deja datos interesantes. Pero algunos conviene ponerlos en contexto. Por ejemplo, que las rutas internacionales más clásicas –Bruselas, Londres y Roma– resisten con buenos porcentajes pese al paso del tiempo (que es un factor importante) y al aumento de la competencia. Aquí hay que tener en cuenta la cercanía con Bilbao, un aeropuerto con mucho más tráfico, o que en Asturias vuelve a operar Ryanair. También llaman la atención, para bien, los resultados de la compañía Binter con los vuelos canarios. Muy buenos. Porcentajes por encima del 90% en los dos destinos –desde los que se puede viajar al resto de las islas– pese a que los precios no sean precisamente de bajo coste teniendo en cuenta la subida generalizada en el sector.

Binter, Ryanair, Vueling... Los aviones de estas compañías llenan al aterrizar o despegar en el Seve. También los de WizzAir, aunque la aerolínea ya sólo opere la ruta con Bucarest (ha perdido presencia con respecto a otras etapas). Es la conexión que más llena durante el verano, pero tiene fecha de caducidad. Los vuelos a la capital de Rumanía –es el viaje de más larga distancia desde Cantabria– desaparecerán de la programación en la temporada de invierno.

El caso de los destinos que maneja Volotea también merece una reflexión. Sevilla funciona. También Murcia. Y, aunque el porcentaje cae considerablemente, el resultado de Ibiza y Menorca hay que valorarlo a la inversa. Fijarse, sobre todo, en el número de operaciones. Sólo ocho en julio. Es decir, un único vuelo semanal (uno que viene y otro que va). Eso penaliza mucho porque, a la hora de planear las vacaciones (o la escapada corta), es mucho más difícil que los vuelos encajen con el plan de viaje. O sea, que su porcentaje pese a eso (por encima del 80% en ambos casos) es hasta más meritorio.

Hay otros destinos que merecen un análisis. Dentro de los espectaculares resultados de Ryanair, Venecia flojea un poco. Tiene que ver con que el aeropuerto al que se vuela (Treviso) está algo lejos de la ciudad de los canales (unos cuarenta kilómetros) y, sobre todo, por la enorme competencia de Bilbao (que ofrece más opciones de fechas). Por ahí van también los tiros en el caso de París. Un aeropuerto lejano (ochenta kilómetros) y mucha competencia. Y más, porque la ruta a la capital francesa desde Cantabria se ha atragantado en más de una ocasión (varias compañías lo han intentado y no siguieron mucho tiempo). Aún así, una y otra, Venecia y París, andan por encima del 80%.

Más allá de Madrid –que da la sensación de que podría tener porcentajes mejores (sin ser malos) si la oferta fuese mejor–, hay que detenerse en Granada, Jerez y Vigo, de Air Nostrum. Las dos primeras superan levemente el 50% de ocupación media y en julio han movido poco más de 250 pasajeros cada una (son sólo seis vuelos, tres salidas). La tercera está incluso por debajo de eso. Las rutas sólo funcionan en el pico de la temporada alta (julio y agosto) y con muy pocos vuelos. Como ya se ha dicho, eso dificulta la planificación del viaje, el encaje con las fechas disponibles de los clientes (más allá de la competencia, igualmente, de los aeropuertos cercanos).

Lo que llama la atención es que, proporcionalmente, son las que salen más caras al Gobierno a la hora de repartir ayudas a las compañías por los contratos de promoción de la comunidad. Lo publicó El Diario hace unos meses, cuando se hicieron públicos los pliegos por los diferentes lotes en las conexiones nacionales. En base a los cálculos realizados por expertos (que tienen en cuenta lo que paga Cantur, el número de operaciones mínimas exigidas en cada lote y las plazas de los aviones que se utilizan en las rutas) cada asiento en un avión a Madrid, por ejemplo, le cuesta al Gobierno entre 1,62 y 2,28 euros. Pero cada plaza en estos tres destinos supone una factura para las arcas públicas de 38,46 euros aproximadamente. Más allá de que las cifras sean orientativas (no las conclusiones), sí que llama la atención el contraste entre la inversión y la imagen de los aviones medio vacíos (o medio llenos) en cada viaje.

Todo eso, en julio. Que mantiene al Seve Ballesteros en clara disposición de conseguir su mejor resultado de pasajeros. El mejor de la historia. Agosto será clave para confirmarlo y tiene buena pinta. Los datos de Ryanair, según la Asociación Amigos de Parayas, son espectaculares. Son una referencia porque la compañía oferta cada semana 102 operaciones, con casi 20.000 plazas. Pues bien, teniendo en cuenta los billetes comprados (alguna persona puede finalmente no viajar, pero son las menos), las ocupaciones medias por semana de los vuelos de la compañía estarían por encima del 95%. Ojo, que son las medias. Con rutas como Edimburgo con un 98% o las italianas Roma y Bolonia por encima del 97%. Incluso Manchester (a priori un destino poco veraniego, poco vacacional) sobrepasaría el 96%.

Esos buenos resultados suponen el mejor aval para que la presencia de la aerolínea irlandesa en el Seve, lejos de perder fuerza, se refuerce. Por ahí pasan las aspiraciones de conseguir nuevas rutas en los próximos meses. Apunten como posibles destinos: Europa Central, con presencia de los países de la llamada Europa del Este.