Buruaga ficha a Vidal de la Peña como número dos para la lista regional del PP

El presidente de la CEOE comunicó su decisión ayer por la tarde a los miembros de su directiva. Su intención es abandonar el cargo de forma inmediata y convocar elecciones anticipadas lo antes posible. Para ello, convocará una Junta Extraordinaria el próximo lunes para fijar el calendario del relevo con el objetivo de presentar una candidatura de consenso, según ha podido saber este periódico.

El director del Grupo Vidal de la Peña Automóviles, concesionario de Renault, ya había lanzado dos avisos a navegantes la semana pasada. El primero fue en el foro de la Cadena Ser, donde advirtió del «riesgo de perder proyectos en industria e infraestructuras» y pidió «colaboración para el Plan Estratégico y las demandas» de la patronal. «Menos romería y más trabajar», llegó a decir delante de José María Mazón, exconsejero de Obras Públicas y candidato del PRC al Congreso de los Diputados, quien abandonó la sala ante las feroces críticas. Y hace cinco días, el pasado domingo, publicó una tribuna en este periódico titulada '¿Y si me presento, qué?', en la que apuntaba que sus palabras habían levantado «olas en aguas estancadas y a algún consejero de la silla» y anunciaba que «no había nadie a los mandos y que voy a pelear».

Sus palabras resuenan ahora como la crónica de un fichaje anunciado. Y eso que él ha negado en reiteradas ocasiones su salto a la primera línea política. Para los que le defienden, Vidal de la Peña es una cara reconocible para el público y sin cuentas pendientes, con predicamento en el mundo empresarial y alguien que no debe su puesto a nadie. Dicen en su entorno que tiene algo de 'antisistema', que se siente cómodo con algunos postulados de Podemos –en cuyos actos se le ha visto– y que, por su madera de líder, no vale para ser el número dos de nadie.

En el PP se esperaban un fichaje más de última hora. Sáenz de Buruaga anunció a su Ejecutiva el miércoles por la tarde que aún faltaba una incorporación más aunque no avanzó su nombre. Se buscaba a alguien mediático. La líder popular explicó que se trataba de «abrir el partido a la sociedad» como habían hecho con la candidatura de Marta Fernández-Teijeiro, expresidenta del Colegio de Farmacéuticos y miembro de la Junta Directiva de CEOE a la Alcaldía de Torrelavega, cuya baja acaba de reponerse; o al presidente de Asaja;Pedro Gómez, que se ha conocido esta misma semana. El elegido finalmente procede del mundo de la empresa y, lo que es más importante, es capaz de enfrentarse al bipartito sin pelos en la lengua. La dirección del PP regional ya cuenta actualmente con Joaquín Fernández-Berjano, otro miembro de la cúpula de la patronal.

Lorenzo Vidal de la Peña es en la actualidad presidente de la empresa del mismo nombre, dedicado a la venta y postventa de vehículos. Cuenta con una plantilla media de 130 trabajadores y cinco centros de trabajo. Tanto él como su familia han estado siempre vinculados al ámbito del asociacionismo empresarial, ya que su abuelo fue socio fundador y primer presidente de la patronal cántabra del metal a cuya junta directiva perteneció, posteriormente, su padre. Asimismo, es miembro fundador y primer presidente de la Asociación Empresarial Cántabra de Concesionarios de Vehículos, Asecove. Desde 2017 también preside la Asociación Nacional de Vehículos a Motor, Reparación y Recambios, Ganvam.

La relación entre Sáenz de Buruaga y Lorenzo Vidal de la Peña siempre ha sido muy fluida. Pensó en él porque no se va a amilanar en un debate y está acostumbrado a hablar en público. Ya hace más de medio año, cuando las heridas del PP aún sangraban, sonó su nombre incluso para encabezar la lista si todo saltaba por los aires. Él dijo entonces que no era el candidato de nadie y descartó ir en ninguna lista. Ha llovido mucho desde entonces. Vidal de la Peña lleva meses en la vanguardia del debate político: primero ofreciéndose a comparecer ante el Parlamento para dar su visión de la marcha de la región y luego con duras críticas al Gobierno regional por su supuesta inacción. Nunca ha ocultado en los círculos que le rodean que le gustaría ser consejero de Industria y ha sido muy beligerante con la gestión de Francisco Martín. Sonados son sus desencuentros por el Plan Estratégico de la región e incluso llegó a pedir un adelanto electoral por la inoperancia del bipartito, al que acusó de «ningunear al empresariado».

La incorporación de Vidal de la Peña al PP llega después de que la semana pasada Revilla le desafiara a presentarse a las elecciones. «No me voy a rendir sin pelear para que esta comunidad no necesite regalar 2.000 jóvenes formados cada año a otros países y tirar así por el desagüe la inversión que destinamos a su formación. No me da la gana resignarme a pensar que es ciencia ficción que Cantabria tenga unas infraestructuras de transporte que no disuadan a las empresas de instalarse en la comunidad porque transportar mercancías es más lento y caro que en cualquier otro territorio. Me niego a creer que es imposible que el apoyo a las nuevas empresas no sea solo apoyo al autoempleo sino al nacimiento de negocios que creen a su vez nuevos puestos de trabajo y compitan a nivel nacional», recalcó en la última tribuna a este periódico.

Pero no ha sido el único desencuentro. El pulso más duro que Vidal de la Peña ha mantenido con el Ejecutivo de Revilla ha sido por la elaboración del Plan Estratégico 2030. El presidente de los empresarios, que tendrá que abandonar su cargo y obligará a elegir un sucesor a pocas semanas de haber sido reelegido, se alió en 2018 con el por entonces ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, para diseñar este documento al margen del Gobierno, lo que provocó un fuerte malestar dentro de la Administración, que se puso a elaborar una estrategia paralela. Miguel Ángel Revilla llegó a acusar al exalcalde de Santander de aplicar «un 155 encubierto» con el apoyo de la patronal, «usurpando competencias que no le corresponden ni al Gobierno de España, ni mucho menos al representante regional de la CEOE».

Tras constantes tiras y aflojas, en enero de este año Revilla y Vidal de la Peña se reunieron para limar asperezas. La principal conclusión de aquel encuentro fue que ambas partes tratarían de integrar sus respectivas iniciativas, en cuanto a la hoja de ruta diseñada para el porvenir regional, que hasta el momento acometían por separado.