Buruaga mantiene su núcleo duro sin guiños al 'casadismo'

Una estructura que se ratificará este mismo sábado en un Comité Ejecutivo y en el que no hay guiños a los cargos más significativos del 'casadismo' en la región. Mucho menos a los afines a Ignacio Diego. La mitad del partido que perdió el proceso interno de 2017 por estrecho margen, ya muy diluida y sin responsabilidades más allá de algunas alcaldías, ni siquiera ha llevado a sus principales rostros al congreso, que se celebra en un formato superreducido en el Paraninfo de la UC.

Además, Buruaga también da un papel destacado a Juan José Alonso, exalcalde de Escalante, que se convertirá en coordinador general del PP de Cantabria. Esta es una figura que, aunque aparece en los estatutos del partido, nunca se había cubierto. Roberto Media hará las labores de vicesecretario de Organización, donde estará acompañado por otro representante de la política municipal, Juan Carlos García (alcalde de Vega de Pas), como coordinador de esta misma área. Completan la estructura orgánica Carlos Caramés y José Luis Blanco en Acción Política, Javier Camino e Isabel Urrutia en Política Local, Rafael Gutiérrez y Ana González Pescador en Economía o María Jesús Susinos y Tamara González en Política Social. Julián Vélez, la persona designada por la presidenta para organizar el congreso, tomará las riendas del Comité Electoral y Javier Noriega sigue como responsable del Comité de Derechos y Garantías.

Con esta estructura, en la que en un segundo nivel cuenta con 21 secretarías, ha buscado configurar un partido «práctico, ejecutivo y eficaz». No hay grandes cambios para «mantener lo que ha funcionado», pero afirma que incorpora talento. Talento que no ha encontrado entre los cargos que Pablo Casado -ahí la última palabra la tuvo Madrid- eligió para que el PP de Cantabria llevara al Congreso y al Senado. No hay hueco en su directiva para Diego Movellán, Elena Castillo, Amaya Landín y Javier Puente, que durante el tiempo que sigan en las cortes estarán en el Comité Ejecutivo como miembros natos, pero que sí tenían asiento y labores específicas hasta ayer. Ya no. La líder de la oposición advirtió antes de dar la lista de nombres que buscaba «evitar la acumulación de cargos», pero la prueba de que la exclusión ha sido intencionada es que esa circunstancia no ha sido impedimento para encargar al también senador Félix de las Cuevas, el único oficialista en Madrid, la Secretaría de Transportes, Industria y Energía.

Como tampoco ha sido casualidad que la presidenta del PP haya rescatado como presidenta de la Mesa del Congreso a Ana Madrazo, histórica diputada por Cantabria que fue defenestrada por el 'casadismo', protagonizó un choque evidente con sus representantes en la región y hasta este viernes ha estado fuera de la vida política. «Gracias por presidir este congreso con tanta elegancia», le agradeció.

«Nadie en la vida es capaz de avanzar solo», ha dicho la líder conservadora, que afirma no saber de «egos ni personalismos» y sí ha presumido de saber hacer buenos equipos. El equipo es una de las patas con las que Buruaga quiere convertir en realidad ese «clamor» que escucha en la calle. La otra, la unidad. Unidad que para todos los partidos es el mejor punto de partida, pero que para el PP de Cantabria, tras el congreso traumático de 2017, «era una meta». «Hemos llegado a esa meta. Estamos más unidos que nunca».

Además habrá 22 vocales sin responsabilidad concreta. Ahí sí es destacable la presencia de la alcaldesa de Santander, Gema Igual, que se ha encargado de inaugurar y dar la bienvenida a los asistentes. También de otros líderes locales como Carlos Caramés (Piélagos), María Jesús Susinos (Entrambasaguas) y Amancio Bárcena (Camargo), este último sí afín a Movellán. En total, 62 «compañeros que viven en el mundo» a los que pidió «compromiso y entrega».