Buruaga y Revilla firman un pacto de investidura que abre un nuevo ciclo político en Cantabria

La propia Buruaga reconoció que habló con Vox, igual que con el PRC, para que se abstuviera en la investidura, pero el partido de ultraderecha exigió «un gobierno de coalición, con cargos e imposiciones ideológicas que no queremos». A día de hoy todavía no se sabe lo que Madrid ordenará hacer a sus diputados cántabros en la investidura. Si votan a favor, Buruaga será presidenta a la primera. Si se abstienen será necesaria una segunda vuelta ya solo con mayoría simple.

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«Cuando se pierde hay que ser constructivo. No queríamos ser carroñeros ni forzar a que el PP hiciera algo que no quería hacer y que supondría una involución importante, incluso para la identidad de Cantabria, altamente cuestionada por Vox», señaló Revilla, para quien lo importante, pase lo que pase tras las elecciones del 23J, es que el PRC pueda defender que hizo todo lo que estaba en su mano para evitar un gobierno de coalición de la derecha. «Firmar este acuerdo es una decisión muy importante y trascendente para el PRC. Nuestra línea roja es con Vox y no queríamos que llegara al Gobierno», subrayó el todavía presidente en funciones.

Para Buruaga, lo más importante del acuerdo es el escaso coste político que, en su opinión, tiene para el PP. «No condiciona nuestro programa ni implica cesiones ni sobreesfuerzos. Es puro sentido común. El PRC no nos pide nada a cambio», señaló.

En el documento se recogen los compromisos ya avanzados en las negociaciones: mantenimiento de los proyectos «prioritarios» en marcha o tramitación; del Fondo de Cooperación Municipal y los «incentivos» a los municipios en riesgo de despoblamiento; la reivindicación al Estado de los compromisos asumidos con la comunidad autónoma y también otros como la defensa de la salida del lobo del Lespre.

«No hay nada más», dijo Buruaga, quien insistió en que este acuerdo «puntual de investidura hecho con luz y taquígrafos» no tiene detrás ni negociaciones sobre cargos para el PRC ni en el Gobierno ni en el Parlamento y tampoco, insistió, «ampara silencios ni protege conductas sospechosas».

En esto estuvieron de acuerdo Buruaga y Revilla, que aseguró que es «falso» que pidiera como condición para el acuerdo que no hubiera comisiones de investigación sobre su gestión. De hecho, se mostró abierto a que se hagan. Lo que ya ha anunciado el PP es que habrá dos auditorías: una en la Consejería de Obras Públicas y otra en el Servicio Cántabro de Salud, aunque nada de esto aparece en el papel.

Tras la firma del acuerdo, el siguiente paso será el día 22 de junio, con la celebración de la constitución del nuevo Parlamento salido de las urnas del 28 de mayo, en el que el PP tendrá 15 diputados; PRC y PSOE 8 y Vox 4.

Después, Buruaga cree que el Pleno de investidura podría celebrarse a final de mes y, posteriormente, se conformaría el nuevo Gobierno, de cuya estructura aún no ha avanzado nada.

En cuanto a la conformación de la Mesa del Parlamento, la líder del PP señaló que es algo que aún no se ha negociado, pero se mostró a favor de que sea «plural» manteniendo la representatividad que a cada partido le han dado las urnas, algo que Revilla también apoyó.

Con el voto de abstención en la investidura se acaba el compromiso de colaboración entre PRC y PP, pero eso no significa que ambos partidos dejen de colaborar durante la legislatura. «El día a día de la legislatura tendrá que estar marcado por el diálogo al no tener mayoría absoluta», dijo Buruaga, pero no habrá por parte del PP «vetos, exclusiones ni cordones sanitarios» a ninguna fuerza política, tampoco a Vox, para llegar a acuerdos puntuales que estarán basados en coincidencias programáticas.