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Daniel Martínez y Javier Peñalba
Santander
Sábado, 27 de abril 2019, 07:45
El menor de 17 años, vecino de Puente San Miguel (Reocín), se debate entre la vida y la muerte en el Hospital Universitario Donostia de la capital guipuzcoana tras haber sido víctima de una agresión en la madrugada del viernes por parte de un ... grupo de jóvenes, siete de los cuales fueron detenidos poco después y permanecían anoche en dependencias de la comisaría de la Ertzaintza en San Sebastián. Según la última información facilitada por los médicos, Santiago C. se encuentra en «coma profundo», en situación de muerte cerebral. Los facultativos no han confirmado si el paciente ha sufrido daños irreversibles.
Según las fuentes consultadas, la negativa de Santi –como era conocido en Reocín y en Santillana del Mar, donde su padre tiene un negocio, y por sus amigos– a facilitar uno o varios cigarros a los arrestados pudo ser el desencadenante de lo sucedido. La policía autonómica está realizando la reconstrucción de los hechos y para ello se valdrá de las cámaras del Ayuntamiento, situado muy cerca del punto en el que tuvo lugar el suceso, y que grabaron la agresión.
El joven llevaba algún tiempo residiendo en Cantabria, donde se trasladó su padre después de divorciarse. Aunque en un primer momento sólo el progenitor se había asentado en Reocín, posteriormente trajo a su hijo para que continuara sus estudios en la región. Esta semana estaba pasando unos días en Guipúzcoa, de donde era natural y donde vive gran parte de su familia, incluida su madre, así como su hermano mayor. Este último, que estaba presente cuando se produjeron los hechos, también ha pasado temporadas en Cantabria, especialmente durante el verano.
El suceso tuvo lugar en torno a las cinco de la madrugada, en la calle Igentea de San Sebastián, frente a la entrada del Club Náutico donostiarra. Según señalaron fuentes cercanas a la investigación, el menor se encontraba en el momento de la discusión acompañado de dos amigos, entre ellos su hermano Iker, con los que anteriormente había estado en la discoteca Gu.
Santi se vio involucrado en el altercado después de que supuestamente rechazara la exigencia de algunos miembros de un grupo de jóvenes, que le habían demandado varios cigarrillos. Se cree que esta negativa, según las primeras averiguaciones, dio lugar a un fuerte enfrentamiento entre los dos grupos, en el transcurso del cual la víctima recibió diversos golpes que le hicieron perder el equilibrio.
En los instantes posteriores, mientras el menor permanecía tendido en el suelo, fue objeto de nuevas agresiones y patadas. No muestra heridas de arma blanca.
El menor, según indicaron fuentes consultadas, quedó desvanecido y ante esta situación uno de los amigos que estaban con él corrió en busca de auxilio. En su camino se topó con una patrulla de la Ertzaintza que se encontraba en las proximidades en labores de seguridad ciudadana. Los policías reclamaron la presencia de una ambulancia y los sanitarios desplazados encontraron al joven en situación de parada cardiorrespiratoria, por lo que iniciaron las maniobras de resucitación habituales en estos casos.
Durante cuarenta minutos el personal médico se esforzó en estabilizar a la víctima, y en cuanto lo consiguió procedió a su traslado al Hospital Universitario Donostia. El chico ingresó en estado muy grave y anoche permanecía en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI). Fuentes consultadas manifestaron que se hallaba en estado de «coma profundo» y rehusaron comentar la evolución que podría darse en las próximas horas o si habría sufrido daños irreversibles.
Los agentes desplazados a la zona, entre los que había también miembros de la Guardia Municipal de San Sebastián, consiguieron identificar al grupo de agresores, siete de los cuales fueron detenidos y conducidos a dependencias de la comisaría de la policía autonómica en la zona de la playa de Ondarreta.
La Ertzaintza ha abierto una investigación para esclarecer las circunstancias en las que se produjeron los incidentes. Los agentes al frente del caso, adscritos a la comisaría de la capital guipuzcoana, tratan ahora de determinar el grado de implicación de los siete jóvenes arrestados. Estos tienen entre 18 y 25 años e inicialmente han sido imputados por la comisión de un delito de lesiones, aunque esta calificación podría modificarse en las próximas horas en función de la evolución del estado de salud del menor hospitalizado.
Los siete investigados, según indican fuentes cercanas a los amigos del herido, residen en localidades de la comarca del Bidasoa. Asimismo, precisaron que son de varias nacionalidades. En el incidente también resultaron con lesiones dos amigos del herido, que fueron atendidos por las asistencias sanitarias.
Durante el día de ayer los ertzainas al frente del caso llevaron a cabo un reconocimiento de la zona en la que se produjo la agresión. Lo hicieron en algún momento acompañados por dos de las personas que se encontraban con la víctima. Los agentes también han demandado las imágenes que han grabado las cámaras de seguridad instaladas en el Ayuntamiento de San Sebastián. Según ha podido saber este periódico, el vídeo muestra la agresión que se produjo frente la puerta de Club Náutico, así como la caída del menor al suelo y los golpes que recibe cuando permanece sobre tendido sobre la acera.
También han demandado las grabaciones de los dispositivos de videovigilancia existentes en el exterior de la discoteca Gu por si pudieran servir para el esclarecimiento de los acontecido. Los detenidos serán puestos en las próximas horas a disposición del Juzgado de Guardia de San Sebastián. Los arrestados pueden permanecer hasta 72 horas en los calabozos y es posible que, dada la complejidad del caso, la Policía decida agotar dicho plazo.
La noticia de la agresión sufrida por este joven donostiarra se extendió rápidamente a través de las redes sociales, en donde amigos y allegados mostraron su consternación por el delicado estado de salud en el que se encuentra Santi. En Reocín le definen como un chico extrovertido y muy normal. En los últimos meses había dicho a su entorno que estaba pensando dejar el Bachillerato y valoraba hacer un ciclo de formación profesional. El pasado verano había dejado muy buen sabor de boca entre los responsables de una escuela de surf de la región con la que colaboró puntualmente. «Nos dio mucha confianza porque se mostró muy trabajador y con muy buen rendimiento», recuerdan.
Todos los grupos políticos con presentación en el Ayuntamiento de San Sebastián se sumaron ayer a una declaración de condena por la brutal agresión que mantiene en «coma profundo» a un joven de 17 años vecino de Reocín, Santiago C., natural del País Vasco. En el documento, que el Consistorio hizo público a través de la página web y sus redes sociales, calificaron de «graves» los hechos ocurridos la pasada madrugada en la ciudad y manifestaron su «su solidaridad, cercanía y afecto a la familia del joven víctima de esta injustificable agresión».
Además, quisieron explicitar su «más absoluto rechazo y condena de este tipo de expresiones de violencia, que no tienen ninguna razón de ser y que no provocan más que un dolor absurdo y gratuito en quien la padece». Por último, confiaron en que la investigación que está llevando a cabo la policía autonómica vasca sirva para determinar las circunstancias que han rodeado a esta agresión, y que se determinen las oportunas responsabilidades y sus consecuencias.
«Mostramos nuestro rechazo más absoluto ante este tipo de expresiones de violencia que no tienen razón de ser en Donostia», añadía a través de un mensaje en Twitter el alcalde de la capital de Guipúzcoa, Eneko Goia. También el máximo responsable municipal de Reocín, Pablo Diestro, se puso ayer en contacto con la familia del chico, que se debate entre la vida y la muerte, para manifestar a sus allegados el apoyo de la Corporación y ponerse a su disposición para lo que sea necesario.
El padre de la víctima, un pequeño empresario que regenta una tienda de regalos y recuerdos en Santillana del Mar desde hace casi una década, se desplazó ayer hasta el Hospital Universitario Donostia de San Sebastián para seguir de cerca las novedades sobre su evolución. Desde hacía unos meses, con él era con quien vivía el chico, que había fijado temporalmente su residencia en Cantabria y se había matriculado en Bachillerato. Con él está también el hermano mayor y la familia materna, que reside en San Sebastián.
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