Moreno nació en Madrid e ingresó en la Policía Nacional en 1975. Desde entonces, ha desempeñado su carrera profesional en las especialidades de Seguridad Ciudadana, Policía Judicial y Extranjería. En abril de 2017, el entonces ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, le nombró jefe superior del Cuerpo Nacional de Policía en Cantabria. Su llegada, tal y como él mismo relató en el homenaje sorpresa que la semana pasada le brindó la delegada del Gobierno, Ainoa Quiñones, fue «con el cuidado propio de quien no sabe muy bien cómo lo van a recibir». El comienzo no fue fácil, ya que durante su nombramiento tomaron relevancia unos hechos de 1982 por los que fue condenado, aunque en todo momento recibió el respaldo de la cúpula policial. De su desembarco, Moreno recordó que le habían advertido «de que tuviera tacto, que tratase de no herir ninguna sensibilidad y que estuviera a la altura de las expectativas; pero el recibimiento fue tan caluroso, con tanto afecto, que me resultó muy sencillo». Quiñones, para sorpresa del todavía jefe superior, le distinguió con la Encomienda de la Orden del Mérito Civil.
De su paso por Cantabria está orgulloso del trabajo durante la pandemia que ha hecho todo el personal al que dirige, pero recuerda especialmente la labor en el campo de la investigación, que es una de sus grandes pasiones laborales. Por ello destacó durante su discurso «la resolución del crimen del anciano que apareció atado, amordazado y asfixiado en un garaje de Santander».
Moreno, que se retira de la vida laboral tras 45 años de servicio, llegó a Cantabria en 2017
La conexión de Moreno con Cantabria es tan grande que, como él mismo comentó, seguirá viviendo en la región. «Luego, ya veremos», afirmó. «De estos años aquí me llevo la entrega y dedicación de los policías cántabros», concluyó.
Reconocimiento del Gobierno
En el acto de homenaje a Moreno también se encontraba presente Luis del Castillo, para el que la delegada tuvo palabras de agradecimiento. Este lunes fue la consejera de Interior, Paula Fernández, la que le felicitó tras su reciente nombramiento como general de Brigada. Del Castillo había sido desde 2016 el máximo responsable de la 13ª Zona de la Guardia Civil en Cantabria. En una recepción celebrada en la sede del Ejecutivo, Fernández Viaña elogió su trayectoria y le deseó «el mayor de los éxitos profesionales en su nuevo destino». De las iniciativas puestas en marcha, la consejera valoró las iniciadas en los últimos tiempos para fortalecer «la colaboración institucional entre el Gobierno y la Guardia Civil en el ámbito de la seguridad y la atención de las emergencias».
Tras cinco años en Cantabria, Castilla y León será el próximo destino de Luis del Castillo
De entre todos los proyectos, destacó la integración telemática del 112 y la Guardia Civil para la gestión de las emergencias «que ha conseguido reducir el tiempo de espera de los usuarios que llaman para pedir ayuda, además de reforzar las actuaciones conjuntas».
Fernández Viaña también se refirió a los nuevos protocolos de coordinación que se establecerán en las intervenciones en cuevas, que supondrán, además, incrementar los medios materiales de los que dispondrán los agentes. Se trata de unos acuerdos, resumió la consejera, que «profundizan en la mejora de la respuesta de los servicios de emergencia autonómicos y logran aunar esfuerzos con la Guardia Civil para mejorar la seguridad en la región».
Luis del Castillo siempre ha estado estrechamente vinculado a la comunidad. Aunque nacido en Bilbao, su padre era empleado de banca en Cantabria. Cuando tenía dos años, su familia regresó a Santander, donde pasó toda su infancia y juventud hasta el ingreso en la Academia General Militar en 1982. Dos años después, obtuvo su primer empleo en la Guardia Civil como alférez alumno. Aquí se casó, donde reside con su familia. Antes de desembarcar en Cantabria como coronel jefe de la Guardia Civil, estuvo en el Grupo de Acción Rápida (GAR) de Logroño, en el Grupo Rural de Seguridad y el Subsector de Tráfico de Barcelona, en la Escuela de Adiestramientos Especiales de Guadarrama (Madrid) y en el Centro de Adiestramientos Especiales en Logroño. También ha desempeñado las funciones de comandante y teniente coronel de la Comandancia de Vizcaya (País Vasco).
«He tenido la inmensa suerte de venir a mi tierra y trabajar aquí en los últimos cinco años», destacó Del Castillo la pasada semana durante el acto de homenaje a Héctor Moreno, en el que también fue reconocida su labor.
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