Los camiones cisterna vuelven a llevar agua a San Roque de Riomiera

En este pequeño pueblo pasiego de algo más de 460 habitantes empezaron a notar allá por mayo cómo el caudal de los manantiales menguaba demasiado rápido antes de que el verano ni tan siquiera asomase. Hasta que llegó el punto crítico que temían y durante dos semanas el Ayuntamiento decidió cerrar el suministro a la mayoría de sus vecinos, sobre todo en San Pedro, el principal núcleo del pueblo y donde más agua se necesita. En concreto, los grifos, fuentes y demás puntos de salida quedaron secos en esta zona desde las 16.00 hasta las 20.00 horas y, por la noche, de 23.00 a 08.00 horas, para intentar llenar unos depósitos que quedaron «bajo mínimos» hace ya varias semanas.

También en Liérganes están teniendo problemas. El viernes el alcalde, Santiago Rego, acordó medidas para el ahorro de agua, apelando a la responsabilidad ciudadana y prohibiendo regar huertos y jardines por el día, excepto de 00.00 a las 08.00 horas, el «baldeo» de calles, terrazas o aceras, el lavado de coches y el llenado de piscinas.

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El consejero de Obras Públicas, José Luis Gochicoa, señaló hace unos días que, más allá de estos «problemas puntuales» en pueblos del interior, no cree que Cantabria vaya a sufrir falta de abastecimiento este verano gracias al bitrasvase del Ebro y la autovía del agua. Pero reconoció que «siempre quedan ayuntamientos pequeños en zonas interiores que no están conectadas a esas infraestructuras» y que son por tanto en los que está habiendo problemas con la sequía, especialmente para el sector ganadero. Por ello, a petición de los municipios, se les está trasladado el agua en camiones cisterna.