La campaña interminable

Las generales marcaron claramente las estrategias de este último mes. El PP, tocado y con obligación de remontar. El PSOE, encantado de la vida, y el PRC, eufórico. Con Ciudadanos centrado en estar bien situado el lunes para coger el teléfono y recibir ofertas, Podemos y Vox se han aferrado a buscar hueco en el Parlamento (unos por mantener su sitio y otros, por ganárselo). Es un resumen rápido, pero fácilmente trasladable a las imágenes de la campaña. Esas estrategias se han confirmado en las fotos y en los mensajes. Hasta en las curiosidades.

María José Sáenz de Buruaga (PP) no perdió un segundo. La primera foto de su álbum tras el 28-A fue en el primero de mayo, rodeada por sus 102 candidatos municipales. Llamó a filas para levantar el ánimo y apelar al orgullo. A trabajar. La segunda, con sus compañeros de la lista autonómica en la Casa de Juntas de Puente San Miguel. Foto con mensaje. En el centro mismo de la simbología autonómica, en contraste con los postulados de quien le sangró votos en las generales. Vox, que también ha tirado de imágenes con significado. Ante el monumento a Pedro Velarde y el dedicado a las víctimas del terrorismo con una enorme bandera de España dejaron claro un cambio de rumbo. De aparecer poco en los medios y dejar todo el protagonismo a Santiago Abascal, a tratar de salir lo más posible.

Por el camino, los populares han intentado explotar el tirón de Lorenzo Vidal de la Peña -muy activo en redes sociales-, trajeron en un acto de perfil bajo con empresarios a Pablo Casado (en el que lo más destacado fue su postal comiendo pizza con unos críos de uniforme) y han apelado al personalismo de su candidata en Santander. A Gema Igual la han dejado hacer. A su bola. Con su nombre mucho más grande en los carteles que el del partido. Infografías, vídeos mostrando su día a día con los que han bombardeado los teléfonos de medio Santander... El mitin que organizó en Tetuán el pasado domingo es el mejor resumen. Todos están contra nosotros, hay riesgo de perder si todos se unen, si no me votan a mí votan a la «extrema izquierda» (una idea que refrendó en su aparición de campaña el exministro De la Serna).

Cambiando de partido, a Revilla (PRC) las generales le pusieron la foto en bandeja. El viaje a Madrid ha sido su cartel de campaña y encima le salió redondo con una avería del tren hasta la capital. Los regionalistas sabían que la toma de posesión de José María Mazón en el Congreso tenía más valor que cualquier mitin y la llenaron de banderas y lábaros. Hasta cantaron 'Viento del Norte' junto a los leones del edificio. Por lo demás, un acto en el Palacio de Festivales (que no llenaron del todo) y un candidato en su salsa en campaña que le ha echado muchas horas a firmar «porcelanas» (así llama él a los platillos voladores, el 'frisbee', que han regalado a todo el que se les acercaba).

Eso sí, igual que hizo con Mazón y sabedor de la batalla electoral que se juega en Santander, Revilla se ha 'matrimoniado' con José María Fuentes-Pila durante dos semanas. Pegados. Si acaso, alguna infidelidad como la foto en la peluquería con Javier López Estrada (el candidato regionalista en Torrelavega). Pero poco. Más Santander que nunca y jugando a ganador.

También Pablo Zuloaga (PSOE) se ha pegado mucho a Pedro Casares, su candidato en la capital. Ambos tratan de calcar el estilo de su jefe de filas, Pedro Sánchez, al que consiguieron traer a la campaña autonómica y municipal con un acto en la calle Burgos. Fue su día grande en estas dos semanas. Porque los socialistas no se han salido del guion. Les fue bien el primer domingo de urnas y han seguido por la misma senda. Una apelación constante a la «movilización» y una coletilla en todos los discursos colocándose como los únicos capaces de «parar a la derecha». Han jugado tanto a eso de «aprovechar la ola» que su candidato eligió para la entrevista de este periódico una foto con neopreno y tabla saliendo del agua. Otra de las imágenes para el recuerdo en esta campaña.

Como la del brindis de Inés Arrimadas con una cerveza en la mano en un bar de Santander. En ese intento de ofrecer una imagen de modernidad, Ciudadanos plantea las visitas de sus rostros conocidos como un 'de cañas con'. Y, aunque al final resultó un mitin como todos los demás (pero con todos los asistentes, que eran unos cuantos, más apretados), consiguieron colocar su discurso. El partido naranja se ha movido bastante. Tanto Félix Álvarez, como su fichaje para el número dos de su lista, la ganadera Marta García. Ambos acompañaron a Toni Cantó (en otro 'de cañas' y en su mitin grande en Torrelavega) y han insistido en un discurso nacional que aquí en Cantabria les coloca como un posible socio para casi todos los que quieran gobernar sea donde sea. Ahí puede ser clave el papel de Javier Ceruti en la capital, otro de los nuevos rostros que ha dejado esta campaña electoral.

Puede que, entre los principales partidos, la campaña con un perfil más bajo haya sido la de Podemos. Perdieron su diputado por Cantabria en el Congreso, pero el número de votos obtenidos les recargó algo unas pilas muy necesitadas al trasladar esos apoyos a las autonómicas. Y con ese optimismo se han movido tratando de remover fantasmas lo menos posible, sin revolver demasiado en un gallinero muy convulso de puertas hacia dentro. De hecho, ninguno de sus nombres conocidos a nivel nacional ha asomado por Cantabria. Tal vez para no reabrir viejas heridas. Y con Mónica Rodero como rostro amable para apaciguar los ánimos. Incluso cuando en el debate de El Diario recordó a los votantes de izquierdas que su partido era el único capaz de aglutinar de verdad los suficientes votos como para llegar al Parlamento. Para que fuerzas como Izquierda Unida o Cantabristas no les resten demasiado.

El debate que organizó este periódico y que se emitió (y puede verse) en su página web fue, precisamente, uno de los momentos álgidos de la campaña. No fue el único. A los candidatos autonómicos se sumaron las emisiones con los de Santander y Torrelavega. Pero para imagen, la de todos los aspirantes a la Presidencia cocinando en el hotel-escuela Las Carolinas en el encuentro que organizó este periódico. De largo, la foto más comentada de estas dos últimas semanas. Cocina y mesa. Se comentó la imagen y los platos que preparó cada uno. Hasta las actitudes de unos con respecto a otros. Y quedaron apuntados titulares -como 'el pacto del cachón', por ejemplo, en alusión a la receta que preparó Álvarez-.

Por lo demás, las dos semanas en las que los políticos se echan a la calle para pedir el voto siempre dejan estampas curiosas. Puede -por agotamiento- que algo menos esta vez, pero las ha habido. El sofá en mitad de la plaza Juan Carlos I que plantaron los miembros de la coalición Unidas por Santander para que los vecinos se sentaran a preguntar a sus candidatos (y que trajeron cargando con él desde la sede de Podemos). O el paseo en tándem que el cabeza de lista de esta formación, Miguel Saro, se dio junto al candidato autonómico de Marea Cántabra (IU+Equo), Ismael Ruiz Salmón.

Curiosas también son las coincidencias. Entre las decenas de infografías que se han presentado con proyectos, el aparcamiento del Palacio de Festivales ha estado muy solicitado. Populares y socialistas presentaron plan futurista para el mismo lugar. Y sin infografía, Vox y el PSOE buscaron destino para el edificio de Correos. Subsede del Museo del Prado o parador nacional, respectivamente.

Está claro que Santander ha dado bastante juego. Más allá de los cierres de campaña de anoche, mientras el debate en la capital se centraba en si la estrategia era o no un 'todos contra Gema Igual', el PRC publicó el jueves en un anuncio a toda página un crucigrama con preguntas del tipo 'proyecto en materia de movilidad que nos costó 7 millones y puso a toda la ciudad en pie'. Los dardos de última hora.