Cantabria, ante su gran verano

En junio de 2020, a estas alturas del año, no se podía entrar o salir de la comunidad autónoma. Luego ya sí, pero con muchas dudas. Ese verano, los turistas y los locales, más que un mapa para saber dónde ir, llevaban un ejemplar del BOE. Y actualizado (los cambios eran constantes: horarios de cierre, aforos, mascarillas...). Los vigilantes de la playa fueron unos chavales que se encargaban de contar la gente que había tomando el sol. Colas para poder darse un baño. Y buena parte de todo eso siguió al verano siguiente. No olviden que en 2021, en julio, había toque de queda para irse a casa. Se pudo ver taetro en el Palacio de Festivales, por ejemplo, pero con una butaca de separación con el de al lado. O ir a un concierto al aire libre, pero sentado en una silla y, por supuesto, con la mascarilla puesta. Ahora todo eso parece muy lejano. La decisión de aliviar las restricciones motivadas por el covid y la desaparición paulatina de buena parte de los hábitos que trajo consigo la pandemia marcan una nueva rutina. En realidad, la de siempre. Para eso se prepara la región. Para un verano como los de siempre, pero con unas ganas acumuladas de vivirlo como nunca. Y eso se nota. También en la economía.

Las reservas de alojamiento recuperan la antelación, las agencias de viaje trabajan a destajo, vuelven los campamentos, las verbenas, las grandes fiestas, las atracciones de feria, los festivales de música... Cantabria está en la antesala de un verano en el que se da por hecha una masiva llegada de turistas y en el que particulares y empresas quieren recuperar lo perdido. El tiempo o el dinero. Sin restricciones, pero también sin olvidar un contexto ahora más marcado por las subidas de precios que por las de la incidencia acumulada. Aunque se siga mirando de reojo la estadística diaria que deja el covid y aunque se sigan viendo mascarillas por la calle. «Con cautela, porque hay que ver si esto se mantiene así o volvemos atrás», dicen buena parte de los empresarios cuando les preguntan si ya están recuperando actividad al 100%.

El Diario Montañés repasa en varios artículos los preparativos por sectores. El turismo, el ocio, la cultura, las playas... Las cosas de un verano que –parece– será como lo fue siempre.

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