Cantabria aprobará una bajada «progresiva» del IRPF de 154 euros de media por contribuyente

En concreto, lo que hará Economía es actualizar las cantidades mínimas por las que no hay que declarar, la parte de las rentas personales y familiares por las que no se tributa al considerar que son las que se destinan a satisfacer las necesidades básicas de los hogares. Así, estos mínimos subirán un 10% -el máximo que permite la ley- para compensar el efecto de la inflación. Según los cálculos del Ejecutivo, la medida beneficiará a 183.000 contribuyentes.

«Hemos optado por la medida de subir los mínimos exentos para esta rebaja fiscal, porque es evidente que hay una pérdida de poder adquisitivo como consecuencia de la inflación», ha asegurado Sánchez, que subraya que se trata de una rebaja «progresiva» que beneficia más a las rentas más bajas. En este sentido, la consejera apunta que el margen de maniobra es muy limitado más allá de esta acción, porque solo el 12% de los ingresos anuales de la comunidad autónoma llegan a través de los tributos. El grueso corresponde a las entregas anuales que hace el Estado.

Cantabria dejará de ingresar de esta forma 28 millones de euros. A la espera de que se concreten las ayudas directas a los sectores más afectados, la primera parte del Plan de Choque cántabro también incluye un millón de euros para aumentar en un 15% el importe de la Renta Social Básica y otros dos de las ya anunciadas exenciones de tasas y tarifas públicas. Finalmente, serán 52 -menos de las 65 que anunció en el Parlamento el consejero Marcano- en los departamentos de Industria, Desarrollo Rural y Obras Públicas.

Sobre el balance económico de 2021, Cantabria había anunciado que en último trimestre recuperaría los índices de riqueza previos a la crisis. La consejera sacó pecho de que la región volvería a los niveles de Producto Interior Bruto de 2019 nueve meses antes que el conjunto de España. La realidad lo desmiente. Es cierto que el PIB en 2020 cayó menos que el nacional y que en 2021 ha subido algo más que la media, pero ahora Economía reconoce indirectamente que la previsión no se ha cumplido. «El PIB de Cantabria se sitúa más cerca de recuperar el nivel y se ha situado siempre por encima de los niveles de España», ha valorado Sánchez.

Con ese baño de realidad, ahora el Gobierno regional prefiere no hacer pronósticos de futuro. Desde luego, el crecimiento de más del 8% con el que se diseñó el Presupuesto en vigor está ya más que descartado. «Antes de la invasión todos los organismos indicaban una fuerte recuperación. Ahora, la megalomanía de Putin ha convertido cualquier análisis previo en papel mojado y nos ha abocado a una crisis económica y humanitaria sobre la que es muy complicado hacer pronósticos», ha señalado la responsable de las arcas autonómicas. Porque aunque Rusia significa solo el 0,4% de las exportaciones cántabras, la región «no es ajena a las consecuencias financieras ni al impacto del conflicto sobre las materias primas energéticas y no energéticas».

Además de concretar que el impacto del covid en 2021 fue de 192 millones de euros, que incluyen tanto el gasto directo del Servicio Cántabro de Salud como el indirecto en todos los departamentos frente a los 290 millones de 2020, María Sánchez ha puesto contexto a alguno de los datos macroeconómicos que distintos organismos han ido emitiendo en los últimos días. La deuda, el superávit, la ejecución del Presupuesto de 2021, el periodo medio de pago a proveedores, el paro... Una lluvia de datos que, según la lectura del bipartito, permiten hacer una lectura positiva en relación al contexto nacional y que «demuestran que las personas están siempre en el centro de la prioridad. Hemos blindado el Estado de Bienestar sin poner en riesgo la estabilidad presupuestaria de Cantabria».

Por partes. Sobre la deuda, ha reconocido que el indicador, que se sitúa en 2021 o en el 24,8% del PIB, «no es bueno, pero mejora 1,2 puntos el de 2020». Baja porcentualmente la deuda porque aumenta la riqueza, pero la cifra absoluta a final de ejercicio fue de 3.426 millones, la más elevada de la historia. En Economía, se quedan con la primera parte. «Rebajar nuestro porcentaje de deuda nos permite ser más solventes y tener mejor capacidad de gestión a la hora de poner en marcha operaciones financieras», ha dicho Sánchez, que como en otras ocasiones ha subrayado que aunque España y Europa hayan suspendido las reglas fiscales para las autonomías, en Cantabria «la responsabilidad fiscal sigue vigente».

Más datos. Los 16,38 días del periodo medio de pago a proveedores sitúan a la región como la cuarta más ágil tras Extremadura, Murcia y Canarias en hacer frente a las facturas. Y Cantabria cerró el ejercicio, como ya adelantó la semana pasada el Ministerio de Hacienda, con un superávit -como otras nueve autonomías- del 0,93%, porque ingresó más dinero de lo que gastó. La consejera ha explicado por qué: el incremento de los ingresos tributarios respecto a las previsiones, pero sobre todo por la llegada de fondos europeos y el respaldo del Gobierno de España a las autonomías. Sin contar el dinero de Europa, España ha enviado a Cantabria desde 2020 hasta la actualidad 615 millones de euros de fondos extraordinarios, alrededor de 200 millones por cada uno de los tres ejercicios.