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Cantabria cerrará sus grandes superficies los fines de semana, durante un mes, para intentar frenar el azote de la tercera ola de la pandemia, después de que la región haya vuelto al nivel máximo de alerta tras registrar un drástico aumento en el número ... de positivos diarios, 207 frente a los 118 de la jornada anterior.
Ni siquiera ha hecho falta esperar a que todos los indicadores de la enfermedad se hayan puesto de color rojo: la evolución del virus y las malas previsiones han bastado para que se haya decidido endurecer las restricciones ante una tercera ola que en su arranque presenta cifras tremendas.
Si el presidente, Miguel Ángel Revilla, preparaba ya ayer el decreto de prórroga del cierre perimetral de la Comunidad Autónoma y del toque de queda, la nueva y empeorada situación sanitaria obligará a acompañar esas medidas, ya en vigor desde hace meses, con otras más severas.
Cierre perimetral Cantabria lleva cerrada desde el pasado 30 de octubre, una medida que ahora se verá prorrogada.
Toque de queda Decretado tras el estado de alarma, el 26 de octubre, se adelantó a las 22.00 el 14 de noviembre.
Hostelería Cantabria es la única comunidad del entorno que no puede utilizar el interior de los locales para atender.
Centros comerciales Se permite un tercio del aforo.
Sobre la mesa de los responsables de Sanidad se contemplan varias opciones, que se harán públicas hoy. El cierre de los centros comerciales durante los fines de semana es la más novedosa y radical.
Superado el confinamiento de los primeros meses del pasado año, la actividad comercial ha estado sometida a limitaciones de aforo que en el caso de las grandes superficies no ha llegado a notarse tanto dada su capacidad de acoger público. De hecho, uno de los argumentos que ha esgrimido recurrentemente el sector de la hostelería para protestar por su situación ha sido compararse con los centros comerciales, a los que, a su juicio, se ha dispensado diferente trato pese a ser puntos de aglomeración de gente. El cierre de las grandes superficies en fin de semana, y en pleno periodo de rebajas, contribuiría no solo a reducir el contacto social, sino también algunas críticas, aunque siempre a costa de una gran pérdida de negocio.
También está previsto prohibir la asistencia de público a espectáculos deportivos a partir del sábado, que entrará en vigor la resolución. Una cuestión menor ya que, con un Racing en horas bajísimas (la medida no afectará al partido que se disputa hoy), no se puede hablar de otros grandes acontecimientos de esta índole con poder de convocatoria en la región. Tanto las limitaciones de la actividad de los centros comerciales como las que puedan afectar a la celebración de competiciones deportivas pueden justificarse por el objetivo de reducir el contacto social, el gran medio de propagación del virus. Pero también puede hacerse una segunda lectura de ambas medidas, y es que con ellas los nuevos responsables de Salud Pública, con el epidemiólogo Reinhard Wallmann a la cabeza, pueden dar más coherencia a sus actuaciones: cuando el sacrificio que se exige a la sociedad está más repartido es más fácil de entender que cuando lo soportan unos pocos.
CÓDIGO ROJO
INTERACCIÓN SOCIAL
CRÍTICAS
TERCERA OLA
No es tampoco descartable que las autoridades sanitarias recurran además a otras fórmulas ya conocidas, como aplicar confinamientos a los municipios que presentan peores tasas de incidencia. El problema es que, aunque haya zonas especialmente afectadas, la nueva arremetida del virus compromete a toda Cantabria, y el cierre selectivo puede contribuir a remediar el problema en un área, pero hacen falta soluciones globales. Aplicar el cerrojazo a todos los ayuntamientos podría contribuir a lograrlo.
El último balance de la Consejería de Sanidad ha dado un vuelco a la situación. A la espera de lo que ocurra en los próximos días, este primer pico de la tercera ola puede anunciar lo que está por venir. En un solo día, la situación sanitaria ha empeorado notablemente, empezando por esa alta cifra de casos nuevos: no se rebasaba la barrera de los doscientos desde los peores momentos de noviembre.
La subida, lógicamente, tiene sus consecuencias en la tasa de incidencia, que ha pasado de 271 a 295 casos por 100.000 habitantes en el acumulado a catorce días, y de 156 a 171 en el de siete. El otro gran indicador de la transmisión del virus, la positividad, también ha experimentado un salto, desde el 9,1 al 9,7%.
Lamentablemente, los efectos de esa mayor circulación del coronavirus ya se están dejando sentir en los hospitales de la región, que cada vez reciben más pacientes: en siete días han pasado de 90 a 143, casi un 60% más. Las Unidades de Cuidados Intensivos llevaban ya semanas soportando una gran ocupación de pacientes críticos de covid y muy cerca del límite de riesgo extremo. Ahora, los 27 enfermos atendidos -tres más que ayer-, suponen el 24,8% de su capacidad; con uno más se superará ese límite del 25% y, desgraciadamente, todo indica que eso sucederá en cualquier momento.
No obstante, el agravamiento de la crisis sanitaria no es exclusiva de Cantabria. De hecho, ha sido la última región de su entorno en plantear medidas para atajarlo. En el País Vasco, al cierre perimetral de la región se suma ahora el de cada una de las provincias que la componen. Además, se confinarán las localidades que registren una tasa de incidencia de 500 por 100.000 a catorce días. La actividad deportiva queda suspendida en estas poblaciones en alerta. Los comercios de más de 150 metros cuadrados ven reducido su aforo al 40%, y al 60% los más pequeños.
Estos condicionantes se añaden a los que ya estaban vigentes: toque de queda de 22.00 a 06.00, cierre de la hostelería y de las salas de apuestas a las 20.00 horas, grupos máximos de seis personas, cierre de comercios y fin de actividades culturales a las 21.00 horas y aforos del 35% en iglesias.
En Asturias, el Principado ha decidido adelantar el inicio del toque de queda de las 23.00 a las 22.00 horas, y también fijar el horario de cierre de los negocios de hostelería y comercio, incluidas las grandes superficies, a las 20.00. De momento, Asturias suspende también la actividad presencial en la enseñanza universitaria, incluida la realización de exámenes. Por otro lado, ha procedido al cierre perimetral del municipio de Grado, con una incidencia nueve veces mayor a la media regional.
Entre las provincias vecinas de Castilla y León, Palencia ha sido la primera en aplicar ese endurecimiento de medidas, con el cierre durante dos semanas de las grandes superficies (salvo los establecimientos individuales de menos de 2.500 metros cuadrados con acceso directo e independiente desde el exterior), los centros deportivos y el interior de los negocios de hostelería, que podrán seguir atendiendo a su clientela en las terrazas. León y Burgos adoptarán estas mismas restricciones a partir de hoy.
La última información que se conoce de la propagación de la denominada cepa británica del covid en la región, proporcionada por el propio director general de Salud Pública, Reinhard Wallmann, nada más acceder al cargo, hablaba de catorce casos sospechosos a la espera de confirmación, ya que se precisan pruebas específicas para determinar la mutación del virus.
Así como los cuatro primeros casos detectados en Cantabria tenían su origen conocido en un pasajero aterrizado en el aeropuerto de Santander desde el Reino Unido, del resto no se han proporcionado más datos. Hace falta saber, por ejemplo, si se han descubierto en circunstancias similares o si proceden del muestreo aleatorio que se realiza entre todos los casos positivos que se registran en la región. Si fuese así, indicaría hasta qué punto se encuentra extendida esta variante del coronavirus.
Por otro lado, el repentino crecimiento del número de contagios y la rapidez con que han aumentado las hospitalizaciones parecen indicar que el covid se está extendiendo con una mayor rapidez. Hay que recordar que solo un mes después de la identificación de la cepa en el Reino Unido, esta se había convertido en la más común del país. Su principal característica es su mayor capacidad de contagio, que los investigadores estiman entre un 50% y un 74% superior al del virus original. No se ha determinado que la cepa británica produzca efectos más graves sobre la salud de los enfermos, pero está clara su contribución al colapso de las infraestructuras sanitarias, con un aumento de la demanda proporcional al del número de contagios.
No se sabe tampoco cómo puede afectar ese virus mutado en el entorno escolar, que hasta ahora ha sido razonablemente seguro, y si los estudiantes pueden convertirse en agentes multiplicadores de la infección.
En todo caso, los llamamientos a la calma lanzados por el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón, quien ha asegurado que el impacto de la mutación «será marginal», no parecen haber surtido mucho efecto.
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