Cantabria destinará 1.792 millones de los Presupuestos al gasto social

No obstante, para el consejero de Economía y Hacienda, Juan José Sota, la reunión fue un «ejercicio de transparencia». Tras el encuentro avanzó algunas de las grandes cifras del documento para defender las bondades del Presupuesto. Se sabía que será el mayor de la historia de Cantabria, porque alcanza los 2.728 millones de euros, lo que supone un crecimiento del 4,9% respecto al ejercicio actual incluyendo en ese incremento los gastos financieros. En este sentido, el responsable de Economía avanzó que se va a hacer un «gran esfuerzo» por amortizar la deuda, lo que permitirá un ahorro de 8 millones de euros en el pago de intereses.

Sota adelantó que será también un presupuesto «muy social», ya que destinará 1.792 millones de euros a gasto social. Las cuentas contemplan también un «gran esfuerzo inversor», que se traduce en una subida de más del 15% de las inversiones, mientras el repunte de los gastos corrientes «no llegará a dos puntos porcentuales», pese a que el gasto de personal crece un 1,5%, que es el incremento salarial para los empleados públicos que autoriza el Estado.

El documento contempla también una reforma fiscal que, lejos de ser un «sablazo» para los cántabros como sostiene el PP, «no va a afectar prácticamente nada al ciudadano medio». Sota puso como ejemplo el impuesto de Sucesiones, del que van a quedar exentas herencias de hasta 60.000 euros o viviendas de 125.000, por las que ahora sí se paga, según dijo. Tampoco tributarán las herencias entre hermanos de hasta 20.000 euros, mientras que las de 100.000 euros, que ahora pagaban 50 euros, pasarán a tributar 190, es decir, «una subida de 140 euros sobre una herencia de cien mil», restó importancia el consejero. De este modo, de acuerdo con las cifras avanzadas ayer en una comparecencia rápida en pasillos, «el 73% de las herencias que se tramitan en la Agencia Tributaria van a quedar exentas, por lo tanto el cántabro medio no va a notar la reforma fiscal».

En este contexto, Sota anunció que se rebajará el impuesto de matriculación de coches «para equipararlo al tipo de las comunidades autónomas del entorno» y así evitar que se produzca «la deslocalización de las ventas de vehículos».

Con todo habrá que esperar hasta el próximo lunes para conocer los detalles del texto, porque no será hasta ese día cuando el Consejo de Gobierno apruebe las cuentas en una reunión extraordinaria tras la cual se registrarán en el Parlamento para iniciarse su tramitación y debate, con el objetivo de que entren en vigor el 1 de enero de 2018.

El Gobierno se ha cuidado mucho de que el texto presupuestario no se filtre y por eso no se lo entregó a los agentes sociales, a pesar de que fueron convocados para ello en la sede regional. «No tiene pies ni cabeza que se nos convoque a una reunión a escasas 24 horas de que el proyecto reciba luz verde en un Consejo de Gobierno extraordinario y se diga que vayamos a hablar con los grupos parlamentarios que son los que hacen las enmiendas. Es un fracaso del procedimiento y del método», criticó el secretario general de CC OO tras el encuentro en la sede de Peña Herbosa. Su compañero de UGT, Mariano Carmona, abandonó la cita con una «sensación agridulce», porque «pensábamos que el Gobierno nos iba a dar el documento y se ha limitado a una exposición genérica».

Más duro fue el presidente de la patronal. «Salimos sin nada en la mano», se quejó Lorenzo Vidal de la Peña, que dijo salir de la reunión con una «sensación vaga» porque «desconocemos absolutamente el contenido de los Presupuestos de 2018». «Me siento utilizado por el Gobierno», espetó tras considerar «una falta de respeto» la ausencia en la reunión del presidente Miguel Ángel Revilla y de los consejeros de Presidencia, Medio Rural e Industria.