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La Consejería de Desarrollo Rural, Ganadería, Pesca y Alimentación va a intentar, una vez más, convencer al Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco) de que la actual protección del lobo está causando un gran perjuicio en la ganadería de Cantabria. ... Para hacerlo, en esta ocasión, el Ejecutivo ha solicitado por carta a varios alcaldes que envíen información sobre «los avistamientos de la presencia del lobo, tanto en núcleos urbanos como alrededores, que puedan suponer un peligro para la población y el ganado». Y les pide, además, que apoyen los datos en documentos gráficos -fotografías y vídeos- con el fin de solicitar extracciones al Ministerio «con carácter de urgencia». El objetivo, según concretó ayer el consejero, Pablo Palencia, es documentar la presencia de los cánidos «sobre todo en los núcleos urbanos, porque nos llegan testimonios de alcaldes y vecinos que han visto al lobo merodeando por las calles del pueblo». En Los Tojos, por ejemplo, se han avistado junto a la iglesia. En Santibáñez, Cabezón de la Sal, se produjo un ataque hace unos meses al lado de un parque infantil. Y así, suma y sigue.
Con el material recopilado, «vamos a solicitar las extracciones que contempla la ley». El Gobierno concedió a los regidores un plazo de cinco días para presentar toda la documentación de la que dispusieran. La misiva se lanzó el 12 de enero, por lo que la información ya debería estar en la sede de la Consejería.
Jaime Díez
Alcalde de Ruente
Vicente Gómez
Alcalde de Polaciones
La mayoría de los vídeos que los alcaldes de Cantabria han enviado a Ganadería y que han sido remitidos al Ministerio, circulan «como la pólvora por las redes sociales», confirma el regidor de Ruente, Jaime Díaz. Se trata de vídeos caseros realizados por los propios vecinos cuando tienen la fortuna de pillar al lobo 'in fraganti' en uno de sus frecuentes 'festines' con el ganado. No sucede a menudo, porque los relatos sobre el lobo suelen comenzar a primera hora de la mañana, cuando el ganadero se encuentra restos de sangre y a sus animales muertos. Carcomidos. Incluso languideciendo. La crudeza de las imágenes irá acompañada del discurso que sostienen todos los alcaldes preguntados acerca de la ferocidad de este depredador, que cada vez se acerca más a los núcleos de población. Una coyuntura de la que se pretende alertar al Gobierno central. El lobo no solo mata animales. El lobo mata animales junto a las casas, en el centro del pueblo o en municipios costeros, una fatalidad que ha cambiado -a peor- la forma de vida de muchas familias en Cantabria.
«Vídeos no tenemos, pero hemos enviado fotos», responde Enrique Sabarís, alcalde de Pesaguero. Dice Enrique que el otro día se vio a un lobo «a cien metros del pueblo, merodeando, en pleno día». Quizá por eso la regidora de Molledo, Verónica Mantecón, que también ha recibido la petición de la Consejería, no descarta que los cánidos «cualquier día vayan a por una persona». Mantecón no duda. Es más, «lo tengo clarísimo», asegura. «Creo que el Ministerio va a tener que hacer algo, porque los datos son los datos y esto resulta insostenible».
El objetivo es mostrarle al Gobierno de España «los estragos que está causando el lobo en las economías locales y que decida, de una vez por todas, sacarle del Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial (Lespre) -en el que fue incluido en 2021-», para que Cantabria pueda aplicar el Plan de Gestión del Lobo, «que tan buen resultado estaba dando», apunta a su vez el alcalde de Polaciones, Vicente Gómez. «Hay un vídeo circulando por ahí del lobo junto al colegio», asegura.
Ramón Jesús Cuesta, alcalde de Herrerías, asegura que los ataques «se producen por todo el término municipal, lo que pone en riesgo tanto a los animales como a las personas». Por su parte, la regidora de Cabuérniga, Rosa Fernández, ha remitido a Ganadería «tres vídeos y dos fotografías, porque la superpoblación de lobos nos está superando y se nos está yendo de las manos». Esta es «una lucha de todos», opinó ayer también el alcalde de Valdáliga, Lorenzo González, quien asume que «los ayuntamientos y las asociaciones de ganaderos tenemos que apoyar esta iniciativa para que cambien el estatus del lobo en Cantabria». Esta vez el argumento de la Consejería es la evidencia de las imágenes.
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