Cantabria estira el buen tiempo toda la semana con la incógnita de si llegarán los restos del huracán tropical

El viento sur ha disparado los termómetros este lunes, y a media mañana los termómetros ya se acercaban a los treinta grados en muchos puntos, como en Santander, Castro Urdiales, Torrelavega o Cillorigo de Liébana. Se repiten los valores altos de ayer domingo, cuando a primeras horas de la tarde hizo mucho calor (la máxima, de 33º, se marcó en Ramales a las 17.30 horas), sobre todo en zonas de interior. Ojo. Estas temperaturas tan altas tienen fecha de caducidad: durarán lo que dure el viento Sur. O sea: solo hoy (supuestamente). Pero poco cambiarán las cosas porque el resto de la semana en Cantabria se seguirá disfrutando de tiempo soleado y estable, «pero con valores más normales para la época», indica el delegado de Aemet en Cantabria, José Luis Arteche.

Las necesarias lluvias, si llegan, lo harían gracias a Danielle a partir del lunes. Es así como se ha bautizado al huracán tropical que unos creen que afectará a la Península y otros que no porque se desplazará hacia el Atlántico norte. Aunque de ser cierto que puede entrar en España, «ya no sería un huracán, sino un frente con precipitaciones». Vamos, que el destructor Danielle si llega a Cantabria ya lo hará «muy debilitado, como una inocente borrasquita» que aquí vendría de maravilla. Nos toque o no, lo que sí es seguro es que este ciclón va a descargar todo su poder sobre el océano Atlántico y que esto en sí ya hará cambiar algo esta situación meteorológica tan de hamaca y cocotero que disfrutamos en Cantabria.

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Y que es «de lo más normal» a estas alturas de septiembre, «en Cantabria todos sabemos que es así». Que es un mes en el que es habitual que sople el viento sur y luego ponerse a llover porque se producen las primeras borrascas de la temporada. Vamos, que tiene de todo. Arteche tira de cultura popular: «en septiembre es cuando secan los higos, pero también puede nevar, de ahí el refrán: cuando secan las fuentes se oxidan los puentes».