Cantabria gana población por tercer año gracias a los residentes nacionales

En este último conteo, Cantabria gana y España pierde (las cifras están en la tabla que acompaña este texto). Sin embargo, tomando el periodo 2016-2021 como referencia, el dato nacional de crecimiento es mayor que el autonómico. Lo curioso del análisis del Icane es que concluye que «la ganancia de población en Cantabria es consecuencia del aumento de la población española, que crece por primera vez desde 2015, 1.331 residentes más (una variación del 0,2%), y del ligero incremento de los extranjeros, un 0,8%, 271 más que el año anterior». Llegaron a la comunidad para asentarse más españoles que extranjeros. ¿Causas? El Icane no entra en esos análisis, aunque a cualquier lector le viene a la cabeza el contexto de una España en pandemia. El covid. Tras el confinamiento y el temor a las aglomeraciones, la búsqueda, en principio, de lugares más 'oxigenados', especialmente con segundas residencias o regresos de los que antes marcharon.

1.602habitantes más que en el año anterior, de los que 1.331 son residentes españoles.

Más allá de eso, los datos confirman otra certeza asentada en la región. Que en cuanto a población extranjera, aquí estamos bastante por debajo de la media nacional. Más de cinco puntos (6,2% frente a 11,5%), lo que supone una distancia considerable. Hay que distinguir entre población nacida en el extranjero residente en Cantabria (un 9,8% del total de habitantes) y, más concreto, número de residentes de nacionalidad extranjera (ese 6,2%). Son, en todo caso, porcentajes menores que los del resto del país y en ambas circunstancias la procedencia principal es de países del continente americano.

En cuanto a sexos, más mujeres que hombres. Otra tendencia que se afianza. Y la diferencia va haciéndose más grande desde 2008, lo que coincide con un descenso de nacimientos. ¿Qué ocurre? Con menos nacimientos, las mujeres -más longevas según se comprueba por la esperanza de vida- ganan poco a poco terreno en el total, a lo que se suma que del extranjero llegan en mayor cantidad que hombres.

51,5%de la población regional corresponde a mujeres (son 301.129 y 283.378 hombres).

A partir de aquí, la 'Explotación estadística del Padrón Municipal de Habitantes Cantabria 2021' deja una serie de mensajes que, por repetidos, no son menos preocupantes. Todo lo contrario. Porque cualquier estudioso de los valores demográficos lleva años leyendo que la población de la comunidad envejece y que lo hace en mayor medida que la media nacional. Pues va a más. Y alcanza valores que invitan a la reflexión. Un dato grueso: hay casi 65.000 residentes mayores de 75 años (casi 9.400 tienen más de noventa) y, por contra, los menores de diez no llegan a 45.000. «Población regresiva y envejecida», concluye el Icane después de repasar varios indicadores.

Todos lo confirman. La tasa de envejecimiento es el porcentaje de personas de 65 y más años por cada cien habitantes. Aquí, un 22,6% (en las mujeres pasa del 25%). Tres puntos más que la media nacional. Y el dato no ha dejado de crecer ningún año desde 2010. Once seguidos.

57,1%de la población nacida en el extranjero procede de países de América.

60.757nuevos vecinos en la zona de costa desde 2000. Los valles interiores perdieron 7.409.

La tasa de juventud. Porcentaje de jóvenes menores de quince años por cada cien habitantes. Aquí, 12,7% (se mantiene constante en las últimas mediciones). En toda España, 14%.

Por si no queda claro, se puede repasar también el índice de dependencia. Tal vez sea lo más significativo para hacerse una idea del panorama (y de un futuro que cuesta sostener si nada cambia). El Icane define así la medición de este baremo: «Muestra la relación entre las personas dependientes (se consideran las menores de 15 años más las mayores de 65) entre las no dependientes (personas entre 15 y 64 años) por cada 100 adultos. Establece la relación entre el grupo de población potencialmente activa y los grupos económicamente dependientes. Pues bien, el hecho de contar con grupos de edad avanzada cada vez más amplios, hace que aquí, a cada cien 'activos' le toquen 54 'dependientes', tres más que la media.

Sociedad «madura», estructura «envejecida»... «Nuestros mayores son muy mayores». La frase del Icane es una losa. La sociedad cántabra presenta, además -lo dicen los números- una «escasa movilidad geográfica». Somos poco dados a movernos, incluso, de municipio (casi un 40% reside en el mismo en el que nació).

Y, en medio de discursos, medidas y baterías de buenas intenciones para frenar el despoblamiento, el Icane constata que el área costera (aglutina a 49 municipios) concentra más de un 87% de la población y los valles interiores (53 municipios), un 12,7%. Una concentración que va a más desde 2000 y que se siguió acentuando en el último año. Crecimiento en una y caída en otra. Edad media de 45 años en la primera y de 48 en la segunda, con zonas como la del Nansa donde llega a ser de 54. Las tasas de juventud y envejecimiento marcan líneas fronterizas más sólidas que la de los mapas.

Eso se nota también entre los que vienen de fuera. De los extranjeros que viven en Cantabria, de los que vienen a buscarse la vida, sólo un 7% eligió como destino los 53 municipios del interior. Muchos envejecen, se van vaciando y no viene nadie.