Cantabria mantiene su liderazgo nacional en nacimientos con un 7% de incremento

El incremento porcentual de nacimientos en Cantabria en los seis primeros meses del año respecto al mismo semestre del pasado ejercicio alcanzó el 7%, el más alto de todo el país. Le sigue de cerca Melilla, que está en el 5,6%; Islas Baleares, con un aumento del 6,4% y Castilla y León, con un 5,5%. En el polo inverso destaca Extremadura, con una caída del -4,2% o Galicia, que se desploma un -3,1%. Son estas cifras negativas las que tumban la media nacional, situada en un tímido aumento del 0,3%.

Para encontrar las razones que expliquen este fenómeno en Cantabria hay que analizar la situación desde varios prismas. Influye, primero, el dato del pasado ejercicio, el que sirve de comparativa. Si se tiene en cuenta que en todo 2023 nacieron en Cantabria 3.148 niños para fijar el peor dato histórico de la serie, es lógico pensar que la normalización de la situación va a arrojar por sí sola datos muy positivos. «Es irremediable pensar que venimos de aquello;pero de cualquier manera es también lógico estar contentos porque se está invirtiendo esa situación que fue tan mala», insiste Cabero. ¿Por qué un cambio de tendencia tan repentino? Es complicado encontrar una respuesta;pero parece que se están dando circunstancias que invitan al optimismo.

Superada la resaca de la pandemia hay ahora mucha más certidumbre, algo que resulta fundametal para las familias que deciden dar el paso. La economía –pese a la desbocada inflación–, está atravesando un momento plácido, sin sobresaltos. Algo que permite hacer planes. La inmigración también tiene impacto en estas cifras y los avances de la medicina han mejorado los tratamientos de asistencia a la reproducción.

«Lo primero, el pasar página de la pandemia, ha sido determinante», asegura Ana Merino, doctora del Servicio de Ostetricia y Ginecología de Valdecilla. «Si se repasa la serie histórica de nacimientos hubo un desplome importante en 2020 y años posteriores. Ahora parece que nos recuperamos».

Lo segundo también resulta clave. «Si hay mejores condiciones económicas, lógicamente, es mucho más sencillo tomar la decisión de ser padres por primera vez, por segunda o incluso por tercera», añade. Yen cuanto a lo que tiene que ver con la reproducción asistida, los tratamientos han avanzado «y lo que es más importante, se han extendido a un abanico más amplio de la sociedad», explica la doctora. Si hasta este 2023 se ponía como edad límite para acceder a ellos los 40 años, ahora se está trabajando con un nuevo límite de 43. «Esto es algo que sobre todo tendrá impacto en años posteriores».

La inmigración marca también la diferencia. Quizá la más importante. «Un altísimo porcentaje de las nuevas madres son inmigrantes y además son familias que por cultura tienden a tener más de dos hijos», confirma Merino. Lo deseable, por el bien del equilibrio demográfico regional, es que esta tendencia se consolide y no sea un hecho circunstancial.