Cantabria perderá casi 600 millones con el pacto fiscal de Pedro Sánchez en Cataluña

El estudio calcula que el 'hachazo' respecto a la liquidación del año 2021 alcanzará el 36%, mientras que será del 25% respecto al dinero que llegó vía impuestos desde Madrid en 2022 (último año analizado). Es decir, sitúan en torno a un 30% la caída de fondos de las llamadas 'entregas a cuenta' del Estado.

Un recorte de ingresos de estas dimensiones dejaría a la comunidad herida de muerte. Para hacernos una idea, esos 600 millones de euros perdidos son comparables al sueldo anual de todos los médicos y enfermeras de Cantabria, suponen todo el presupuesto educativo del año pasado y duplican los fondos que manejan la consejería de Fomento y el Instituto Cántabro de Servicios Sociales (Icass). Con ese dinero, el Gobierno autonómico puede pagar seis meses de nóminas de sus 28.000 trabajadores públicos. Sería inviable, por tanto, mantener los servicios actuales, aspirar a reducir las listas de espera en los hospitales o realizar cualquier tipo de inversión destacada con un recorte del 17% del Presupuesto anual del Ejecutivo regional.

El documento, que la UC también elaboró la pasada legislatura con el bipartito PRC-PSOE para analizar una posible reforma de la financiación territorial, asume que el Estado no va a inyectar más dinero al reparto entre comunidades. Si ese escenario se produce, entonces lo introduciría y cambiarían las cifras, pero ahora mismo solo analiza la caja actual con la nueva variable del 'concierto catalán', muy similar a los privilegios forales que ya ejercen País Vasco y Navarra. De hecho, Cataluña podría recaudar con su propia agencia tributaria todos los impuestos del Estado dentro de su territorio (IRPF, IVA, Sociedades, especiales...). Así es como llegarían a esos 60.000 millones anuales –el doble que ahora– antes de descontar el cupo que la Generalitat pagaría al Estado y de una aportación por definir de «solidaridad» con el resto de territorios del país. Pero esas cantidades aún están por determinar.

Lo cierto es que Cantabria lleva años temblando ante cualquier tipo de reforma del sistema actual de financiación autonómica. Pero la 'soberanía fiscal' en Cataluña es, sin duda, el peor escenario conocido. El vuelco financiero apartaría a la región de la cabeza de las más beneficiadas –es la que más dinero por habitante recibe desde 2009– para mandarla al furgón de cola del país. Algo similar ocurría con el modelo propuesto por el Ministerio de Hacienda en el año 2021, cuando se quiso premiar también a Cataluña con el sistema de 'población ajustada' frente al del coste real de los servicios que beneficia a Cantabria y las comunidades del norte. En aquella ocasión, el cálculo de pérdidas anuales para la región era de 472 millones y la consejera de Economía socialista María Sánchez ya hablaba de que «comprometería seriamente la suficiencia financiera regional».

Ahora, pese a que la mordida a las arcas será aún mayor, el PSOE cántabro no hace esa misma lectura. Más bien, todo lo contrario. Su secretario general, Pablo Zuloaga, y el diputado nacional Pedro Casares avalan, defienden y apoyan el pacto de Pedro Sánchez en Cataluña pese a que todas las previsiones hablen de un claro perjuicio para Cantabria.

No ocurre lo mismo con otros barones socialistas que sí han levantado la voz contra un concierto catalán que les perjudica de lleno. El pacto fiscal ha abierto una brecha dentro del PSOE y hasta seis federaciones (Extremadura, Madrid, Castilla y León, Castilla La Mancha, Aragón y Asturias) presionan a Pedro Sánchez para que convoque el Consejo de Política Federal «para dialogar y definir» una postura conjunta sobre la financiación autonómica.

Además de las pérdidas de ingresos que puede suponer para el resto de autonomías, los dirigentes socialistas se muestran muy críticos con que su partido haya asumido el discurso de la 'infrafinanciación catalana' aunque, como muestra un estudio muy reciente elaborado por la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea), los ingresos obtenidos por habitante en Cataluña durante el período 2002-2021 han sido iguales al promedio de las catorce comunidades de régimen común.

En cualquier caso, el debate sobre el modelo territorial del Estado es tan viejo que hasta da tiempo a los mismos líderes políticos de sostener una postura y la contraria, como en el caso de Alberto Núñez Feijóo, que ahora sitúa el 'concierto catalán' fuera del ordenamiento jurídico pese a que en 2016, cuando todavía era presidenta de la Xunta de Galicia, durante una intervención en el Círculo de Economía de Cataluña que todavía se puede consultar en Youtube, dijo: «No es fácil de explicar que a Cataluña no se le dé un concierto cuando lo tienen los vascos y los navarros. Yo en eso estoy de acuerdo. Estas cosas se pueden cambiar, plantear y discutir».

Cuando se reinicie la actividad parlamentaria, en septiembre, los partidos políticos cántabros pondrán en marcha una comisión especial para analizar las posibles reformas de la financiación autonómica y, evidentemente, la situación en la que queda Cantabria tras el acuerdo fiscal alcanzado por Pedro Sánchez en Cataluña. Lo primero será elegir la lista de expertos que intervendrán en las reuniones. PP, PRC, PSOE y Vox ya han presentado sus propuestas, que van desde profesores universitarios a consejeros presentes y pasados, pasando por otros profesionales que aportarán su punto de vista en un asunto crucial para Cantabria. El objetivo es que la región sea un frente común y defienda el mismo interés en Madrid más allá de los colores políticos.

-PP. Luis Ángel Agüeros, David Cantarero, Pedro Pérez Eslava, Natividad Fernánde y Miguel Corgos.

-PRC. José Villaverde, Juan Manuel Rodríguez Poo, Pedro Pérez Eslava, Manuel Díaz de Mendoza, Ángel Agudo.

-PSOE. Ana Herrero Alcalde, Diego Martínez López, Ángel Agudo, Juan Manuel Rodríguez Poo, Jesús Ruiz-Huerta Carbonell.

-Vox. José Ramón Riera, Ángel de la Fuente, Luis José Martín Rebollo, Cristina Mazas.