Secciones
Servicios
Destacamos
Los datos del turismo en Cantabria durante 2018 fueron espectaculares. No sólo se alcanzó la cifra récord de 1,3 millones de visitantes, también se logró aumentar un 3,8% el número de pernoctaciones en hoteles y más de un 10% la llegada de ... extranjeros, lo que significó que la región fue la que experimentó el incremento más elevado de todo el país. Con todo, a juicio de Exceltur, la comunidad autónoma aún tiene margen de mejora. En su informe de competitividad del año pasado, la patronal que agrupa a la mayoría de las grandes cadenas españolas sitúa a Cantabria en la parte baja del ránking nacional y la degrada dos puestos respecto al estudio anterior, que data de 2014. Es decir, que le pone deberes en cinco de los siete grandes pilares analizados.
A modo de resumen, el documento manifiesta que la región tiene fortalezas evidentes que nada tienen que ver con la gestión política o empresarial como el atractivo natural y de los espacios públicos y otros que sí se vienen trabajando desde hace años gracias a la colaboración entre lo público o lo privado como la promoción en el resto del país. En cambio, considera que los resultados económicos que genera el turismo no están a la altura de las expectativas. Además, critica duramente -en forma de notas negativas- asuntos como la estacionalidad o la falta de sistemas inteligentes de gestión de los servicios.
Si Exceltur otorga 100 puntos a los niveles medios, la protección del territorio cántabro obtiene 125. También es positiva la visión sobre la calidad del aire (120,4), los niveles de seguridad (120,1), el turismo de playa (108,2) y apartados como el esfuerzo presupuestario (121,6) y la agilidad y eficiencia del órgano de gestión del márketing (136,9).
Marketing Fortalezas: Valora la estrategia de márketing, la agilidad del órgano que lo realiza y su grado de autonomía.Debilidades: En cambio, considera que su dotación económica es insuficiente y que el esfuerzo en promoción no se traduce en resultados concretos.
Transporte Fortalezas: Considera suficientes la conectividad aérea a través del Seve Ballesteros y el número de vuelos.Debilidades: Los resultados son mucho peores en cuanto a la conexión ferroviaria, uno de los pocos puntos del informe con el que sí está de acuerdo el Gobierno.
Territorio Fortalezas: Hay puntos fuertes como la seguridad, la ordenación territorial, la calidad del aire o el atractivo de los espacios turísticos. Debilidades: El principal problema es la falta de regulación de las viviendas turísticas. El Gobierno recuerda que está a punto de aprobarse el decreto al respecto
Diversificación Fortalezas: En el turismo de playa no hay 'peros'. De hecho, es el tercer mejor destino de este tipo de España.Debilidades: Suspende en turismo cultural, de congresos, de cruceros, de vela, deportivo... El Ejecutivo cree que no se han estudiado bien los planes regionales
Recursos Humanos Fortalezas: La región está en la media en cuanto a la productividad de los trabajadores y la dotación de capital humano. Debilidades: Exceltur considera que no hay suficiente apoyo a la formación continua. Turismo acepta parcialmente que falta más preparación entre el personal.
Acciones políticas Fortalezas: El estudio deja en buen lugar a la Administración cántabra y a las empresas en cuanto a esfuerzo presupuestario. Debilidades: No ocurre lo mismo en cuanto a la digitalización del sector y a la puesta en marcha de sistemas para agilizar la gestión administrativa
Resultados económicos Fortalezas: Cantabria sale bien parada en satisfacción del turista y suspende en el resto de puntos. Debilidades: Total de ingresos, gasto medio del turista, rentabilidad hotelera, posicionamiento de mercado y, sobre todo, la estacionalidad, a pesar de que ha bajado cuatro puntos desde 2014
En el lado contrario de la balanza se encuentran la eficiencia percibida de la acción de la promoción institucional (65,0), la diversificación y estructuración de la oferta turística (85,3) o el apoyo a la formación del personal (70,5).
Estos últimos aspectos son los que ponen en cuarentena desde el Gobierno regional. La Dirección General de Turismo señala que parte del estudio se ha hecho sin la información necesaria. «Se habla de datos que sólo tiene el Gobierno y Exceltur no nos ha pedido. Es imposible que puedan analizar esos aspectos sin tenerlos sobre la mesa», explica su responsable, Eva Bartolomé. Además, recuerda que la patronal que ha encargado el trabajo es la de las grandes compañías que no están asentadas en Cantabria porque «aquí la mayoría son de pequeño tamaño y familiares». También que cuando se realizó el anterior informe -en 2014, en la anterior legislatura- existía un convenio de colaboración entre Exceltur y el Ejecutivo y ahora no. Esta vez, el estudio se ha encargado a la Universidad de Cantabria, que «conoce mucho mejor nuestra realidad» y los resultados son muy distintos en favor de la región. En cualquier caso, apunta que el mejor aval son los datos sobre el número de visitantes del último año y también los de ejecución del presupuesto, que «llegan al 98%, muy por encima de la media de la Administración».
Sí reconoce el déficit en las conexiones ferroviarias, uno de los golpes más duros que asesta el documento, y que todavía hay trabajo que recorrer en asuntos como la estacionalidad. Eso sí, no entiende que Cantabria vea disminuida su nota en este aspecto cuando «se ha reducido en más de cuatro puntos» en los últimos años. A todo ello suma que, a juicio del Ejecutivo, existe información desactualizada como la relativa a las viviendas turísticas. Bartolomé concreta que el decreto, una vez que se han revisado y tomado en consideración las alegaciones presentadas, ha finalizado el trámite autonómico y ahora se está pendiente únicamente del informe del Consejo de Estado, que podría llegar -o no- antes de que finalice esta legislatura.
Precisamente el de la falta de regulación de los pisos de alquiler es uno de los caballos de batalla de la Asociación de Hostelería de Cantabria (AHC), que no es tan escéptica como el Ejecutivo con este informe de Exceltur y reconoce que existen algunos puntos en los que aún hay trabajo que hacer, pero también relativiza sus resultados. «No se puede estar conforme. Hay que asumirlo, pero también que relativizarlo», explica Pablo Alonso, vicepresidente de la entidad, quien entiende que no se pueden comparar realidades turísticas como la de Cantabria con las de otros destinos históricos, que llevan mucho más tiempo trabajando de forma integral para atraer a los visitantes. En cambio, sí cree que es preocupante que la región esté tan lejos de comunidades como el País Vasco y otras del norte de España, que junto a las del sur de Francia son la «competencia directa». A su entender, el documento trata asuntos que los señalan directamente como industria y otros que tienen más que ver con las características del destino y las normas que rigen en el territorio. Del primer punto, considera que hay cosas que mejorar en cuanto a la oferta para lograr una mayor desestacionalización.
Los residentes en Cantabria realizaron 2,3 millones de viajes en 2018, lo que supone un 2,6% menos de lo que lo hicieron en 2017, cuando su número de viajes ascendió a 2,36 millones, frente a la media nacional que creció un 1,8%, según los datos de la Encuesta de Turismo de Residentes elaborada por el Instituto Nacional de Estadística (INE) y que se dieron a conocer ayer.
Estos viajes supusieron 7,84 millones de pernoctaciones, un 7,2% menos que el año anterior, y un gasto total de 505 millones de euros, un 6,3% menos que en 2017. En este sentido, el gasto medio por persona durante el viaje fue de 219 euros, un 3,8% menos que en 2017, mientras el gasto medio diario ascendió a 64 euros, en este caso, un incremento del 0,9%.
«El cliente ya no busca camas, busca algo más. Tenemos que ser capaces de diseñarlo y venderlo», opina, aunque recuerda que la asociación ya ha dado muchos pasos a este respecto como la creación de paquetes turísticos o el proceso de modernización del sector con la oficina de transformación digital. El 'hándicap' es que a diferencia de lo que ocurre en lugares como las islas o Levante, en Cantabria lo que priman son las empresas pequeñas de carácter familiar. La AHC subraya que estos avances han sido posibles gracias a la colaboración con la Administración regional. En cambio, pone el acento en que tanto el Estado -con marcos normativos- como los ayuntamientos -con medidas concretas- deben implicarse más. O dicho de otra forma: «No basta con cobrar el IBI y decir que los hoteles que tenemos son muy buenos».
En el ránking nacional elaborado por Exceltur, Cantabria baja dos puestos respecto a 2014 y ahora mismo tan solo supera a La Rioja, Extremadura y Aragón. En la parte contraria se encuentran País Vasco, Canarias y Madrid.
Este informe coincide con la publicación de 'Turismo y Economía. Análisis, medición y horizontes', otro documento que presentó ayer el Colegio de Economistas de Cantabria. Según su decano, Fernando García, Cantabria «no es una región de camareros, como se ha dicho por ahí» porque la comunidad autónoma tiene un peso mayor de la industria, si bien es cierto que el turismo tiene una importancia «estratégica».
El estudio apunta que los recursos turísticos de Cantabria «son singulares y heterogéneos» y, «sobre todo, de alta calidad», frente a la crítica que hacía Exceltur de «falta de diversificación», que Bartolomé considera errónea. La directora general de Turismo recuerda la apuesta que se ha hecho en los planes bianuales por la especialización en turismo de cruceros, de congresos o deportivo.
En el acto también intervino el presidente de la Cámara de Comercio de Cantabria, Luis Marina, quien opinó que la región no debe competir en turismo de bajo coste, sino que debe promover aspectos como la gastronomía y aprovecharse de potenciales como el paisaje.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.