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El proyecto de tren rápido a Bilbao que recientemente presentó en Santander la ministra de Transportes, Raquel Sánchez, establecía las alternativas de trazado, los costes aproximados, los tiempos de trayecto y también las posibles paradas. En cambio, la socialista no hizo ninguna referencia al ... calendario. No se sabe cuándo podría estar en funcionamiento. Eso es lo que quiere clarificar el Parlamento de Cantabria, que ha aprobado por unanimidad este lunes una proposición no de ley presentada por el PP para que el Gobierno regional y el Estado firmen un protocolo con un cronograma definido. Todo para evitar que el proyecto se quede en propaganda y no salga adelante, como se temen desde la oposición.
«Muchos sospechamos que no estará en servicio nunca», ha afirmado el portavoz del PP, Íñigo Fernández, que ha señalado que pretende que no pase como en otras ocasiones en las que el Ejecutivo ha hecho anuncios «que nunca se cumplen». En concreto, en ese plan que han llevado los populares a la Cámara se fija que el trámite de información pública tiene que estar listo antes de las elecciones de 2023 y la tramitación de la declaración de impacto ambiental durante la próxima legislatura. Con esta herramienta, el PP quiere que no ocurra lo que pasó en 2008, cuando el Ministerio, con José Blanco al frente, se realizó ya el estudio de alternativas del AVE a Bilbao y, con el AVE a Palencia, luego se paró.
«Estamos de acuerdo con el proyecto, pero no con cómo se está tramitando», ha dicho Diego Marañón (Cs), que también coincide en que esta infraestructura «tiene toda la apariencia de que es otro de esos grandes proyectos que se anuncian antes de las elecciones y que se quedan en nada. Si Pedro Sánchez está incumpliendo lo que tenía prometido y firmado, por qué va a cumplir lo que ni siquiera ha firmado». En su opinión, el PRC y el PSOE se han apuntado a la misma táctica que critican en el exministro Íñigo de la Serna, la de «los dibujos y maquetas» sin un horizonte conocido.
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Poca diferencia con las palabras de Vox. El diputado Armando Blanco se ha centrado en la figura de Revilla y en los vaivenes del PRC en materia ferroviaria. Ha recordado como en 1982 reivindicada el tren al Mediterráneo por La Engaña que ahora será un carril bici, que la obra del soterramiento de Torrelavega estaba lista para iniciarse en 2012 cuando hicieron en la ciudad la moción de censura -a su entender esto lo paralizó- o que en 2011 ya inauguró la primera piedra del AVE a Palencia y que diez años después ha hecho lo mismo porque entonces no hubo ningún avance.
«En 2010 se negó al tren a Bilbao y ahora es irrenunciable. Lo más grave es la impunidad de su incompetencia. No tienen el más mínimo reparo en reconocer que nos han estado engañando desde entonces con el tren a Bilbao», ha lamentado el diputado de Vox, que cree que la obra ya podría estar en marcha si entonces Revilla no hubiera renunciado a ella al entender «que no era un buen tren para Cantabria» que beneficiaba al Puerto de Bilbao y no al de Santander.
Pese a las duras críticas, todos los partidos apoyaron la iniciativa. Aunque por la complejidad técnica, al PSOE -partido que gobierna en Madrid- le parece precipitado establecer un calendario cerrado, sí está de acuerdo con que exista una «base política sólida» de apoyo al proyecto.
También votó 'sí' el PRC, el que más palos ha recibido de la oposición. Su portavoz, Pedro Hernando, se ha felicitado por el cambio de actitud del PP, porque en boca del exministro en 2017 dijo que el proyecto de tren a Bilbao «era un disparate». A eso, Fernández respondió que lo que era un disparate por inviabilidad técnica no era poner en marcha el tren, sino la propuesta regionalista de cuatro paradas y un viaje de 45 minutos. «De la Serna no lo quería y nosotros lo defendimos siempre», ha afirmado el regionalista, que también recordó a los populares que votaron en contra cuando en 2018 pidieron que se incorporaran partidas al Presupuesto del Estado para el estudio de la conexión.
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«Si lo han tenido muy fácil. Si han gobernado España», les ha recriminado Hernando, que también ha puesto el acento a que incluso con convenios como el que ahora piden Rajoy incumplió el pago de la deuda de Valdecilla.
En materia ferroviaria, también salió adelante una propuesta de Vox para instar al Ministerio a que simplifique los trámites para que los pasajeros soliciten la devolución del dinero en caso de retrasos del tren de Cercanías y para que haya un transporte alternativo en caso de averías. El PSOE se abstuvo porque «ya existe un plan para facilitar el transporte por carretera» en casos de avería y porque el sistema de devolución exprés de billetes que pide la oposición está en marcha solo en Cataluña y Valencia, donde la competencia es autonómica. De cambiarse el sistema y los tiempos de retraso por los cuales se tiene derecho a devolución, tendría que hacerse a nivel nacional.
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