Cantabria, segunda comunidad con mayor tasa de violencia de género en España

El INE ha publicado recientemente sus cifras, que hacen referencia al pasado año. «En 2023 –especifican para todo el país– se registraron 36.582 mujeres víctimas de violencia de género correspondientes a los asuntos en los que se habían dictado medidas cautelares u órdenes de protección, un 12,1% más que en el año anterior».

A partir de ahí, en el documento se detallan multitud de conceptos que permiten sacar algunas conclusiones. En lo referente a Cantabria, de entrada, la evolución en el número de víctimas –algo ligado, hay que tenerlo en cuenta, a una mayor visibilidad del problema y al aumento de las denuncias–. En cinco años, se ha pasado de 460 a esas 738 mujeres (hace diez fueron 374). Solo en 2020, condicionado por la pandemia y el obligado confinamiento, hubo un descenso. Lo demás son todo subidas. Y centrándose en el último balance es evidente que el incremento en la comunidad está muy por encima del registrado en el conjunto del país.

Las tablas también ayudan a dibujar perfiles. La mayor parte de las mujeres que sufren esta violencia tiene entre 25 y 44 años, muy por encima del resto de grupos de edad (425, frente a las 176 de entre 46 y 64 años). En ese retrato robot de la víctima también destaca que la relación con el agresor más habitual es la de pareja de hecho o expareja de hecho, por encima (la diferencia numérica es importante, por eso se destaca) de relaciones entre cónyuges o parejas novios –o de ex en ambos tipos–.

Respecto a la nacionalidad, según el INE, 454 son españolas y 284 extranjeras, un dato que se desglosa en 206 procedentes de América, 62 de otros lugares de Europa –repartidas a partes iguales, según su origen, entre miembros de la Unión Europea y países fuera de ella–, otras doce de África y cuatro de Asia.

En este preocupante panorama, solo aparece una nota positiva (o menos mala). Las consecuencias sobre los menores de edad se vieron ligeramente reducidas el año pasado. La estadística detalla que once críos fueron víctimas en estos episodios de violencia de género (dos chicos y nueve chicas), frente a los trece del pasado año (tres y diez, en aquella ocasión).

Más datos. El INE ofrece las cifras de las víctimas y también de los denunciados. «El número de hombres denunciados aumentó a nivel nacional un 9,7%, hasta 36.434», resumen en este apartado. En Cantabria fueron 727. Y aquí también resulta interesante ver la evolución. Destacar los 460 de 2019 –hace cinco años– o los 600 de 2022, lo que permite detectar el volumen del aumento en solo un año.

¿Qué infracciones penales les fueron imputadas a estas personas? Lo más repetido fueron acusaciones por delitos de lesiones (440), torturas e integridad moral (268), quebrantamientos de condena (163) o amenazas (148). En esta lista, no obstante, también figura una imputación por homicidio, otra por detención ilegal y secuestro, cinco por agresiones sexuales y una más por allanamiento de morada.

Crecen las mujeres víctimas, el número de denunciados, las infracciones penales imputadas y, de forma muy llamativa, las medidas cautelares que dictaron los jueces como consecuencia de estos casos. De las 1.653 que se decidieron en el año 2022 a las 2.165 del pasado ejercicio (354 medidas de carácter civil y 1.811 de tipo penal).

Es una ensalada de datos, pero hay que ver, lógicamente, las situaciones dramáticas que ponen encima de la mesa. Lo que hay detrás de cada número. Y también, claro, el reflejo que estos episodios tiene en las decisiones de los juzgados. En 2023, en Cantabria se condenó a 435 hombres por casos de violencia de género (en 2022 fueron 392). Se les declaró culpables (ya no son imputaciones, sino sentencias firmes, según especifica el INE) de 715 infracciones penales, entre las que destacan las lesiones (el tipo penal más repetido), las amenazas, los delitos de torturas e integridad moral o los quebrantamientos de condena.

Queda en el análisis que hace el Instituto Nacional de Estadística la parte referida a la violencia doméstica (la que se ejerce en el ámbito del hogar y la puede sufrir cualquiera de los miembros del núcleo familiar). Las víctimas con orden de protección o medidas cautelares en Cantabria fueron el pasado año 120 (63 hombres y 57 mujeres) frente a las 106 de 2022. En total, 102 personas fueron denunciadas por casos de este tipo.

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