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Las estafas informáticas han ido creciendo de forma imparable desde que en marzo de 2020 estallara la pandemia. Con los establecimientos cerrados y los ciudadanos confinados, los ladrones se vieron obligados a reinventar el delito. El robo convencional quedó anulado y comenzó a proliferar el ... timo a través de la única ventana que la gente mantuvo con la realidad:internet. Fue una moda espoleada también por la mayor actividad comercial que todos tuvimos a través de la red y que se ha mantenido desde entonces, con escasas medidas de seguridad.
«Como ciudadanos tenemos que ser más desconfiados. Lo mismo que lo somos con el comercio de toda la vida;pero parece que cuando navegamos por internet, nos creemos todo lo que nos ofertan», advierten fuentes de la Guardia Civil, que cuentan con el 'Equipo @', especializado en este tipo de robos y timos, que en toda Cantabria alcanzaron los 4.316 casos denunciados hasta el 30 de septiembre, según los datos publicados recientemente por el Ministerio del Interior. Para hacerse una idea, en la región se cometen 16 estafas informáticas cada día, hasta un 18% más que el pasado año, cuando ya habían crecido de manera exponencial. La tendencia es imparable.
Al contrario de lo que cabría esperar, el perfil del delincuente en la red no es un hacker especializado en el desarrollo de complejos algoritmos capaces de desencriptar cuentas, o de acceder a complejas bases de datos. En realidad todo resulta mucho más prosaico. Los mismos que antes robaban carteras en la calle, se han pasado a internet, donde el negocio es más rentable y es más fácil ocultar el rastro. Por eso muchos de estos engaños se resolverían si el usuario, sencillamente, fuera más prudente.
«Desconfíen de las ofertas imposibles, porque normalmente va a ser un timo», comentan en la Benemérita. «Olvídense de las páginas web desconocidas. Acudan siempre a los portales que ofrecen confianza». Y nunca, «jamás, ofrezcan sus datos bancarios sin asegurarse de que es una transacción segura».
A este tipo de engaños se dedican también algunas bandas organizadas que sí están más especializadas. La Policía Nacional advierte de que «muchas veces resulta muy complicado esclarecer este tipo de delitos porque las bandas tienen su origen en terceros países, lo que obliga a investigaciones complejas».
Por localidades, Castro Urdiales lidera de forma indiscutible el penoso ranking porcentual de los más afectados. Hasta un 88% han crecido las estafas informáticas en este municipio en lo que va de año. «Para explicar esto debemos tener en cuenta que es un lugar con mucha segunda residencia y muchos de estos vecinos optan por denunciar en Cantabria los hechos que han ocurrido en otras comunidades», justifican en la Guardia Civil. En Castro se contabilizaron 292 denuncias por estos fraudes,pero Santander, con 1.428 casos del 1 de enero al 30 de septiembre, es la localidad donde, con lógica, más casos se contaron en términos absolutos. «Tenemos que seguir trabajando en prevención, sobre todo ahora en Navidad, cuando las compras se multiplican», aclaran desde la Policía Nacional.
En la comisaría del Cuerpo en La Albericia también preocupa el incremento de los robos de vehículos. Hasta un 50% se incrementaron los casos en los nueve primeros meses de 2023 respecto al mismo periodo del pasado año –de 69 a 91 casos–. «No sabemos muy bien a qué puede deberse este fenómeno, pero sí que es cierto que se han incrementado las denuncias de vehículos no devueltos a compañías dedicadas principalmente al renting, cuyas empresas matriz están ubicadas en Cantabria», explica la Policía Nacional. El incremento del precio en el mercado de segunda mano también puede estar detrás del crecimiento de este delito, que había permanecido estable desde hace años.
Algo parecido ha sucedido con el tráfico de drogas. La pandemia tumbó el negocio por la imposibilidad de mantener los puntos de venta y es ahora cuando parece que repunta. Aunque según la Policía Nacional no se trata de un incremento de casos sino de una mayor intervención en la calle, que aflora los casos. «Sobre todo en Santander y Torrelavega hemos mantenido dispositivos preventivos que han dado sus frutos», cuentan. Tanto que las denuncias se han incrementado hasta un 68% en la capital cántabra y hasta un 71% en la ciudad del Besaya. Cocaína y marihuana son las dos sustancias incautadas en el grueso de estas operaciones.
También suben, aunque en menor medida –un 8,2%–, los robos en viviendas, con 942 casos. «La colaboración ciudadana está demostrándose fundamental en estos casos para sorprender a los delincuentes en el momento del delito», aclaran en la Policía Nacional. Un ejemplo de ello es el último incidente conocido, del 25 de noviembre, que se saldó con cuatro detenidos al ser sorprendidos cuando robaban una vivienda en Valdenoja después de que un vecino llamara a los agentes tras descubrirlos.
La buena noticia llega al analizar la estadística de aquellos delitos, como los sexuales, que han frenado el crecimiento exponencial que en cada nuevo análisis mostraba el Ministerio del Interior. Los llamados delitos contra la libertad sexual crecieron un 2,6%, lejos de los índices de crecimiento que venían mostrando en los últimos trimestres. Ylas agresiones donde existe penetración descendieron un 19,4%.
Como lo es también que, en general, la criminalidad convencional se haya reducido un 3,2% en Cantabria. Si en este análisis se eliminaran los delitos cibernéticos, la región estaría de enhorabuena. «Todos los cuerpos trabajan de forma coordinada para garantizar la paz social, la convivencia y la seguridad», afirma la delegada del Gobierno, Ainoa Quiñones. Pero queda trabajo por hacer en esos nuevos frentes de batalla como es internet.
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