Secciones
Servicios
Destacamos
Cantabria será la segunda comunidad de las trece que crecerán que menos aumentará de población en los próximos quince años. Aun así, conseguirá rebasar la barrera de los 600.000 habitantes, ya que los cálculos del Instituto Nacional de Estadística (INE) determinan que en los ... tres próximos lustros habrá 18.436 nuevos ciudadanos que sumar a los 591.164 actuales. Eso sí, este empuje vendrá determinado por la llegada de extranjeros, pues la inmigración será la palanca de este impulso, porque, como viene sucediendo durante los últimos años de manera ininterrumpida, se registrarán más defunciones que nacimientos.
Noticia relacionada
Nacho González Ucelay
Estos son algunas de las conclusiones que se pueden extraer del exhaustivo estudio sobre la proyección de población publicado esta misma semana por el INE, que busca facilitar una herramienta con la que lograr una visión, desde la perspectiva actual, de la posible realidad demográfica futura. En líneas generales, la mayoría de las regiones ganarán población. Pero Cantabria lo hará menos que la media. De hecho, se encuentra en el vagón de cola, con un crecimiento del 3,1%, ya que sólo supera en los pronósticos al País Vasco (1,7%) y se queda muy lejos de la media nacional (10,6%). Islas Baleares (19%), Comunidad Valenciana (19%) y Región de Murcia (17,2%) encabezarán la lista. «Es evidente que nos encontramos al borde del precipicio de los territorios con menor crecimiento», explica Pedro Reques, catedrático de Geografía Humana de la Universidad de Cantabria (UC). «Una de las claves es el escaso dinamismo de nuestro mercado laboral, porque son los inmigrantes extranjeros los que están salvando y salvarán los 'muebles' demográficos en España», añade. «Son ellos los que están dispuestos a hacer los trabajos que nosotros no queremos hacer, con unas condiciones económicas a las que nosotros no estamos dispuestos y en zonas del país donde nosotros no queremos desplazarnos», puntualiza.
No le falta razón. Según los datos del INE, la región es la sexta que menor saldo migratorio exterior recibirá, con una tasa de 98,4 habitantes por cada mil. Aun así, la proyección del organismo público determina que este año la diferencia entre el número de personas que llegarán a Cantabria de fuera y las que se marcharán será positivo: 6.275. Los pronósticos vaticinan 4.825 en 2028, 3.004 en 2033 y 757 en 2038.
609.600 habitantes
tendrá Cantabria en 2039, según la proyección de población del INE.
81,9% es la población
nacida en España que reside en el país. En 50 años bajará al 61%.
Los extranjeros llegados serán, por tanto, los que tiren del carro del crecimiento demográfico regional. «Aquí no existen los nichos laborales que atraen a los inmigrantes. Por ejemplo, no hay grandes zonas de cultivos bajo invernaderos o zonas macroturísticas donde es muy necesaria la mano de obra», explica Reques. Esto se observa perfectamente en los datos que desgrana el INE. Comunidad Valenciana, Madrid, Cataluña, Islas Baleares, Canarias y Región de Murcia son las regiones que mayores tasas de saldo migratorio exterior presentan en la proyección a quince años (178, 167, 164, 155, 154 y 142 habitantes por cada mil), muy por encima de la citada tasa de Cantabria (98,4).
Pese a este menor ritmo de crecimiento, será la población extranjera la que permitirá que la región siga creciendo en número, porque lo que no va cambiar es el saldo vegetativo (nacimientos frente a defunciones), que continuará siendo negativo: 3.417 personas menos este año, 3.415 en 2028, 3.415 en 2033 y 2.634 en 2038.
Son datos especialmente preocupantes en los que hace hincapié el Instituto Cántabro de Estadística (Icane). Acaba de publicar los últimos datos del 'Movimiento Natural de la Población', relativos a 2022, que revelan que ese ejercicio, por duodécimo año consecutivo, el saldo natural volvió a ser negativo. Desde 1989 sólo ha habido más nacimientos que muertes en tres ocasiones (2008, 2009 y 2010), al amparo de la bonanza económica de la época de la burbuja inmobiliaria.
Segunda por la cola Cantabria sólo superará al País Vasco en crecimiento, pero muy por debajo de la media nacional (10,6%)
Desequilibrio mantenido El saldo vegetativo será negativo en los próximos tres lustros. Habrá más muertes que nacimientos
Disminuye el tamaño El número de miembros por hogar bajará de 2,39 a 2,19. En el 36% de las casas sólo vivirá una persona
Lo peor es que esta dinámica no va cambiar en los próximos años. «Existe otro problema, que es muy importante: Cantabria, aunque antiguamente estuvo mejor, cuenta con una tasa de envejecimiento mayor que la media», afirma Reques. Además, tenemos una comunidad con unos desequilibrios demográficos muy importantes. Se está registrando un proceso de 'litoralización' de la población galopante», añade.
A lo que suma otro inconveniente aún mayor, que basa en la tasa de fecundidad. «Es un problema, se podría decir, casi universal. Sólo África parece salvarse, por lo que va camino de convertirse en el granero de población de todo el mundo», subraya. «Menor fecundidad supone, además, más envejecimiento. Es lo que los demógrafos llamamos envejecimiento de base. Si hay menos niños, crece la proporción de ancianos», concluye.
Precisamente sobre esto último también ha alertado esta misma semana Comisiones Obreras. «Las personas mayores ya somos casi el 24% de la población de Cantabria. En total, 145.929 personas», aseguró José Antonio Sánchez Gimeno, secretario general de la Federación de Pensionistas y Jubilados del citado sindicato, que aprovechó la presentación del Observatorio Social de las Personas Mayores de 2023 para reclamar una financiación suficiente para la atención a la dependencia.
«Continuamos elevando la esperanza de vida y eso es una buenísima noticia, pero tiene una serie de consecuencias que requieren de unas respuestas desde los poderes públicos», añadió Rosa Mantecón, secretaria general de CC OO Cantabria, en el mismo foro.
La radiografía nacional es muy parecida. La migración será la que eleve la población de España hasta los 54,6 millones dentro de 50 años. Según las proyecciones publicadas por el INE, en los próximos 15, el país ganará poco más de cinco millones habitantes, un 10,6% más de la cifra actual, y llegará a casi seis en 2074. Sin embargo, el número de defunciones, como en Cantabria, será superior al de nacimientos, lo que dará lugar también a un saldo vegetativo negativo durante todo el periodo proyectado. Sin embargo, como se prevé que suceda aquí, esta diferencia será contrarrestada por la llegada de población exclusivamente extranjera. La población nacida en España disminuirá paulatinamente y pasará del actual 81,9% al 61% en cincuenta años.
Como dato positivo, los datos nacionales del INE revelan que los nacimientos podrían repuntar a partir del año 2058, lo que proyectaría a su vez una leve pero progresiva tendencia al alza de la fecundidad. Así el número medio de hijos por mujer pasaría del 1,16 de 2022 al 1,24 de 2038. Respecto a la esperanza de vida dentro de medio siglo, la de los hombres se elevará hasta los 86 años y la de las mujeres hasta los 90; lo que supone un aumento de 5,6 y 4,3 años, respectivamente.
El aumento de un 3,1% de la población en Cantabria en los próximos quince años, según el Instituto Español de Estadística (INE), deja otro dato asociado: la región contará, si la proyección no falla, con casi 30.000 nuevos hogares. La previsión del organismo público es que estos pasen de los 245.182 actuales a los 275.097 en 2039. «Los que más van a crecer son los hogares unipersonales», afirma Pedro Reques, catedrático de Geografía Humana de la Universidad de Cantabria (UC). «Antiguamente esta circunstancia estaba ligada a un modelo antiguo en el que eran habitados por personas mayores, pero ahora ha cambiado y es mucho más transversal. Viven solos tanto jóvenes como personas mayores», añade. Las cifras del INE así lo confirman. El 36,2% de los hogares que habrá en Cantabria en los próximos tres lustros, 99.829 de los 275.097 totales, están habitados por una sola persona. «Esto plantea otro dilema, que no afecta directamente a los demógrafos. Habrá que diseñar viviendas para esta nueva realidad. Se habla de que hace falta construir nuevos hogares, pero poco se habla de cómo deben estar diseñados para adaptarse a esta nueva realidad», recalca. Otro dato que apuntala esta tendencia es la reducción del tamaño medio, que en el caso de la región bajará de los 2,39 miembros de media en 2024 a los 2,19 proyectados por el INE para dentro de quince años.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.