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Dos usuarias de Renfe se acomodan en los asientos del tren, esta semana, en un convoy de Cercanías. Javier Cotera
Caos en Cercanías: ¿Cojo el tren o el coche?

Caos en Cercanías: ¿Cojo el tren o el coche?

Transportes ·

El recorte de horarios en el tramo hasta Liérganes y el aumento en ocho minutos de la duración del viaje altera a partir de este domingo la rutina de los usuarios. Aún sin la medida, la ida desde Santander a La Cantábrica puede durar el doble que al volante

Javier Gangoiti

Santander

Sábado, 19 de febrero 2022, 07:32

En tren

Un trayecto cómodo, pero menos competitivo a partir del domingo

Son las 12.14 horas del mediodía y Renfe anuncia la salida en Santander: «Les informamos que este tren tiene como destino Liérganes». Ni tan lleno ni tan vacío, el convoy arranca con cada pasajero a sus cosas. Los papeles del médico, del trabajo, los apuntes de la universidad, el teléfono, alguna distracción a través del cristal... Pero esta vez no es cualquier idea la que asalta esas cabezas. A punto de entrar en vigor, muchos de los viajeros ya están organizando sus vidas para frenar el impacto del recorte de horarios de Renfe. Desde el domingo, la línea contará con 168 frecuencias semanales, 44 menos que en el momento en el que opinan sobre la noticia. «Es lo que le faltaba», expresa María Jesús Marcos; «no entiendo por qué quitan trenes», sigue Andrea Terán;«esto va afectar a mucha gente», avanza Mariví Ruiz, antes de subrayar, pese a todo, la «comodidad» del servicio.

19' 14''minutos

2,15euros (billete de ida)

Como ella, astillerense, los usuarios que suben y bajan en la estación de La Cantábrica pueden ir haciéndose a la idea:la empresa estima, sobre el papel, una dilación de al menos ocho minutos extra en el trayecto a la capital. Con el cronómetro en la mano, ese mismo viaje tarda 19 minutos –entre 16 y 24, contemplan en Renfe–. A partir del mañana, con la instalación obligada del nuevo sistema de Anuncio de Señales y Frenado Automático (ASFA), los pasajeros no se apearán hasta pasados 24 minutos, siendo optimistas.

El anuncio no ha caído bien entre los pasajeros, que recuerdan el carácter «público» del servicio y el «lastre» que supone para los usuarios más fieles. Menos trenes y encima más lentos. Así, y citando a uno de los operarios de seguridad de Santander, «desde el domingo cabrán menos trenes en la vía».

En coche

La eficiencia depende del tráfico en la calle Castilla y el aparcamiento

Para cuando se aparca y apaga el motor del coche, en unos 12 minutos saliendo desde la estación de Santander, el tren está todavía llegando a Maliaño (Camargo). Esa es seguramente la gran ventaja de viajar al volante hasta el entorno de La Cantábrica: el cronómetro. Si la calle Castilla no se convierte en un problema, lo que ocurre con frecuencia durante las franjas más ajetreadas del día –autobuses, vehículos en carga y descarga, etc.–, la circulación hasta El Astillero no tiene por qué suponer ningún desafío para los conductores.

El gran inconveniente llega cuando el viaje es en sentido contrario, con destino a la capital. Aparcar en el entorno de las estaciones puede ser, además de un dolor de cabeza, bastante caro. De encontrar sitio, las dos horas de tiempo máximo en la OLA cuestan 1,45 euros;si se opta por un aparcamiento privado como el que hay junto a la sede de cercanías, los 60 minutos no bajan de los dos euros. Ni decir tienen los precios de un día, de más de 15 entre semana. Sin plaza asegurada, el plan hace aguas.

11' 50''minutos

2,15euros (OLA y gasolina)

Otra de las desventajas de agarrar el volante está de rabiosa actualidad: el precio de la gasolina. En esos 10 kilómetros –y si aparcar no alarga esa distancia–, el motor absorbe unos 70 céntimos de combustible. Sin multas de tráfico que lo incrementen, el 'peaje' por hacer un recado en Santander puede alcanzar los 2,15 euros aproximadamente. Si la visita se prolonga más que eso, el presupuesto se dispara.

Desde luego nada que ver con lo que cuesta el viaje en dirección opuesta. Para un santanderino que quiera visitar el polideportivo o las piscinas que se emplazan cerca de La Cantábrica, todo ese cinturón astillerense es zona blanca, libre de tarifas.

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