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Las rocas son tan caprichosas como las palabras. Ambas se diseñan a base de lenta erosión. Unas, las rocas, se modelan con el viento, la lluvia y las olas, originando formas abstractas o concretas, mientras que el uso del lenguaje consolida las palabras de ... boca en boca. Cuando emergió del mar aquella figura de animal desértico y se expuso a la imaginación de un espectador, sonó la palabra para dar nombre al arrecife de Los Camellos, al menos así lo dice un ilustre vecino de la zona, el escritor Benito Pérez Galdós, en su obra 'Gloria' (1877).

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eldiariomontanes Los caprichos de El Camello