La UC captó casi 22 millones de euros para investigación en 2019

Esta no es la única buena noticia que concedió el curso ya que, con este dato, la captación de fondos se ha visto incrementada en 1,1 millones (5%) con respecto a 2018. La magnitud de la noticia aumenta si se mira con algo más de perspectiva: en los últimos cinco años, la UC ha logrado captar para investigación hasta 109,6 millones. Lo dicho, el resultado es uno de esos rendimientos que marca la diferencia al final del día o, dicho de otra manera, un dato que coloca a la Universidad «muy por encima de la media española y alineada con las mejores universidades europeas», como subraya el rector de la institución, Ángel Pazos.

Y este es el modelo y el camino a seguir para los próximos años. Así lo dicen los números y de esta manera lo traslada también el propio rector, que extrae «claramente una consolidación de la calidad y de la productividad investigadora de nuestra institución». El objetivo es compartido por todas las instancias de la Universidad: que la investigación «siga siendo un elemento absolutamente clave en nuestra actividad». Pazos se detiene ante los que han contribuido a conseguirlo, los investigadores, a quienes dedica unas palabras de gratitud por su esfuerzo: «Como ya es bien reconocido en los últimos años, llevan a cabo un trabajo de investigación y transferencia excelente, participando en proyectos, tanto básicos como aplicados, de máximo interés, y generando resultados de gran nivel».

Ellos son la razón por la que la UC viene siendo un referente constante, «año tras año», en el panorama investigador español. «Nuestro trabajo, desde el gobierno de la Universidad, es apoyarles en todo lo que podamos, y, quizá aún más importante, seguir defendiendo un modelo en el que una universidad no se entiende sin el binomio docencia e investigación», concluye el máximo responsable de la institución, que sigue sin bajarse de los primeros puestos relativos a la investigación dentro del panorama universitario español, como recoge el Ranking Conocimiento y Desarrollo (CYD).

Volviendo a los datos, los casi 22 millones de euros en inversión, captados a través de 395 proyectos, no salen precisamente de la nada. Estos fondos son fruto del esfuerzo y la dedicación de diferentes profesionales de la UC. Basta con detenerse en la letra pequeña de los datos y comprobar la procedencia de estos números. Para hacerse una idea detallada de su origen, el 35% del montante total -7,5 millones de euros- se obtuvo a través de investigación contratada, la realizada en el marco de un convenio del cual 4,5 millones se atrajeron a través de contratos con empresas. Todos son datos de los que el rector extrae al menos dos conclusiones: síntomas de calidad, por un lado, «puesto que esos fondos son muy competitivos», pero también de «la estabilidad de la financiación de la investigación por parte de la Universidad de Cantabria».

Hasta ahí la tercera parte del origen de la financiación. La mayoría, 14,05 millones, el 65% restante, tiene que ver con la investigación competitiva, es decir, la obtenida en convocatorias en concurrencia y competencia tanto con otras universidades como otros organismos de investigación nacionales e internacionales. Cabe mencionar aquí el montante obtenido en convocatorias europeas, que ha alcanzado los 7,38 millones de euros, un 31,4% del total que supone, por primera vez, que las convocatorias europeas representen la mayor aportación para la investigación en la institución cántabra.

Conociendo ya la dimensión de estos datos, es importante subrayar que la investigación, además de contribuir al avance de la sociedad, crea empleo. Para hacerse una idea, y este no es un dato baladí, la actividad investigadora de la UC permite mantener más de 400 puestos de trabajo. Dicho de otra manera: una de cada cinco nóminas de la institución se financia a través de los proyectos obtenidos a través de estas convocatorias.

Es un hecho constatable, ya desde hace muchos años, que la investigación camina hacia un escenario sin barreras y de colaboración constante entre centros de todo el mundo. Crear redes de apoyo y sinergias internacionales es un punto fijo en la agenda de todas las instituciones, educativas o no, para seguir generando conocimiento y aprender de las experiencias que se llevan a cabo en otros puntos del globo. La Universidad de Cantabria no es ajena a este desafío constante y puede demostrarlo ahora más que nunca. «Nuestra universidad va mejorando cada año su grado de internacionalización en todos los aspectos. Muchos de nuestros grupos de investigación colaboran dentro de proyectos de rango internacional, y estamos compitiendo a nivel mundial en muchas áreas», asegura el responsable, antes de recordar el peso que en 2019 ha tenido la captación de fondos competitivos provenientes de la Unión Europea, «que ha superado a los de origen nacional».

Ni la inercia a favor ni los buenos resultados en áreas como la investigación deberían hacer pensar a la comunidad universitaria que es el momento de relajarse. Todo lo contrario. La institución pública ya tiene una hoja de ruta planteada para abordar los próximos retos, y el primer paso para cumplirlo es «no darse por satisfechos», como asegura el rector, antes de enumerar una serie de objetivos clave, tangibles, que la institución tiene por delante de aquí a los próximos años: «Es fundamental, por una parte, seguir potenciando los programas de captación de investigadores de perfil internacional; por otra, continuar desarrollando, con el apoyo del gobierno, acciones específicas que permitan fortalecer a los investigadores e investigadoras de la UC, tanto los ya consolidados como los liderados por investigadores más noveles».

La Universidad obtuvo hasta 4,5 millones de euros a través de contratos con empresas, lo que supone un 60% de toda la investigación contratada (7,5 millones).