

Secciones
Servicios
Destacamos
En caso de igualdad, el que controla el aparato es el que tiene más papeletas de ganar. Pablo Zuloaga no solo tenía el control absoluto ... de la organización tras casi ocho años de liderazgo en el PSOE de Cantabria, sino que también parecía el favorito de Ferraz tras lo ocurrido en el Congreso Federal de Sevilla, donde Pedro Sánchez eligió a tres afines al exvicepresidente regional para ocupar los puestos de responsabilidad que estaban en juego al mismo tiempo que sacaba de su Ejecutiva a Pedro Casares. Esa misma noche, desde la ciudad andaluza, el ahora flamante ganador de las primarias anunció que ponía en marcha una candidatura que el domingo logró el 52,5% de los apoyos de la militancia frente al 47% de su rival. De ahí la insistencia del triunfador en la necesidad de poner fin a las divisiones y en señalar como primer objetivo trabajar por la integración, aprovechando también el talento humano de la lista perdedora.
Poco más de medio partido con Casares y poco menos de medio partido con Zuloaga, que contaba con otras teóricas ventajas. Por ejemplo, la proyección pública que le proporcionaron cuatro años como número dos del Gobierno de Cantabria en coalición con el PRC. Como vicepresidente entre 2019 y 2023 ejerció cada semana de portavoz del Ejecutivo. Y más allá de las polémicas políticas del día a día -suyas o de sus consejeros- que le salpicaron, su gestión al frente de la Consejería de Cultura dejó un buen sabor de boca entre el sector.
A quienes durante la campaña de las primarias han echado en cara a Zuloaga la falta de apoyo a sus alcaldes y concejales «más allá de su asistencia a las fiestas», los afines al exsecretario general les rebaten con el ejemplo de Castro Urdiales. En proyectos e inversiones, la villa fue una de las niñas mimadas del entonces vicepresidente junto a otros municipios que estaban en manos de los socialistas como Torrelavega, Laredo y Suances.
Noticia relacionada
Y, sin embargo, Castro Urdiales fue el domingo uno de los principales graneros de votos para Casares con el permiso de su agrupación, Santander, donde el dominio del diputado nacional fue absoluto. La alcaldesa castreña, Susana Herrán, ha ejercido como número dos de la candidatura del líder entrante y ha sido una de las voces más duras a la hora de subrayar dos de los mayores reproches que le hacen al líder saliente: su «excesivo» personalismo y el abandono de las agrupaciones, especialmente las más pequeñas.
También Herrán fue la primera en ganar a Zuloaga en unas elecciones internas en sus ocho años de mandato. Fue en octubre, durante la elección de los delegados al Congreso Federal de Sevilla. Hace cuatro meses, los críticos vencieron por apenas 29 votos y unas décimas de diferencia y ahora la brecha se ha agrandado hasta los 130 votos y cinco puntos. La explicación está en Colindres. La explicación de que la brecha sea mayor y, con los números en la mano, prácticamente también de la victoria de Casares.
1 /
El giro del alcalde del municipio, Javier Incera, que en otoño había ido en la lista oficialista y que en esta ocasión saltó al barco del candidato alternativo, hizo que la agrupación cambiara radicalmente de signo. En octubre, los socialistas colindreses dieron 59 apoyos a Zuloaga y solo dos a Casares. Ahora, 83 votos fueron para el ganador y 19 para el perdedor. Con el resultado que se dio este domingo en el resto de puntos de votación, si Colindres hubiese votado como en el proceso anterior, el escrutinio final de toda Cantabria habría sido un ajustadísimo 1.165-1.156. De nuevo victoria para el diputado nacional, pero por solo nueve votos. Un margen mínimo que habría hecho muy diferente la celebración de la noche electoral. Quizás Zuloaga habría tenido más dudas a la hora de ponerse a disposición del nuevo secretario general -de «impecable» califican los suyos su comparecencia y, en esta ocasión, los contrarios tampoco ponen pegas- y quizás Casares y los suyos habrían rebajado la euforia de la celebración por temor a recursos y revisiones.
La derrota de Zuloaga lo fue pese a que logró mejorar resultados respecto a octubre en un puñado de agrupaciones. Pese a la victoria clara de su rival en estas localidades, el todavía portavoz en el Parlamento de Cantabria subió catorce votos en Castro, cinco en Camargo y 26 en Santander. De hecho, con una mayor participación, ambos candidatos lograron mejorar resultados en muchas de las mesas. En total, en la capital, Zuloaga logró 136 votos, menos que los 159 de Torrelavega.
Y aun así, el secretario general en la capital del Besaya, José Luis Urraca, no se fue a la cama especialmente contento. No solo porque había perdido la persona que quería que siguiera al frente de la Secretaría General del PSOE de Cantabria, sino porque sus críticos, alineados con el casarismo, redujeron sustancialmente la distancia con 21 votos más que en octubre. En términos relativos, el margen en favor de Zuloaga fue mayor en Laredo y Reinosa. En global, el ganador se impuso en 21 de los centros de votación y su contrincante en los 19 restantes.
Tras el salto de Incera al equipo de Casares, el resultado de Colindres fue decisivo en su victoria
El candidato ganador se impuso en 21 centros de votación y su contrincante, en los 19 restantes
Está en el aire: está por ver qué le ofrecen y qué estaría dispuesto a aceptar el exlíder del partido
Antes del verano tocará renovarlas. ¿Habrá listas de integración o una nueva disputa?
Se sabe lo que ha ocurrido en la campaña -con el tensísimo debate cara a cara como muestra más clara de la división interna-, se sabe también lo que ocurrió en la jornada de votación y, ahora, toca saber que ocurrirá desde ya en el PSOE de Cantabria. Si Casares sabrá cumplir la promesa de unir al partido y si el equipo de Zuloaga estará dispuesto a integrarse. Parece difícil, pero hay síntomas que invitan tímidamente al optimismo. La aparente deportividad del derrotado, la mano tendida -lo dijo el domingo y lo repitió ayer- del ganador y un puñado de gestos. Por ejemplo, la llamada que hizo el equipo de Zuloaga al de Casares ofreciendo la sede del PSOE regional en la calle Vargas -cabía la posibilidad de que fuera en la sede del PSOE de Santander- para acoger la celebración de la victoria.
La prueba de fuego vendrá más adelante. Cuando el que será secretario general a partir del Congreso de los días 15 y 16 de marzo empiece a tomar decisiones. La primera, la conformación de la nueva Ejecutiva Regional. Casares quiere unir al PSOE en un proyecto «intergeneracional» y, más allá de las peticiones públicas de «perdón» por el trato recibido a Eva Díaz Tezanos, una forma de resarcirla sería un puesto en esa dirección, en la que estarán, en principio, muchas de las personas que le han acompañado en la campaña para el proceso interno. Por ahora, Casares no ha desvelado nombres y los interesados no tienen información.
Que le llegue la invitación para ocupar un asiento a Zuloaga y que este la acepte sería un primer motivo para la duda de aquellos que ven imposible la integración de familias en el nuevo PSOE de Cantabria. Casi tan difícil parece que el derrotado continúe como portavoz en el Parlamento autonómico. El escaño es suyo y nadie se le puede quitar, pero sería algo inaudito en la política española. Podría quedarse como diputado raso, que el partido le buscara una salida en Madrid ahora o en las próximas elecciones generales...
Incluso dimitir, dejar la política y volver a la actividad profesional. Ahora mismo, el único diputado 100% casarista en la Cámara es Mario Iglesias, lo que le convierte en favorito. Este es otro reto que tendrá que afrontar el nuevo líder: que los principales cargos públicos son afines a su antecesor. Además de los diputados, la delegada del Gobierno y nueve de los trece alcaldes.
Antes del Congreso Regional se dará otra situación curiosa: que los encargados de organizar ese cónclave y el documento marco con la línea política del partido sean las personas elegidas por Zuloaga y no por la persona que asumirá el liderazgo oficialmente a mitad de marzo. Y para después del Congreso, antes del verano, tocará la renovación de las agrupaciones locales. De las zuloaguistas y de las casaristas. ¿La nueva dirección se esforzará por desplazar a los críticos y colocar a los afines? ¿Serán posibles listas de integración?
Con tantas incógnitas por despejar, parece aún lejana la que probablemente sea la más relevante: si el nuevo líder del PSOE será también el candidato socialista a la Presidencia de Cantabria en 2027. «Ahora no toca», afirma.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Noticias seleccionadas
Ana del Castillo
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.