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«Creo que no van a volver a abrir». La frase que más se repetía y escuchaba este lunes entre los comerciantes -que se encuentran pegados al local de la cadena de medicina estética- del centro comercial de Valle Real. Un cierre de persiana que ... se produjo este sábado y que se une al de la clínica de Torrelavega, ya publicado por El Diario Montañés. Para lidiar con esta situación, los primeros afectados de centros Único en Cantabria abrieron un grupo de WhatsApp, en el que ya superan los 200 usuarios y que cada pocas horas suma algún participante nuevo. La falta de «información» y «respuestas» sigue como una de las grandes cuestiones a las que se enfrentan los damnificados, que ya tienen citas previstas a lo largo de esta semana en la Oficina Municipal de Información al Consumidor de Torrelavega para «asesorarse» y «emprender los procedimientos oportunos sin descartar ninguna opción», aseguran varios de los integrantes del grupo de mensajería instantánea.
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Aunque para algunos de sus miembros esta situación no es nueva. Es el caso de Lucía Fernández, de Torrelavega, y que ya vivió el cierre de la franquicia Ideal a finales del pasado año. «Yo financié el tratamiento a través de la entidad Cofidis. Cuando los centros Ideal cerraron, ellos detuvieron el cobro del crédito y posteriormente, me reubicaron varios meses después en el local de Único en Torrelavega». Un parón en los pagos que de momento no ha logrado que se repita: «He estado hablando con la financiera y me aseguran que es un cierre temporal y que en septiembre va a volver a estar operativa la clínica. Cuando crees que has tenido suerte, pero en realidad solamente vuelves al punto de partida», asegura decepcionada esta afectada.
Pese a que muchos de los perjudicados tenían previstos sesiones de depilación láser, la cadena también cuenta con especialización en medicina estética. «Te pilla en un momento de la vida que cuando vas a este tipo de lugares, lo que hacen es intentar venderte cualquier tipo de producto. Entonces, terminas cayendo en ello y en mi caso era un tratamiento mediante colágeno», detalla Elena Gutiérrez. En su situación, contrató dos servicios, recibió el primer tratamiento y se quedó sin la revisión del mismo: «Yo porque he tenido suerte y aparentemente toda ha ido bien, pero es que podríamos estar hablando de una negligencia médica al dejar a medias este proceso. Conozco a gente que ha tenido un problema en la cara, porque se lo dieron mal», explica preocupada. «Te dicen que van a sacar una mejor versión de ti misma y lo único que te han sacado es el dinero, que cuesta mucho ganarlo, y el propio disgusto».
Ailin Pastor acudió por última vez en junio a una sesión láser y cogió un bono de dos sesiones «porque salía mejor de precio». Un trato muy bueno: «Todo estaba bien con las trabajadoras, te convencen para ampliar y regresar de nuevo. Me siento estafada, que se rían así de ti y no haya una ley que ampare al consumidor en este tipo de casos, es ridículo».
Este periódico ha contactado en las últimas horas con centros Único, pero no ha obtenido ningún tipo de respuesta por parte de la empresa.
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